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lunes, 24 de junio de 2024

El ciclo del carbono.

El ciclo del carbono.


  El ciclo del carbono es un ciclo biogeoquímico por el cual el carbono se intercambia entre la biosfera, la litosfera, la hidrosfera y la atmósfera de la Tierra. Los conocimientos sobre esta circulación del carbono posibilitan apreciar la intervención humana en el clima y sus efectos sobre el cambio climático.

  El carbono (C) es el cuarto elemento más abundante en el Universo, después del hidrógeno, el helio y el oxígeno (O). Es el pilar de la vida que conocemos. Existen básicamente dos formas de carbono, una orgánica (presente en los organismos vivos, muertos y descompuestos), y otra inorgánica (presente en las rocas).


 



  En el planeta Tierra, el carbono circula a través de los océanos, de la atmósfera, de la superficie terrestre y también en el interior terrestre, es un gran ciclo biogeoquímico. Este ciclo puede ser dividido en dos: el ciclo lento o geológico y el ciclo rápido o biológico.

  Suele considerarse que este ciclo está constituido por cuatro reservorios principales de carbono interconectados por rutas de intercambio; Los reservorios son la atmósfera, la biosfera terrestre (que, por lo general, incluye sistemas de agua dulce y material orgánico no vivo, como el carbono del suelo), los océanos (que incluyen el carbono inorgánico disuelto, los organismos marítimos y la materia no viva), y los sedimentos (que incluyen los combustibles fósiles). Los movimientos anuales de carbono entre reservorios ocurren debido a varios procesos químicos, físicos, geológicos y biológicos. El océano contiene el fondo activo más grande de carbono cerca de la superficie de la Tierra, pero la parte del océano profundo no se intercambia rápidamente con la atmósfera.

  El balance global es el equilibrio entre intercambios (ingresos y pérdidas) de carbono entre los reservorios o entre una ruta del ciclo específica como puede ser la atmósfera con la biosfera. Un examen del balance de carbono de un fondo o reservorio puede proporcionar información sobre si funcionan como una fuente o un almacén para el dióxido de carbono. Otros gases que contienen carbono en la atmósfera son el metano y los clorofluorocarbonos (completamente antropogénicos). La concentración atmosférica total de estos gases de efecto invernadero han estado aumentando en las décadas recientes de forma notable, contribuyendo lamentablemente al calentamiento global.


  El carbono es tomado de la atmósfera de varios modos:


  En la superficie terrestre, cuando el sol brilla, las plantas realizan la fotosíntesis para convertir dióxido de carbono en carbohidratos, liberando oxígeno en el proceso. Este proceso es más prolífico en bosques relativamente nuevos, donde el crecimiento del árbol es todavía rápido.

 


  En la superficie de los océanos, cerca de los polos, el agua del mar actúa como refrigerador y se forma más ácido carbónico cuando el CO2 se hace más soluble. Esto está conectado con la circulación termohalina del océano, que transporta el agua superficial densa al interior del océano.

  En áreas superiores del océano con alta productividad biológica, los organismos convierten el carbono reducido en tejidos, y los carbonatos en partes del cuerpo duras como conchas y caparazones. Éstos compuestos son, respectivamente, oxidados (bomba de tejidos) y disueltos de nuevo (bomba de carbonato) en niveles medios del océano inferiores a donde se formaron, causando un flujo hacia abajo del carbono.

  La erosión de roca de silicato. El ácido carbónico reacciona con la roca erosionada para producir iones de bicarbonato. Los iones de bicarbonato producidos son transportados al océano, donde se usan para hacer carbonatos marinos. A diferencia del CO2 disuelto en equilibrio o en los tejidos muertos, la erosión no mueve el carbono a un reservorio del cual pueda volver fácilmente a la atmósfera.


  El carbono puede ser liberado a la atmósfera de muchos modos diferentes:

 

  Por la respiración realizada por plantas y animales. Esta es una reacción exotérmica e implica la ruptura de glucosa (u otras moléculas orgánicas) en dióxido de carbono y agua.

  Por tejidos muertos de animales y vegetales. Los hongos y las bacterias dividen los compuestos de carbono de los animales muertos y las plantas, y convierten el carbono a dióxido de carbono si hay oxígeno presente, o bien a metano si no lo hay.

 



  Por la combustión de material orgánico, que oxida el carbono que contiene, produciendo dióxido de carbono (y otros productos, como vapor de agua). Quemando combustibles fósiles como carbón, productos del petróleo y gas natural, se libera el carbono que ha sido almacenado en la geosfera durante millones de años.

  Producción de cemento. El dióxido de carbono se libera cuando la piedra caliza (carbonato de calcio) se calienta para producir la cal (óxido de calcio), un componente del cemento.




  En la superficie de los océanos, donde el agua es más cálida, el dióxido de carbono disuelto se libera de vuelta a la atmósfera.

  Las erupciones volcánicas y el metamorfismo liberan gases en la atmósfera. Los gases volcánicos son, principalmente, vapor de agua, dióxido de carbono y dióxido de azufre. El dióxido de carbono liberado es aproximadamente igual a la cantidad de silicato eliminada por erosión; ambos procesos, que son el reverso químico uno de otro, suman casi cero, y no afectan al nivel de dióxido de carbono atmosférico en escalas de tiempo menores de unos 100.000 años.

  Más excepcionalmente, el carbono puede provenir del impacto de un meteorito importante sobre la Tierra. Según la violencia de este acontecimiento, la cantidad de materia expulsada y las consecuencias pueden variar considerablemente. Mientras que la actividad volcánica normal hace aumentar la tasa atmosférica de los gases de efecto de invernadero, la caída de un cuerpo pesado o una erupción excepcionalmente poderosa propagan en la alta atmósfera grandes cantidades de polvo que reducen el flujo del brillo solar, lo que provoca una disminución de la temperatura que puede ir hasta varias decenas de grados en unas semanas. Un cataclismo de este tipo ha sido la causa de mortalidades masivas en el pasado, siendo la mas conocida la desaparición de los dinosaurios.



Ramón Gijón, educador ambiental.

Fuente: ciclodelcarbono.com

martes, 22 de noviembre de 2022

Cambio climático y covid-19

Cambio climático y covid-19.


  Hay muchas entidades gubernamentales que se preguntan si la actual crisis global de salud puede transformarse en una oportunidad para dar forma a un mundo más sostenible, en este sentido se están aunando esfuerzos para tratar de mantener los niveles de emisiones en las cifras que se consiguieron en los meses de coronavirus. De hecho, las cifras apuntan que durante la crisis descendió en un 9,3% la huella de carbono del planeta, se redujeron las emisiones de CO2 en un 14,5% respecto al año anterior y se constató un descenso del 8,4% en la explotación de recursos forestales. Muchas publicaciones han escrito artículos en redes y en los medios de comunicación sobre el covid-19 como catalizador o inhibidor del cambio climático.

 


  Una gran inquietud se plantea cuando se cuestiona si el cambio climático puede ser la causa o una de las causas del coronavirus, hay científicos que se han planteado esta cuestión, valga como ejemplo, la profesora Katharine Hayhoe, que a través de la red social Twitter, razona y reflexiona sobre el tema y expone que, aunque:


algunas enfermedades, como el zika, se transmiten por animales como los mosquitos y las garrapatas y se puede esperar que se propaguen a medida que aumenta el calentamiento del planeta, pero son los humanos quienes transmiten covid-19, por lo que el cambio climático no está afectando significativamente la propagación de la enfermedad”.


  En este mismo sentido, en un artículo de WWF, teoriza sobre el efecto de la pérdida de biodiversidad y el deterioro medio ambiental en la propagación de pandemias, según este artículo, habría una relación entre la propagación de nuevas enfermedades como el ébola, el sida y el sars y la destrucción de los ecosistemas naturales. En otros artículos se teoriza con las poblaciones de ciertos animales como los pangolines entre otros, que se encuentran al borde de la extinción, lo que hace que los virus endémicos en estas poblaciones de el salto a la especie humana que es mucho mas numerosa.

 


  Pero la contaminación del aire empeora las consecuencias del covid-19 en la salud humana, Son muchos los científicos que defienden que podría haber una correlación entre las tasas de contaminación y la mortalidad para los pacientes con covid-19. De hecho, se ha comprobado que la contaminación del aire hace que las personas sean más susceptibles a las enfermedades respiratorias en general. Un repaso a los datos recopilados de la epidemia pasada de sars en China, demuestra que los pacientes de regiones con alta contaminación del aire tenían el doble de probabilidades de morir de sars, en comparación con los pacientes de regiones con aire más limpio, por lo que parece evidente que todos estos factores si que influyen en la patología de los pacientes. En este sentido, el profesor Hayhoe define el cambio climático como un multiplicador de amenazas, que empeora muchos de nuestros problemas.

  Y en un artículo del diario Italiano, Il Sole 24 Ore, ofrece un análisis detallado de los efectos de las altas concentraciones de Pm10 (partículas muy pequeñas que se encuentran en el polvo y el humo) en la propagación del virus.

 El artículo proporciona datos preliminares que identifican una correlación entre los niveles superiores a los legales de Pm10 y el número total de infecciones por Covid-19.

  Pero se puede sacar algo bueno de todo esto, es decir, puede que el covid-19 tenga consecuencias positivas en el cambio climático. Todos los medios de comunicación coinciden es que las medidas de confinamiento que se establecieron para frenar la expansión del coronavirus disminuyeron de forma drásticas las emisiones y esto es un dato comprobado y contrastado. En este sentido, el Centro para la Investigación Internacional del Clima, asegura que:


«existe un fuerte vínculo entre la actividad económica y las emisiones globales de dióxido de carbono, debido al predominio de las fuentes de energía de combustibles fósiles».

«Este acoplamiento sugiere que podríamos tener una sorpresa inesperada debido a la pandemia de coronavirus, una desaceleración de las emisiones de dióxido de carbono debido a la reducción del consumo de energía».



 

  Por lo tanto, cabe esperar que el coronavirus tenga repercusiones en la mejora medio ambiental o en los plantemientos ambientales de los países afectados. Lamentablemente se refuerza la teoría que afirma que las reducciones actuales en las emisiones nocivas responden simplemente al hecho de que todas las fuerzas están enfocadas a contener el virus y no están enfocadas a la reducción de los patrones de emisión de CO2, por lo tanto, el enfoque es incorrecto y a corto plazo no se esperan mejoras notables en este sentido. De hecho en la revista Time, se menciona que el covid-19 retrasará las reuniones y cumbres climáticas, así como también se relajarán los compromisos para reducir las emisiones globales, por parte de los líderes de los países afectados, ya que la principal preocupación será reactivar la economía.


«Los planes climáticos audaces requieren gastar capital político, y es probable que los líderes mundiales quieran usar su energía política para impulsar la economía en respuesta al coronavirus».


  Todos estos esfuerzos y estas medidas adoptadas por los gobiernos en relación a la movilidad, la ciudadanía y la economía tendrán alguna repercusión, es decir, qué efectos ha tenido el aislamiento social en la reducción de emisiones. Un informe de la Universidad Bocconi de Milán, indica que el distanciamiento social puede tener efectos positivos en el medio ambiente, en el documento se señala que todavía no hay datos suficientes y que según estos datos preliminares, hay indicios de que el distanciamiento social puede tener un impacto positivo en el medio ambiente, de hecho, un año después las emisiones se han reducido notablemente:


los investigadores han comenzado a analizar los números que ahora están disponibles (aunque estamos lejos de tener una imagen definitiva) sobre las implicaciones del voluntariado y la imposición de medidas de distanciamiento social para luchar contra covid-19 y su impacto potencial en la contaminación. Los resultados se ven diferentes dependiendo de los contaminantes considerados y pueden tener efectos ambientales positivos en general”.



Ramón Gijón, educador ambiental. 

Fuente: Noelia López Redondo/EnergyNews,

Artículo de referencia: https://www.energynews.es/cientificos-responden-a-cinco-preguntas-sobre-el-coronavirus-y-el-cambio-climatico/,


sábado, 29 de octubre de 2022

El ciclo del oxígeno.

El ciclo del oxígeno.


El ciclo del oxígeno es un ciclo biogeoquímico que consiste en el paso del oxígeno en diversas formas a través de la atmósfera (aire), la litosfera (corteza terrestre) y la biosfera (suma de los ecosistemas). Al igual que el ciclo del carbono y el ciclo del nitrógeno, es un ciclo gaseoso; esto significa que el oxígeno está depositado principalmente en la atmósfera y no en la corteza terrestre, y es utilizado directamente desde ella, sin estar combinado con algún otro elemento.


 



El oxígeno es un elemento químico (O) no metal que naturalmente se encuentra libre en el aire y disuelto en el agua de los océanos. Constituye alrededor del 20% de la atmósfera de la Tierra y las plantas son las únicas capaces de producirla, como producto de su proceso de fotosíntesis. Solo el nitrógeno supera al O en abundancia en la atmósfera.


En la biosfera, la capa en donde habitan los seres vivos en el planeta, las aguas son las principales generadoras de oxígeno, pues las algas reemplazan un 90% de todo el oxígeno que se usa. Las plantas terrestres hacen el resto. Se sabe que hace millones de años, cuando la Tierra aún era joven, organismos primitivos que comenzaron a realizar la fotosíntesis permitieron que el O creciera en abundancia y que criaturas con vida pudieran existir. A través del complejo proceso de la evolución, los seres vivos dominaron el planeta, por lo tanto, la existencia de oxígeno en la atmósfera es gracias a la actividad fotosintética (ver el artículo,) de muchos organismos. 

 


Pero ¿como funciona el ciclo del oxígeno.?

Las plantas producen oxígeno durante la fotosíntesis, que se libera al aire.

El oxígeno pasa entonces a la atmósfera.

Los animales, los seres humanos y demás seres vivos autótrofos y heterótrofos que respiran, obtienen oxígeno y este pasa a su cuerpo donde es llevado a las células y tejidos para que estos puedan funcionar.

Una vez que ha sido utilizado, regresa al aire como desecho de la respiración en forma de dióxido de carbono (CO2), la unión del carbono con el O.

Las algas en los océanos y las plantas verdes de la tierra absorben el dióxido de carbono y lo usan durante la fotosíntesis para sintetizar proteínas y conseguir la glucosa que necesitan para vivir.

De nuevo, como resultado de la fotosíntesis las plantas liberan el oxígeno al aire. Así se completa el ciclo. 

 


  Estamos hablando de un ciclo vital, ya que el oxígeno es necesario para que los seres vivos realicen una de sus principales funciones, la respiración. Este elemento es imprescindible para los organismos ya que sin él, mueren en un tiempo que varía de segundos a horas, según sus capacidades. Gracias al proceso de la respiración, el oxígeno es llevado a las células para que estas puedan obtener energía y funcionar de forma óptima.

  Aunque las plantas consumen cierta cantidad de oxígeno, éstas son eminentemente productoras. Para ellas, absorber dióxido de carbono es completamente necesario para comenzar su fotosíntesis y generar oxígeno como subproducto, el cual les sirve para producir su alimento. Una parte del O se consume durante la descomposición de los seres vivos a la litosfera; por ejemplo, a través del carbonato de calcio de las conchas de algunos moluscos.

  El oxígeno también es imprescindible para que la combustión y otras reacciones químicas y biológicas puedan realizarse. Otra pequeña parte se convierte en ozono, el cual forma una capa en la alta atmósfera que protege la biosfera de la intensa radiación solar e impide que el calor escape y se enfríe el planeta.

 


  En masas de agua donde el nivel de oxígeno es muy bajo, ya sea por la proliferación de bacterias o algas que lo consumen todo, por contaminación u otra razón, se produce un proceso de eutrofización y aparece lo que se llama hipoxia; en aguas hipóxicas no suele haber vida acuática.


Ramón Gijón, educador ambiental.

Fuente: bioenciclopedia.com

domingo, 23 de enero de 2022

El ciclo del agua.

El ciclo del agua.


  Se conoce como el ciclo del agua o ciclo hidrológico y es el circuito biogeoquímico más importante del planeta Tierra, en el cual el agua sufre una serie de transformaciones y desplazamientos fruto de reacciones físico-químicas, atravesando los tres estados de la materia: líquido, sólido y gaseoso, por lo tanto, es el proceso cíclico de circulación del agua en los diferentes estados, ya sea en estado líquido, sólido o gaseoso. La mayoría del agua que se encuentra en la tierra está en formato líquido, y esta abarca los océanos, mares, ríos, lagos, lagunas, aguas subterráneas y canales. La parte sólida se encuentra sobre todo en los polos y hielos continentales, y en una parte menos grande en las cimas de las montañas, en forma de hielo. La tercera parte es la que forman las nubes y el vapor en forma de gas líquido.

 


  Voy ha tratar de explicar de forma sencilla como funciona, al principio del proceso, el agua que se encuentra en estado líquido se evapora, se eleva a las capas altas y va formando las nubes. Al subir a alturas mayores, el vapor se enfría y condensa, formando las gotas que luego caerán de nuevo a la tierra en forma de lluvia o de nieve, una parte caerá directamente sobre mares y ríos, mientras que otra caerá en la tierra, que a su vez se filtrará por las capas y volverá a formar parte de las aguas internas de la tierra. A su vez los hielos que cubren determinadas zonas de la superficie terrestre también forman parte de este proceso.

  Existe otro ciclo complementario, denominado ciclo interno. En este caso todo sucede internamente, y el calor de la tierra hará que el agua salga al exterior en forma de aguas termales. Por lo tanto, las fases del ciclo del agua están compuestas por la evaporación, la condensación, la precipitación, la escorrentía, la circulación subterránea, la fusión y la solidificación. Pero veamos con mas detalle que son cada una de ellas.

 


Evaporación, La evaporación es el paso del estado líquido a gaseoso. En el caso del agua, este proceso se produce por la acumulación de energía, más concretamente del calor que proporciona la energía solar a través de sus rayos.

Condensación, El agua que se encuentra en estado gaseoso tras la evaporación vuelve a su forma líquida. Este proceso de condensación se puede comprobar claramente cuando en una casa se calienta lo suficiente el ambiente y la humedad del espacio se evapora y al contacto con las ventanas frías, crean una condensación que la devuelve a su estado líquido. En el caso del ciclo del agua, en el medio natural es cuando los gases se vuelven a transformar en agua, formando las nubes, la neblina o el rocío.

Precipitación, Tras la condensación, el agua vuelve a la superficie terrestre en forma de precipitación. Esta incluye las distintas formas que entran de la categoría de precipitación, tanto la lluvia como las lloviznas, la nieve, el aguanieve y el granizo.

Escorrentía, Se conoce como escorrentía al proceso de drenaje de las aguas procedentes de las precipitaciones en la superficie de la tierra. Esta se da por los propios canales que el agua ha ido formando sobre la capa terrestre como torrentes, ríos o lagos .

Circulación subterránea, El agua que se filtra al interior de la tierra forma una circulación subterránea. Se trata de una de las mayores cantidades de agua que se encuentra en los continentes y de la cual obtenemos en gran medida agua potable o de riego. Se encuentra bajo las rocas que forman la superficie terrestre.

Fusión, La fusión es cuando el agua que forman los hielos y los glaciares se derrite, pasando de sólido a líquido o gaseoso. El punto de fusión de la misma se produce cuando se superan los 0º.

Solidificación, La fase contraria a la fusión es la solidificación, en este caso es cuando las temperaturas disminuyen por debajo de los 0º y el líquido se transforma en sólido.

  En este proceso se omite completamente la actividad antrópica en la alteración de este proceso, ya sea con canaletas, represas y otras formas.

 


  Es importante saber que el agua es una de las sustancias más abundantes del planeta: aunque no infinita, un 71% de la superficie terrestre se halla cubierta por agua líquida, de la cual el 96,5% es agua salada de los océanos. Del agua dulce restante, el 69% se halla congelada en los casquetes polares; al mismo tiempo, entre un 1% a 4% de los gases de la atmósfera corresponden a vapor de agua.

  Por consiguiente, el ciclo del agua es vital para el mantenimiento y la estabilidad de la biodiversidad de nuestro planeta, no sólo para la vida tal como la conocemos, impensable sin acceso a este líquido vital, sino también para la regularidad del clima, de la temperatura mundial y de otras condiciones que determinan el funcionamiento de nuestro planeta.


 

  En este ciclo hidrológico intervienen diversos factores ambientales así como fuerzas internas y externas, como el viento y la luz solar. Como en en cualquier ciclo, no se inicia realmente en ningún punto determinado, sino que se trata de una continuidad de procesos que se repiten sucesivamente, movilizando cantidades de energía química. Si este ciclo por alguna razón se detuviera o alterara, los efectos serían catastróficos, por eso es vital controlar las emisiones de gases de efecto invernadero para no provocar un cambio climático irreversible en el que las regiones calientes tardarían mucho más en enfriarse, el agua se estancaría en los océanos y lagos y la vida sería muy difícil.



Fuente: concepto.de y ecocosas.com

Ramón Gijón, educador ambiental.


sábado, 23 de octubre de 2021

Los ciclos de la naturaleza.

Los ciclos de la naturaleza.



 En nuestro planeta la energía fluye a través de los ecosistemas de una forma circular y cíclica, lo común es que la energía mayoritariamente entra en forma de luz solar y sale en forma de calor. Estos procesos biogeoquímicos son de dos tipos, tenemos los de tipo sedimentario, cuando los nutrientes circulan por la corteza terrestre como el fósforo o el azufre, y tenemos los procesos de tipo gaseoso, cuando los nutrientes circulan por la atmósfera y los organismos vivos, bacterias, vegetales y animales. Por lo tanto la energía se transforma y se recicla, es decir, nuestros átomos no son precisamente nuevos, han estado reciclándose a través de la biosfera durante muchísimo tiempo y seguirán haciéndolo, es decir, han formado parte de muchos organismos vivos y compuestos no vivos en su trayecto, los seres humanos podemos creer o no en la reencarnación como concepto espiritual, pero la realidad física es demoledora.

 


 En los ecosistemas existen elementos productores, elementos consumidores y elementos transformadores, todos ellos hacen que la materia se transforme de forma cíclica, de esta manera, los elementos químicos que forman parte del mundo biótico (biocenosis), es el componente que tiene vida y hace referencia a los organismos vivos, retornan al mundo abiótico (biotopo), es el componente que carece de vida y hace referencia a la geología, la edafología, la atmósfera, la climatología y a la hidrosfera, de forma que se reinician de nuevo los ciclos de la naturaleza.

 


 Los elementos más comunes en las moléculas orgánicas son el carbono, el nitrógeno, el hidrógeno, el oxígeno, el fósforo y el azufre, pueden adoptar una gran variedad de formas químicas y se pueden almacenar por periodos largos o cortos en la atmósfera, en la tierra, en el agua o debajo de la superficie terrestre, así como en los cuerpos de los seres vivos. De esta forma, en los procesos geológicos, como el desgaste de las rocas, la erosión, el escurrimiento de agua y la subducción de las placas continentales, juegan un importante papel en este reciclaje de materiales, así como en la interacción entre los organismos.

 Por lo tanto, la manera en que los elementos se mueven y las transformaciones que éstos adoptan entre los elementos vivos y los no vivos, se conoce como un ciclo biogeoquímico, con esta nomenclatura se quiere reflejar el importante papel que tiene la química, la geología y la biología, en ayudarnos a entender estos ciclos de la naturaleza, estos ciclos biogeoquímicos son esenciales para la vida en nuestro planeta. Ahora bien, teniendo en cuenta que el agua contiene hidrógeno y oxígeno, y por lo tanto es imprescindible para los seres vivos, hace que el ciclo del agua sea el mas importante para comprender estos procesos y sus interacciones entre ellos.

 La hidrosfera, es el conjunto de lugares donde se puede encontrar el agua, conforme sigue su ciclo en la Tierra, es grande y diversa. El agua se presenta como un líquido en la superficie terrestre y por debajo de ella, como hielo en los casquetes polares y glaciares, y como vapor de agua en la atmósfera, mas adelante desarrollaré mas detalladamente cómo el agua se mueve entre estas formas.

 El agua compone más de la mitad de nuestros cuerpos, pero los humanos no podemos vivir solo de agua. Hay otros elementos esenciales que mantienen en funcionamiento a nuestros cuerpos y son parte de los ciclos biogeoquímicos, como el oxígeno, el carbono, el nitrógeno, el fósforo o el azufre.

 El oxígeno, es necesario para que los seres vivos realicen una de sus principales funciones, la respiración. Este elemento es imprescindible para los organismos ya que sin él, mueren en un tiempo que varía de segundos a horas, según sus capacidades. Gracias al proceso de la respiración, el oxígeno es llevado a las células para que estas puedan obtener energía y funcionar de forma óptima, mas adelante desarrollaré mas detalladamente el ciclo del oxígeno.



 El carbono, se encuentra en todas las macromoléculas orgánicas y es también un componente fundamental de los combustibles fósiles. mas adelante desarrollaré mas detalladamente el ciclo del carbono.

 El nitrógeno, es necesario para nuestro ADN y nuestras proteínas, y es fundamental para la agricultura humana, mas adelante en otro artículo desarrollaré mas detalladamente el ciclo del nitrógeno.


 El fósforo, es un componente clave para el ADN y es uno de los ingredientes principales, junto con el nitrógeno, en los fertilizantes artificiales que se usan en la agricultura. en otro artículo desarrollaré mas detalladamente el ciclo del fósforo.



 El azufre, es fundamental en la estructura de las proteínas y se libera a la atmósfera al quemar combustibles fósiles.

 Estos ciclos no suceden de forma aislada, y el ciclo del agua es un promotor particularmente importante de los demás ciclos biogeoquímicos. Por ejemplo, el movimiento del agua es esencial para la filtración del nitrógeno y los fosfatos hacia los ríos, lagos y océanos. El océano además es un depósito importante de carbono.

 Aunque cada elemento o compuesto tiene su propia ruta, todos estos nutrientes químicos esenciales circulan a través de la biosfera, y se mueven entre el mundo biótico (vivo) y el abiótico (sin vida), y también de un ser vivo a otro. 



Ramón Gijón, educador ambiental.

Fuente: khanacademy.org



 

domingo, 18 de julio de 2021

Efectos de la actividad antrópica.

Los cambios de uso del suelo.

 

 
  En el medio natural el paisaje pude sufrir alteraciones significativas, éstas pueden ser causadas por fenómenos naturales como la acción geológica del viento o la acción gelológica del agua, de hecho, estos son los agentes que mas incidencia tienen en el modelado del paisaje en todo el planeta.


 Pero en el modelado del paisaje, también interviene y de forma determinante la actividad antrópica, esta actividad ha modificado y deteriorado el paisaje cambiando el uso del suelo, ya sea extrayendo recursos naturales, desarrollando infraestructuras faraónicas, o generando enormes urbes o centros industriales, también hay que tener en cuenta la incidencia de la presión demográfica y las alteraciones derivadas de la contaminación.

 
 Cabe reseñar que en las alteraciones de orígen geológico o climático, la evolución es lenta y gradual, salvo en casos puntuales provocados por eventos catastróficos como erupciones volcánicas, inundaciones o terremotos. Mientras que en las alteraciones de orígen antrópico, la evolución es rápida y muy agresiva.

 En la Comunidad Valenciana, desgraciadamente se han padecido en los últimos 60 años muchos episodios de este tipo, todos tienen en común que han supuesto una gran huella en el paisaje y lo han fragmentado de una manera irreversible, podemos citar "el Plan Sur", los intentos de urbanizar los ahora espacios protegidos del Saler y la Albufera, incluso el intento de construir unas autopistas por el antiguo cauce del Turia, o mas recientemente "la zal", pasando por inumerables proyectos urbanisticos en muchos municipios Valencianos, que al calor de la especulación proliferaron en la última década.

 


  Pero para ver descriptivamente los efectos y sus alteraciones, el ejemplo mas evidente es "el Plan Sur". La Confederación Hidrográfica del Júcar encargó un estudio con tres posibles alternativas con el objetivo de desviar el Turia, finalmente se escogió la más faraónica y la que minoraba al máximo las posibilidades de que volviese a ocurrir un desbordamiento.

 


 La solución costó unos 4.000 millones de pesetas de 1959 y que se tenga constancia, no existe ningún estudio sobre la obra que afectó a 280 hectáreas de huerta productiva, partió pueblos enteros, viviendas rurales, patrimonio y desplazó en su momento a cientos de personas, tampoco se sabe nada sobre sus adjudicaciones y costes.

 La Solución Sur se materializó en un nuevo cauce de unos 12 km de longitud y 175 metros de cajero, capaz de desaguar 5.000 m3/s en una nueva desembocadura, tres kilómetros al sur del existente, las obras comenzaron en 1964 y se dieron por finalizadas en 1973.

 Ya en 1966 se aprobó un nuevo plan comarcal, mucho más ambicioso en sus propuestas de crecimiento, donde el interés hidráulico del Plan Sur quedó relegado a un segundo plano, en 1999, ingenieros, arquitectos y urbanistas hicieron un estudio y la conclusión fué que se había favorecido un desarrollismo materializado en autovías, equipamientos ferroviarios, canalizaciones e infraestructuras complementarias, teniendo como principal beneficiario el Puerto de València, y todo esto en una ciudad que todavía se hallaba muy vinculada a la huerta, el Plan Sur” también dejó al viejo Túria sin agua, aunque esta parte de la historia ha tenido un final mas feliz.


 Para terminar, “el Plan Sur”, que cumplió 50 años en el 2019, es un buen ejemplo de las graves consecuencias que tiene desde el punto de vista medio ambiental una actuación al cambiar el uso del suelo, causando un gran impacto medio ambiental, y una irreversible fragmentación y huella en el territorio.

 


 En el viejo cauce del Túria, como dije antes la historia ha tenido un final mas feliz, fué inaugurado en 1986 y la solución ha sido una participación ciudadana que en los años 70 se movilizó al grito de "el Túria es nostre i el volem verd", al tiempo que las autoridades de entonces acertaron en un buen planteamiento muy Parisino, que fué llevar el tráfico mediante túneles laterales y el viejo cauce se fraccionó en sectores que acogen una gran diversidad de diseños, usos y equipamientos, hoy tenemos el parque urbano mas grande del país, se ha convertido en un atractivo turístico, otro valor añadido es que a lo largo de su recorrido, conecta con otros parques y jardines como el jardín de las Hespérides, el jardín Botánico, el jardín del Real o el jardín de Monforte entre otros.


Ramón Gijón, educador ambiental.