El
Jardín de Polífilo se encuentra en Valencia, ubicado en la
zona del P.A.U. Ademúz y el Palacio de Congresos, es una jardín
cerrado para dotar a estos nuevos espacios de una zona de
esparcimiento, con una superficie de casi 40000 mts2, se creó entre
1998, año en el que se plantó el primer árbol, y octubre del año
2000, año en que se inauguró, con un diseño del estudio de
paisajismo Citerea SL.
Es
el mayor espacio verde de la zona, se ha concebido como un jardín
romántico y evocador con zonas diferenciadas de sugerentes nombres
como, la plaza de las Puertas del Destino, El Guardián de los
Huertos, La Isla de Citerea, el Estanque de los Naranjos, La Plaza de
los Cipreses, o La Montaña Artificial. Unidos por ondulantes caminos
que configuran un espacio creado para el descanso y la relajación.
La inspiración, su diseño y su nombre provienen del protagonista de
Hypnerotomachia Poliphili, el sueño de Polifilo, del Dominico
Francesco Colonna, (Venecia,1467),
que
pasa
por ser,
una
de las obras cumbre del Renacimiento Italiano.
El libro
comienza con Poliphilo, que ha pasado una noche inquieta porque su
amada Polia, lo rechazó, Poliphilo es transportado a un bosque
salvaje, donde se pierde, encuentra dragones, lobos y doncellas y una
gran variedad de arquitectura fantástica, escapa y se duerme una vez
más.
Entonces despierta en un segundo
sueño, soñado dentro del primero, en
el sueño, algunas ninfas lo llevan a conocer a su reina, y allí se
le pide que declare su amor por Polia, cosa que hace, luego
es dirigido por dos ninfas a tres puertas, él
elige la tercera, y allí
descubre a su amada, ellos
son llevados por algunas ninfas más a un templo para casarse, en
el camino se encuentran con
cinco procesiones triunfales
celebrando la unión de los amantes, mas
tarde, son llevados a la isla
de Cythera en un
barco, con Cupido como contramaestre, allí ven otra procesión
triunfal celebrando su unión.
La narración se interrumpe, y una
segunda voz toma el relevo, con Polia describiendo su erotomanía
(trastorno
mental inusual en el que una persona, generalmente de un estatus
social inferior, mantiene la creencia ilusoria de que otra persona,
de estatus social superior, está enamorada de ella.)
hacia Polifilo, desde su propio punto de vista. Poliphilo reanuda su
narración después de un quinto del libro, Polia rechaza a
Poliphilo, pero Cupido se le aparece en una visión y la obliga a
regresar y besar a Poliphilo, que ha caído en un desmayo mortal a
sus pies, de vuelta a la vida, Venus bendice su amor, y los amantes
se unen por fin, Cuando
Poliphilo está a punto de tomar a Polia en sus brazos, Polia
desaparece en el aire y Poliphilo se despierta.
El parque se estructura a través de dos tramas superpuestas, una ortogonal a los ejes viarios y otra de diseño libre que articula diversos espacios de índole más íntima, con recorridos curvilíneos que establecen una relación más directa con la naturaleza, tiene un especial protagonismo el agua, con diversas fuentes y estanques a lo largo de todo el terreno. La vegetación es principalmente mediterránea, con especies como laureles, naranjos, manzanos, cipreses, almeces, falsos plátanos, tipuanas, árboles del amor y jacarandas, así como rosas y jazmines como principales flores, también hay zonas de césped y setos que enmarcan los caminos, así como también dispone de un área de juegos infantiles.
En
el jardín de
Polifilo en
la trama ortogonal, se
ubican tres plazas, una en la entrada principal, otra en la
intersección de los ejes menores del parque, la denominada plaza del
cubo, y una tercera en el cruce de otros dos paseos, formando un gran
estanque en el centro donde se encuentra una isla, la
isla de Citerea.
Las
entradas laterales potencian una interacción directa entre el jardín
y las viviendas existentes entorno al jardín, el
estanque tiene una función eminentemente ornamental y está
constituido por una gran lámina de agua abierta al cielo y punteada
por naranjos en alcorques sumergidos en el propio líquido, en
el centro del estanque se sitúa la isla que se convierte, así, en
un agradable lugar de descanso, cubierto por una pérgola de rosales
y clemátides a la que se llega por medio de dos pasarelas.
Sobre esta trama ortogonal de paseos se incorpora otra trama más
suave que aporta al parque todo aquello que la escala de la primera
no pormenoriza. Esta se caracteriza por unos paseos curvos que se
cruzan con los anteriormente mencionados. Espacios más privados e
íntimos, llenos de recorridos curvilíneos que conducen a la
sorpresa, y que establecen una relación directa entre nosotros y la
naturaleza. De esta manera, suaves pendientes abren distintas
perspectivas al paseante. Están cubiertas de tapizantes, masas
arbustivas y árboles en agrupación, también en alineación e
incluso con ejemplares aislados que pretenden detener la mirada, las
perspectivas se enmarcan con ondulantes líneas de setos que actúan
como pantallas para resaltar la visual que se abre desde el camino, a
la selección, distribución y equilibrio de las especies,
cuidadosamente realizadas, se añade el detallado diseño de los
espacios.
Cabe mencionar una zona que se ha mantenido como recuerdo histórico
de la huerta de naranjos existente antes de su urbanización, y que
se ha denominado el Guardián de los Huertos, está ubicada en una
depresión del parque, los naranjos se mantienen con la simplicidad
de la retícula original, otro elemento singular del parque es la
montaña artificial, situada en una de sus esquinas, accedemos a ella
por un camino que asciende hasta su cumbre desde donde se domina todo
el jardín y en especial la isla de Citerea con sus juegos de agua,
en esta montaña se encuentra el primer árbol plantado en el jardín
(una encina), el 26 de noviembre de 1998, y que nos recuerda, de
alguna manera, la pequeña montaña existente en el Jardín de
Monforte,
hay otros espacios que se articulan alrededor de éstos, como la
plaza de los cipreses, la plaza de los Sentidos, llamada así por el
diseño de su fuente que se encuentra situada en la primera
intersección de los caminos transversales, así mismo, cabe
destacar, que presenta una enorme diversidad de árboles, como son
los laureles, naranjos, manzanos,
cipreses, almeces, falsos plátanos,
tipuanas, árboles
del amor y jacarandas, así como rosas y jazmines
como principales flores, también
hay amplias
zonas
de césped y setos que enmarcan los caminos.
En
resumen, estamos ante un jardín muy singular, de los llamados de
colección, es un jardín de corte romántico, y como en el jardín
de Las Hespérides, nos encontramos con una trama o hilo conductor de
carácter mitológico y algo esotérico, es un gran jardín, que vale
la pena visitar y que nos hará olvidar por un tiempo, que estamos en
la ciudad.
Fuente:
valencia.es,
jardinesvalencia.es
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