martes, 23 de mayo de 2017

Jardín Botánico de Valencia, I.- Cronología histórica.

Jardín Botánico de Valencia.


I.- Cronología histórica.




El huerto de simples.

  Los primeros huertos de simples surgieron en la Italia renacentista, concebidos como complemento práctico de los estudios de medicina. Los orígenes en Valencia se remontan al 1567, cuando los magistrados de la ciudad nombraron a Joan Plaza catedrático de Hierbas y le encargaron que creara un huerto para explicar las plantas medicinales a sus alumnos. No se sabe cuánto duró este huerto pero, de nuevo, en 1631 profesores de medicina, cirujanos y boticarios pidieron otro para cultivar plantas medicinales y mostrarlas a sus alumnos. Dos años más tarde se arrendaron dos huertos a las afueras de Valencia, al lado del convento de San Julián en la calle Sagunto, para cultivar las hierbas medicinales a cargo del catedrático de Hierbas Melchor de Villena.

  El año 1684, otro catedrático de Hierbas, Gaudenci Senach, recibió el encargo real de formar otro campo. Esta vez se adquirió una casa en la parroquia de San Lorenzo para dar clases, y se arrendó el huerto de al lado. Aún así, a inicios del siglo. XVII volvía a faltar un huerto como recurso, a pesar de que en las Constituciones de la Universidad de 1733 se insistía en su necesidad.


El proyecto fallido de la Alameda.

  Durante el siglo XVIII se produjo un cambio de orientación en la botánica, a partir de las expediciones durante el reinado de Carlos III a tierras desconocidas, el descubrimiento de nuevas plantas y el interés creciente por el desarrollo de las ciencias naturales y la agricultura. De esta manera, el concepto de jardín botánico, también cambió, y se concibió como un espacio donde estudiar y conservar toda clase de plantas, no solo las medicinales. La Universidad buscó el lugar que ocuparía el nuevo jardín en Valencia. El rector Demetrio Lorés hizo la propuesta de instalarlo en la Alameda en 1757, pero su propuesta no fué aceptada hasta tres décadas después.

  En 1787, con el plan de estudios elaborado por el rector Vicente Blasco se modernizaron los estudios universitarios y se remarcó la importancia de disponer de un jardín botánico para los estudios de botánica. La Real Sociedad Económica de Amigos del País de Valencia, dio su apoyo a su creación, y a finales del siglo, la ciudad de Valencia cedió los terrenos de la Alameda. Finalmente, el proyecto nunca fué llevado a término, a causa de las desavenencias surgidas en relación con la gestión del jardín entre la Real Sociedad Económica de Amigos del País y la universidad, esto sumado a la mala calidad de los terrenos y a las protestas ciudadanas que querían continuar utilizando el espacio del paseo de la Alameda para uso público.


El emplazamiento definitivo, el huerto de Tramoyeres.

  A inicios de 1802 el rector Vicente Blasco le encargó a Francisco Gil el diseño del Jardín Botánico en el Huerto de Tramoyeres. Antonio José Cavanilles asesoró al rector y participó activamente en el proyecto. Durante dos años se trasladaron plantas de la Alameda y del jardín del arzobispado de Puzol, se habilitaron instalaciones y se adquirieron libros y materiales para las clases.

  En 1805 fue nombrado director del nuevo jardín botánico Vicente Alfonso Lorente, que creó la Escuela Botánica ordenada según el método sexual de Linné. Inauguró el Jardín en 1806 y, seguidamente, empezaron las clases. Pero el desarrollo del Jardín Botánico se vio forzado a frenarse con la entrada de las tropas napoleónicas en la ciudad el año 1811. Lorente fue encarcelado y condenado a muerte, de la cual se salvó gracias a la intervención de León Dufour, un médico y naturalista que acompañaba a las tropas. Cuando se retiraron, José Paulí se hizo cargo de la dirección, pero hasta que José Pizcueta Donday fue director no se inició verdaderamente un proceso de recuperación. El Jardín alcanzó el máximo esplendor de su historia: se incrementó la colección de plantas, se construyeron instalaciones para su cultivo, y la Escuela Botánica se modernizó con la aplicación del sistema de ordenación del método natural d’Endlicher.

  Los siguientes directores del Jardín durante el siglo. XIX fueron Rafael Cisternas (1867-1876), José Arévalo Baca (1876-1888) y Eduardo Boscá (1888-1913). Bajo la dirección del segundo se amplió el Jardín para el desarrollo de la agricultura y se construyó el invernáculo de la balsa. Con Boscá se realizó la última gran construcción del Jardín: el umbráculo. A finales de siglo las clases de botánica se dejaron de dar en el Botánico para hacerlo en el edificio de La Nau, la antigua sede de la Universidad de Valencia.


El siglo XX, decadencia y resurgimiento.

  El Jardín padece los acontecimientos históricos de la primera mitad del siglo. XX: las guerras coloniales, la Guerra Civil, la posguerra y la riada del 1957. En este periodo de declive fue director Francisco Beltrán, que se encargó del mantenimiento de las colecciones y del intercambio de semillas, así como de la confección de un fichero de plantas cultivadas, aunque todo se perdió con la inundación provocada por la riada. Los dos años siguientes se trabajó para recuperar el Jardín retirando el barro y limpiándolo. En 1962 murió Beltrán y tomó el relevo de la dirección Ignacio Docavo.

  Las primeras acciones realizadas por Docavo se centraron en la recuperación de los edificios para volver a habilitar la biblioteca, el herbario y el semillero. En el exterior sólo quedaban plantados grandes árboles, y el umbráculo y los invernaderos se encontraban muy deteriorados. El jardinero y paisajista catalán Juan Pañella fue el encargado de remodelarlos con el fin de instalar un jardín de sombra y uno tropical. Más tarde, Pañella también se hizo cargo de la creación de un jardín de plantas suculentas.

  También bajo la dirección de Docavo se reinició la actividad docente; en primer lugar, con las clases prácticas de botánica de la Facultad de Ciencias y, a continuación, se añadieron las de Biológicas y Farmacia.


La restauración, un centro de ciencia cultura y naturaleza.

  En 1985, el Jardín Botánico es considerado en los Estatutos de la Universidad como un “centro universitario de investigación, docencia y cultura”, y pasa a depender del rectorado. Dos años después, el rector Ramón Lapiedra nombra director del Jardín al catedrático de la Facultad de Farmacia Manuel Costa y le encarga la elaboración del proyecto de su restauración integral.

  La restauración se llevó a cabo en dos fases, la primera (1989-1991) tenía como objeto la recuperación del espacio ajardinado, incluía la restauración de los edificios y la ampliación de las colecciones de plantas. Se instalaron nuevas colecciones en los invernaderos (orquídeas, bromeliáceas, plantas suculentas, tropicales, carnívoras) y se abrieron al público. También se volvió a plantar la Escuela Botánica, de acuerdo con los conceptos modernos de sistemática. El 12 de junio de 1991, las puertas del Botánico se abrieron al público. El Jardín emprendió una nueva etapa de divulgación científica, actividades educativas, investigación en biología de la conservación y actividades culturales.

  La segunda fase de la restauración comprendía la construcción del edificio de investigación, que fue inaugurado el 18 de mayo del 2000. Es nombrado director del Botánico Antoni Aguilella, comienza una nueva etapa donde la ciencia, la cultura y la naturaleza son los tres pilares del nuevo jardín del siglo XXI.

  Hoy cuenta con una importante colección botánica, con unas tres mil especies de árboles y plantas provenientes de los cinco continentes, destacando la colección de palmeras y árboles tropicales o la de cactus y otras plantas del desierto.



Fuente: Universidad de Valencia, Jardín Botánico de Valencia.

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