La
jardinería ecológica, variedad y rotación de cultivos.
La
diversificación de hábitats, desde antiguo, en los
huertos ha sido una estrategia que consiste en cultivar diferentes
especies vegetales al mismo tiempo, algunas de estas especies tendrán
una finalidad productiva, es decir, su finalidad será producir
hortalizas de buena calidad, pero al mismo tiempo, en nuestra parcela
también incorporaremos especies cuya finalidad será reducir el
impacto de nuestro cultivo en el entorno y hacer de escudo natural a
las plagas; El efecto que va a tener esta estrategia de
diversificación, dependerá de las plagas y de los enemigos
naturales de estas (lucha biológica), así como de las plantas a
cultivar, pero en cualquier caso, el objetivo será conseguir un
incremento de la diversidad de especies, combinando especies
productivas y especies que tienen una finalidad protectora, estas
especies deberán perdurar más tiempo en nuestros bancales.
Para la consecución de estos objetivos, podemos hacer uso de
diversas estrategias, como las borduras o rompevientos, La
diversificación, las asociaciones, las rotaciones o los cultivos de
cobertura.
Las
borduras o rompevientos, es una técnica muy
usada y extendida en nuestros huertos, pueden haber dos modalidades
básicas, los llamados postes vivos de cercas y las barreras vivas o
setos; Los postes vivos son hileras de plantas de porte leñoso, que
se usan en vez de los postes de metal o de madera para sostener el
alambre de púas. Los setos, son cercados más densos, son mas
frondosos y generalmente incluyen un cierta variedad de diferentes
especies de plantas y no utilizan alambre de púas.
Su
función principal es la delimitación y la protección, además
pueden proveer de leña, de forraje o de alimento, el beneficio
inmediato es actuar como cortinas rompevientos y dependiendo de las
especies que se utilicen enriquecer el suelo, según las comunidades
en donde estemos hay una legislación sobre el tema, pero el sentido
común nos dice que deben plantarse en donde haya poco riesgo de
incendios forestales y deben tener un mantenimiento regular, es
decir, hay que desmalezarlos y recortalos.
La
diversificación, está totalmente constatado que por lo general,
las plagas de insectos son menos abundantes en los policultivos que
en los monocultivos, es decir, el uso de sistemas de producción
intensiva con un monocultivo puede aumentar las poblaciones de los
parásitos y de las plagas de insectos que afectan a estos cultivos,
por el contrario, donde coexisten varios cultivos, también tendremos
parásitos pero al mismo tiempo habrá depredadores naturales, que
actuarán y por lo tanto, minimizarán los daños.
Las
asociaciones, dentro del ámbito de la producción ecológica,
las asociaciones de cultivos se pueden considerar técnicas
sencillas, imprescindibles y necesarias, incluso más que la
aplicación de productos fitosanitarios, estas técnicas favorecen a
todos los organismos que comparten el mismo hábitat, pero sobre todo
a las plantas, esto es así,porque se van a producir sinergias entre
plantas o entre plantas y animales que darán lugar a una armonía
ambiental estable.
Algunas de las asociaciones que producen sinergias eficaces entre
diferentes plantas, tienen en común la optimización del espacio y
los recursos del suelo de que disponen para el cultivo, como ejemplo,
en el caso del maíz, las judías y las calabazas, primero se siembra
el maíz, y en el momento en el que las plantas alcanzan unos 20 cm
de altura, sembramos las judías, recordemos que las judías y otras
leguminosas, aportan nutrientes y son fijadoras de nitrógeno al
suelo, también son capaces de encaramarse en la caña de maíz, por
lo que proporcionan una sombra agradable para el cultivo de la
calabaza.
En
la siguiente tabla se pueden ver ejemplos de asociaciones de
cultivos, lo mismo favorables que desfavorables.
Las
ventajas de la asociación, son evidentes, ya que se aprovechan mejor
los nutrientes, disminuyen la aparición de las hierbas adventicias,
mejoran las condiciones del terreno, se producen sinergias entre
especies y se combaten plagas y enfermedades, es decir, a nivel
productivo, las asociaciones permiten aprovechar e intercambiar mejor
los nutrientes del suelo, también se consigue un mayor
aprovechamiento del agua y de la luz con la consiguiente mejora de la
productividad del bancal, ese es el motivo de plantar especies con un
crecimiento vertical junto a otras de crecimiento horizontal, como
ejemplo, tenemos los puerros junto a las lechugas, los puerros ocupan
poco espacio horizontal, mientras que las lechugas ocupan el espacio
inferior que dejan los puerros y no compiten por la altura y no se
disputan el espacio o la luz.
Otra ventaja, que no es baladí, es la disminución de las malas
hierbas, ya que al combinar diferentes plantas, la ocupación del
suelo se optimiza, lo que tiene como consecuencia una menor
disponibilidad de luz y nutrientes, por lo que disminuye notablemente
la aparición de hierbas adventicias.
Se
mejoran las condiciones del terreno, como he comentado antes, algunas
especies son capaces de cambiar las condiciones del suelo,
permitiendo que otras especies puedan aprovecharse, así por ejemplo,
las legumbres como la soja o las judías, plantadas junto a ciertas
verduras u hortalizas, las legumbres proporcionan nitrógeno al suelo
del cual se pueden beneficiar algunas hortalizas como los tomates.
Se
producen sinergias entre especies, hay que tener en cuenta el papel
que tienen algunas verduras u hortalizas y algunas plantas
ornamentales en el control de plagas y enfermedades de las plantas,
por lo que con experiencia y observación se puede conocer de qué
manera puede influir una planta sobre las que le rodean, así
comprobaremos si estas influencias pueden favorecerlas o
perjudicarlas.
Combatir plagas y enfermedades, está constatado que los efectos
sobre la acción dinámica de las poblaciones de insectos o de
ciertas enfermedades sobre los cultivos va a ser considerablemente
menor.
Las
rotaciones, en los sistemas en producción ecológica se
puede decir que es una técnica sencilla y necesaria que proporciona
beneficios como, evitar el agotamiento del suelo, aumentar la
fertilidad, favorece las sinergias entre animales y plantas, mantiene
las hierbas adventicias a ralla y por lo tanto, favorece la
producción.
Se
evita el agotamiento del suelo, ya que cada especie explora un
determinado volumen y una determinada profundidad de suelo, lo que
hace que se aprovechen las capacidades del suelo óptimamente, como
consecuencia, los recursos hídricos también son mejor aprovechados,
lo que permite también una mejor gestión de la temperatura y
humedad del suelo, que hace que la materia orgánica se descompongan
más rápidamente y se incorpore al suelo.
Se
aumenta la fertilidad, al favorecer y optimizar la temperatura, la
humedad y la textura del suelo, también se incrementa la
mineralización de éste.
Se
favorece el aumento del número de animales y organismos beneficiosos
para el suelo, esto a su vez, reduce el riesgo de la presencia de
organismos perjudiciales.
Se
mejora el control de la flora no deseada, incluso puede llegar a
controlarse sin el empleo de herbicidas.
Aumenta en el rendimiento de la producción, es una consecuencia
lógica a tenor de lo expuesto anteriormente, ya que se evita un
empobrecimiento del suelo y la carencia de ciertos nutrientes
esenciales, así como la presencia continuada de las plagas o
enfermedades, que se instalarían definitivamente en las parcelas.
En
la tabla, se exponen los ciclos recomendables para que un cultivo
vuelva a introducirse en nuestra parcela.
Los
cultivos de cobertura, se trata de una cobertura vegetal
viva que cubre el suelo y que es temporal o permanente, se puede
cultivar en asociación con otras plantas, y aunque pueden ser de
cualquier familia, la mayoría son leguminosas, las finalidad de los
cultivos de cobertura son la supresión de malezas, la conservación
del suelo y del agua y el control de plagas y enfermedades, hay que
estudiar y valorar esta opción, ya que requiere un manejo cuidadoso
y precisa de mayores necesidades hídricas, también en ocasiones,
puede atraer algún tipo de plaga y si se secan generan un riesgo
potencial de incendio.
Ramón
Gijón, delineante proyectista.
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