domingo, 22 de diciembre de 2019

La biodiversidad.

La biodiversidad y la agricultura ecológica.

 La biodiversidad o diversidad biológica es el conjunto y la variedad de formas de vida que existe en nuestro planeta, esta biodiversidad, de una forma directa es la que garantiza el equilibrio de los ecosistemas de todo el mundo, y la especie humana no es una excepción en ella, ya que depende de la biodiversidad para sobrevivir. Irónicamente, la principal amenaza para la biodiversidad es la acción humana a través de la deforestación, los incendios forestales, la urbanización indiscriminada y los cambios en el clima y por consiguiente en el ecosistema.



  El daño que se causa a la biodiversidad no sólo afecta a las especies que la habitan en ese lugar, sino que perjudica mucho a las interconexiones que existen en las relaciones entre las especies y el medio ambiente en el que viven. Es muy triste que debido a la deforestación, la presión urbanística y los incendios, muchas especies se han extinguido antes de que pudieran ser estudiadas, o antes que se tomara alguna medida para tratar de preservar la especie y cuando se ha hecho, ya ha sido demasiado tarde.


  Para la agricultura ecológica, la diversidad biológica, es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo sostenible, ayudando al mantenimiento de esta diversidad biológica y cultural, esto es así, porque el fundamento de la agricultura ecológica está basado en las prácticas respetuosas con la naturaleza, mediante el uso de variedades locales, la rotación y la diversidad de cultivos, (Ver art. La rotación de los cultivos) un control de plagas mediante un uso integrado y una lucha biológica, (Ver art. La lucha biológica) el laboreo cultural, la fertilización orgánica y el pastoreo controlado, (Ver art. Las enmiendas) así como el uso de energías alternativas y la gestión del agua, ya que ha de ser sostenible, no aplicando pesticidas, biocídas y fertilizantes químicos y no contaminando con productos que no sean biodegradables, lo que se traducirá en una mayor presencia de insectos parásitos y depredadores de plagas; lo que quiere decir que además de considerar el conocimiento científico en los procesos ecológicos, conviene y se debe retomar el conocimiento local que ha demostrado ser útil durante generaciones y preservar la cultura agraria de nuestros antepasados.


  Por lo tanto, la denominada agricultura ecológica o sostenible, es un conjunto de prácticas encaminadas a centrarse no sólo en la viabilidad económica de los cultivos, sino que también se hace incapié en el uso eficaz de los recursos no renovables, transformando los huertos en centros de reciclaje, tan solo hay que imitar a la naturaleza, de esta forma, los residuos de los cultivos o el estiércol se pueden transformar en fertilizantes, (Ver art. El compostaje casero) el agua de lluvia la aprovecharemos para el riego localizado (Ver art. Riego localizado) y aprovecharemos la flora y la fauna local en el control de plagas*, y los beneficios se traducirán en que ahorraremos dinero, obtendremos alimentos mas nutritivos, mejoraremos nuestro entorno, (fertilidad del suelo, incremento del reciclaje de nutrientes, control de la erosión, etc), así como nuestra calidad de vida.


* En agosto empecé a colgar en la sección de medio ambiente, una serie de artículos sobre plantas beneficiosas para el jardín y el huerto, en ellos describiré a las especies que acogen y su influencia en los cultivos.



Ramón Gijón, delineante proyectista.


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