miércoles, 18 de diciembre de 2019

Plantas estoloníferas.

Las plantas estoloníferas.

  La reproducción mediante estolones, sólo es una modalidad mas, de la denominada reproducción asexual o vegetativa, es decir, en este tipo de reproducción o propagación no intervienen las semillas, siendo muy numerosas las plantas que se valen de este procedimiento para perpetuarse, (ver el art. la reproducción asexual o vegetativa) a este tipo concreto de plantas se les denomina estoloníferas, por lo tanto, la función de un estolón es la de producir clones idénticos a la planta madre principal con el fin de propagar nuevos ejemplares o brotes.



  Los estolones, al inicio de su desarrollo dependen de la planta madre para su subsistencia y su alimentación, pero con el paso del tiempo adquieren autonomía y pueden generar estolones propios, continuando así el proceso de expansión y la colonización de grandes extensiones, ahora bien, este mecanismo que es extremadamente eficaz y rápido cuando lo que se busca expandir a la planta, puede volverse en nuestra contra, ya que es un sistema invasivo y dañino para el desarrollo de otros cultivos en huertos o jardines, por esto en muchos lugares les denominan plantas corredoras, porque logran cubrir grandes áreas de terreno. 


  Un estolón es un brote lateral, es una porción de tallo que surge a partir del tallo principal, y mas concretamente en la base del mismo, puede crecer horizontalmente con respecto al nivel del suelo o surge perpendicular al suelo (epígeo), o puede desarrollarse de forma subterránea, tienen entrenudos largos y cortos alternados que generan raíces adventicias, y justo en la separación de estos segmentos enraizados, es donde se generan las nuevas plántulas, que con el tiempo serán plantas autónomas, este tipo de reproducción es común en algunas plantas herbáceas y las plantas estoloníferas que mas conocemos son las fresas, los tréboles y las cintas, otras especies son la menta, la hierbabuena, el helecho, el estragón, el regaliz, la margarita estrellada, la violeta, algunos tipos de césped o algunas plantas acuáticas como la vallisneria o la sagittaria.


  En el caso de las fresas, al ser sus frutos muy deseados y su cultivo muy sencillo, sus cultivares se realizan con gran esmero; En el caso de los tréboles, son hierbas anuales o perennes con flores de color blanco, amarillo o blanco y purpura y debido a esa facilidad para expandirse, es frecuente utilizarlas como forraje; En el caso de la menta, la menta silvestre o la hierbabuena, son plantas que pueden llegar a convertirse en invasoras en los jardines, razón por la cual, se recomienda cultivarlas en macetas de gran tamaño, que permitan un desarrollo natural de la planta o como alternativa ha esto, colocar en el arriate unas planchas enterradas para que los estolones subterráneos encuentren una barrera física y poder controlar su expansión
 

  Por lo tanto, a la hora de hacer acopio de nuevos ejemplares de este tipo de plantas, el procedimiento es muy sencillo, ya que podemos seccionar las zonas entre nudos que contengan las raicillas, sin ningún miedo, para separar ambas plantas, y replantar el tallo secundario donde queramos, el estolón puede romperse por esa nueva planta o puede seguir creciendo y produciendo más ejemplares. Como ejemplos mas comunes, tendríamos con estolones aéreos, a la fresa y las cintas y con estolones subterráneos, a la menta y la hierbabuena, estas especies en concreto son muy prolíficas y fáciles de cultivar.

Ramón Gijón, delineante proyectista.

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