jueves, 5 de septiembre de 2019

El jardín Mediterráneo.

El jardín Mediterráneo.


  El jardín Mediterráneo es la herencia y la evolución de los jardines Islámicos, (ver el art.), estos jardines se implantaron a lo largo de la cuenca Mediterránea, y todavía hoy en día hay muchos lugares en España en donde podemos disfrutar de su belleza, (ver art. los jardines en el antiguo Islam), con el tiempo también han recibido influencias del paisajismo Inglés, (ver el art.), esto es así, porque se pueden conjugar los dos conceptos, es decir, mantener recintos cerrados y al mismo tiempo mantener una recreación natural de la naturaleza, mimetizándose con el entorno al hacer uso de plantas autóctonas o muy bien adaptadas, como se verá mas adelante.


  Estamos ante unos jardines que ofrecen una gran belleza, ya que en ellos se alternan las zonas de sombra y las zonas de agua con otras donde el sol es el protagonista, son respetuosos con el medio ambiente, ya que se adaptan muy bien a la climatología de buena parte de España, ya sea en la costa o en su interior, en el que los inviernos no son demasiado rigurosos y los veranos padecen de una fuerte y prolongada sequía estival, en estos jardines se aprovecha muy bien el agua, un recurso fundamental, por lo que siempre están presentes albercas, canalillos de agua serpenteando y pequeños surtidores que aportan frescura y un aire romántico, y además son eco-sostenibles, ya que su mantenimiento es fácil y requieren poco riego, por lo tanto, las plantas son capaces de soportar varias semanas sin riego en caso necesario, se trata de especies autóctonas o perfectamente adaptadas a la baja pluviosidad durante varios meses al año, esta es la razón de que este tipo de jardín predominara antes de que se impusiera la moda de tener grandes praderas de césped, al estilo Anglosajón, insostenibles desde el punto de vista económico y medio ambiental atendiendo a nuestra climatología Mediterránea.


  Las especies vegetales que siempre, en mayor o menor medida están presentes en estos jardines son, árboles de sombra como pinos, moreras, cipreses o laureles, también tenemos frutales autóctonos como limoneros, naranjos, higueras, caquis, olivos, almendros, madroños, o granados, que además de proporcionar sombra proporcionan frutos y aromas, en las rocallas y en los muros de contención, podemos ver una variedad enorme de plantas aromáticas, curinarias y medicinales como, lavandas, tomillos, romeros, albahacas, santolinas, menta, hierbabuena, melisas salvia, ajedrea, etc., como telón de fondo en paredes y separaciones, siempre tendremos parededes encaladas de blanco o de color albero, allí podremos ver parras, hiedras, buganvillas, jazmínes, bignonias, etc., también se aporta mucho colorido en los detalles, esto lo vemos reflejado en los maceteros que contienen pequeñas plantas de flor como claveles, geranios, tagetes, gazanias, verbenas, antirrinos, alisos, Margaritas, aves del paraíso, rosales, brezos, lantanas o esparragueras entre otras, así como en los pavimentos de cerámica, en los mosaicos, en las tejas y en los azulejos que aportan color y armonía al jardín, aquí es donde más se aprecia la herencia y la sabiduría Andalusí. 
 

 También encontraremos gran variedad de arbustos como, adelfas, galanes de noche, mirtos, retamas, hibiscos, viburnos, cotoneasters, o lentiscos.
En cuanto a crasas, podemos ver, aloe vera, kalanchoes, sedum, o agaves.
Por último, la nota exótica la tendremos con, palmitos, datileras, o whasintonias.

  En el jardín Mediterráneo, y después de lo expuesto hasta ahora, es de sentido común que su diseño y planificación, se harán en base a unos criterios de consumo de agua ecoeficientes y sostenibles, es decir, se trata fundamentalmente de hacer un uso racional del agua de riego cuando llega el verano, precisamente la estación de mayor sequía y en la que el incremento del consumo hídrico de las plantas es mas acuciante.


  Curiosamente en la década de los 80, las pautas tradicionales del jardín Mediterráneo fueron copiadas en los Estados Unidos, inspirados en el uso racional que aquí se hacía del agua y ante la creciente demanda de agua per cápita en sus medios urbanos, así como la imposibilidad de mantener los jardines urbanos en periodos de sequías, nac y se desarrolló en el Estado de Colorado el término Xeriscape (Xerojardinería o Seco-jardinería en Español), (ver el art. El Xerojardín) que aglutina un conjunto de principios y técnicas para hacer más eficaz y sostenible el consumo del agua en la jardinería, y que hoy en día son plenamente aceptadas por la gran mayoría de urbanistas, paisajistas y jardineros, conscientes de que hay que crear jardines bonitos, pero sostenibles y respetuosos con la diversidad local.



Ramón Gijón, delineante proyectista.

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