lunes, 21 de enero de 2019

Jardines escondidos, (III)

Jardín de Parcent.

 
 Callejeando por el casco viejo, en el barrio de Velluters nos encontramos con un pequeño rincón ajardinado que cuenta con cuatro fuentes que proporcionan un suave murmullo, lugares para el descanso y para entretener a los pequeños y la vegetación, la pérgola central y los soportes laterales con sus hiedras proporcionan frescura, es de planta rectangular y de diseño clásico, está resuelto con accesos desde sus cuatro lados que confluyen en una rotonda central porticada y protegida por una pérgola, el acceso principal se hace atravesando el arco que sigue siendo testigo de lo que allí hubo, ya que arropaba la puerta de entrada del gran Palacio de Parcent, que fué el segundo edificio más grande después de la Catedral de Valencia. Se trata de un pequeño jardín de Valencia entrañable y digno de fotografiarse, pero que esconde un pasado histórico y artístico de gran valor, desconocido para muchos.

Un poco de historia, en el recinto donde se ubica el actual jardín, se encontraba el palacio de Parcent, que fue construido en época de Carlos III (1759-1788) por la familia Cernecio, de origen Italiano, heredera de la casa Condal de Parcent que estaba ligada a la industria sedera. El palacio era de estilo neoclásico, era como he dicho antes el segundo edificio mas grande después de la catedral, disponía de dos claustros interiores, el palacio contaba con dos entradas, una a la calle Santa Teresa y la principal a la calle Juan de Vilarrasa, la actual portada que ahora vemos en el jardín era la principal, pero está situada en la calle Santa Teresa como acceso principal; Este palacio fue famoso porque en él estuvo alojado José Bonaparte en agosto de 1812, así como otras ilustres familias de la realeza Europea como los Reyes de las dos Sicilias, cuya hija venía a desposarse con Fernando VII. 
 

La arquitectura, con el tiempo se fué degradando y en sus últimos tiempos el palacio había perdido toda su grandeza, ya que fue usado como viviendas particulares y sedes de algunos negocios, desgraciadamente, su mal estado de conservación y la piqueta especulativa, hizo que el Palacio de Parcent fuera derribado en 1965 debido a su estado ruinoso, llevándose consigo toda la historia que sus paredes habían contemplado. El arquitecto municipal Emilio Rieta, se ocupó de salvar la portada del Palacio que cuenta con un bloque hecho con ladrillos a modo de dintel, en el que dice “Jardín de Parcent”, este bloque es un añadido a la portada, así como del trazado del jardín, en cuyo subsuelo alberga el primer parking subterráneo de Valencia, ya que en un artículo del periódico “Las Provincias”, podemos leer que se inauguró el 16 de diciembre de 1969.


El jardín, el pequeño espacio ajardinado lo realizó el ayto. de valencia en 1973 presenta un bonito espacio verde, de corte clásico, en su perímetro tenemos una decoración de la hiedra, los parterres interiores están formados por acantos, agapantos, cintas y aligustres, la sombra la proporcionan cítricos ornamentales y la pérgola porticada del interior, el sonido del agua proviene de cuatro fuentes con bellas estatuas procedentes del Palacio que fueron instaladas en 1973 en los jardines de Monforte, aquí estan las réplicas, y que curiosamente representan a 4 continentes, no estando Oceanía por el descubrimiento tardío y el desconocimiento de éste en aquella época, estas fuentes cuentan con un enrejado metálico que procede del jardín de el Parterre, ya que estuvo dispuesto allí hasta la riada de 1957.


  Como curiosidad, en cada una de las fuentes está una figura humana acompañada por un animal, Europa tiene un caballo, América tiene un caimán, Africa tiene un león y Asia tiene un camello. Personalmente, pienso que se le hubiera podido sacar mucho mas partido al jardín, ya que cuenta con una situación privilegiada y lamentablemente no aprovechada, ya que podría haberse diseñado desde el mercado central y la iglesia de los Santos Juanes por un lado y por el otro lado las escuelas Pías, sin tener que sufrir el horroroso edificio que alberga el banco de Santander y que corta toda la perspectiva hacia el mercado central.



Ramón Gijón, delineante proyectista.
Fuentes: valenciabonita.es y jdiezarnal.com

lunes, 14 de enero de 2019

La propagación por esquejes (I).

Los esquejes blandos y semiduros.


  Los esquejes blandos, son los esquejes que provienen de los tallos que aún no han comenzado a volverse leñosos por la base, este tipo de esquejes enraízan con más facilidad que los esquejes semiduros o duros, aunque necesitan calor y humedad para prosperar. Se pueden distinguir distintos tipos de esquejes, es decir, los esquejes pueden ser blandos, semiduros, leñosos, los leñosos en las coníferas, los foliares o de hoja, (ver la entrada del mes pasado) y la reproducción asexual o vegetativa, (ver el art., La reproducción vegetativa).

  Esta técnica de reproducción, la propagación mediante esqueje, probablemente sea la mas simple y fácil para reproducir plantas, además con esta técnica se garantiza que la nueva planta mantiene las características de la planta parental. De todas formas, para asegurarse de tener éxito y poder aumentar las probabilidades de tener nuevas plantas, en la reproducción por esquejes blandos tomaremos una serie de precauciones y de pautas, como:

  Siempre hay que elegir esquejes de plantas jóvenes y que estén sanas, para ello usaremos una navaja limpia y desinfectada, en el caso de plantas que producen follaje adulto y follaje joven, como es el caso de la hiedra, tomaremos esquejes de la madera que produce follaje joven. Los esquejes, como norma general se cortarán por la mañana temprano, ya que a esas horas el tallo está lleno de agua.

  También es conveniente que los esquejes, una vez cortados se mantengan con humedad, para ello se pondrán en un recipiente con agua o envueltos en papel húmedo dentro de una bolsa de plástico, para evitar que se sequen.
También es conveniente hacer unos esquejes de más, por si alguno no enraizara bien o porque queramos regalar un ejemplar a alguien.

  Para realizar la propagación por esquejes de madera blanda seguiremos los siguientes pasos:

1.- La elección, eligiremos esquejes de 10 o 15 cms., elegiremos brotes que crezcan a partir de una rama guía (rama principal) y cortaremos al bies o en bisel, 1 cm por debajo de un nudo, esto lo realizaremos en general, desde finales de primavera a mediados del verano.
2.- La preparación, una vez cortados, prepararemos los esquejes para reducir las pérdidas de agua, para ello eliminaremos las hojas basales (las hojas de la parte inferior del esqueje) y si las hojas son grandes, recortaremos el resto de hojas por la mitad, del mismo modo, también podemos eliminar el brote apical. Por otra parte, para estimular el enraizamiento, realizaremos una incisión recortando una fina tira de la corteza en la base de los esquejes, esta herida formará un callo que estimulará la producción de raíces, después cubriremos las heridas, cortes y nudos del tallo con una capa fina de hormona de enraizar.
3.- La plantación, tendremos preparada una maceta pequeña, de unos 10 o 15 cms de altura, con un sustrato humedecido formado por arena y vermiculita a partes iguales, bajo la maceta tendremos un cuenco con agua para mantener húmedo el sustrato, realizaremos un hoyo de 5 o 8 cms de hondo por cada esqueje utilizando un boli o un lapiz e introduciremos los esquejes compactando bien el sustrato.
4.- Los cuidados, para lograr el enraizamiento de los esquejes debemos mantenerlos a una temperatura entre 20º y 27º C, con luz tamizada y con una humedad relativa del 70-80%, para ello, podemos cubrir la maceta con una botella de plástico o crear una estructura de protección con madera o alambre por los laterales y una lámina de plástico en la zona superior, sin olvidarnos de que los esquejes deben mantenerse aireados y bien drenados, si todo vá bién, tardarán alrededor de dos meses en desarrollar raíces.
5.- El trasplante, después de dos meses, los esquejes habrán desarrollado raíces de unos 2 cms de largo, momento en el cual debemos trasplantarlos a macetas individuales con tierra fértil y rica en compost, por último, siempre deberemos mantener los esquejes protegidos del frío invernal y en primavera podremos trasladarlos al exterior.


  Los esquejes semiduros, los esquejes semiduros o semileñosos son tallos con madera blanda en la punta y más dura o leñosa unos 15 o 20 cms más abajo, algunas plantas como las coníferas y muchas plantas perennifolias de hoja ancha se propagan bien por esquejes semileñosos, aunque necesitan bastante calor y humedad para prosperar.

 Para realizar la propagación por esquejes semiduros, procederemos de la misma forma que los esquejes blandos, seguiendo los siguientes pasos:

1.- La elección, eligiremos esquejes de 10 o 15 cms., que hayan comenzado a volverse leñosos por la base, lo que según la especie y el clima, ocurrirá entre finales de primavera y principios de verano.
2.- La preparación, una vez cortados, prepararemos los esquejes para reducir las pérdidas de agua, para ello recortaremos los brotes laterales, así como las hojas basales, si el brote apical es blando, lo recortaremos también y si las hojas son grandes podemos recortarlas por la mitad, para estimular el enraizamiento, realizaremos una incisión recortando una fina tira de la corteza de 2 cms en la base de los esquejes, cuya herida formará un callo que estimulará la producción de raíces, después cubriremos las heridas, cortes y nudos del tallo con una capa fina de hormona de enraizar.
3.- la plantación, tendremos preparada una maceta pequeña, de unos 10 o 15 cms de altura, con un sustrato humedecido formado por arena y vermiculita a partes iguales, bajo la maceta tendremos un cuenco con agua para mantener húmedo el sustrato, realizaremos un hoyo de 5-8cm de hondo por cada esqueje utilizando un boli o un lapiz e introduciremos los esquejes compactando bien el sustrato.
4.- Los cuidados, para lograr el enraizamiento de los esquejes debemos mantenerlos a una temperatura entre 20º y 27º C, con luz tamizada y con una humedad relativa del 70-80%, para ello, podemos cubrir la maceta con una botella de plástico o crear una estructura de protección con madera o alambre por los laterales y una lámina de plástico en la zona superior, sin olvidarnos de que los esquejes deben mantenerse aireados y bien drenados, si todo vá bién, tardarán alrededor de dos meses en desarrollar raíces.
5.- El trasplante, después de dos meses, los esquejes habrán desarrollado raíces de unos 2 cms de largo, momento en el cual debemos trasplantarlos a macetas individuales con tierra fértil y rica en compost, por último, siempre deberemos mantener los esquejes protegidos del frío invernal y en primavera podremos trasladarlos al exterior.


Ramón Gijón, delineante proyectista.
Fuente: jardinerosenaccion.es

lunes, 7 de enero de 2019

Los jardines en Japón.

El jardín Japonés.

 El jardín Japonés, hay que entenderlo como parte integrante e indisoluble de la tradición en las casas privadas de Japón, en la vecindad de los parques de las ciudades, en los templos Budistas o capillas Sintoistas, y en lugares históricos como pueden ser los viejos castillos. Muchos de los jardines japoneses más famosos en Occidente y dentro del propio Japón, son los jardines Zen o jardines secos; La tradición de la Ceremonia del Té, influenciada por el budismo Zen, han generado jardines Japoneses refinados en un grado sumo, mas que cualquier otro estilo, ya que evocan la simpleza rural; Surgen muy pronto, ya que desde el año 794, como arte importado de China. Se desarrollará durante las eras Kamakura, Muromachi, Momoyama y el periodo Edo (1868), hasta los jardines que podemos admirar en la actualidad.

 Conceptualmente estos jardines tienen un paralelismo geográfico y topográfico con el propio paisaje Japonés, que como sabemos es un archipiélago de islas organizadas en su mayoría en torno al mar interior de Seto; Pero también hay que entenderlo como una visión del cosmos, sin duda, por la influencia de la religión sintoista, por lo que encontramos un gran vacío (mar) que se llena con objetos (islas), Las rocas son los elementos base del jardín, la roca como montaña o como isla, contenidos en el vacío que representa el mar, las rocas más usadas son aquellas de origen volcánico, frecuentemente de basalto.

  En lo referente a los elementos, tenemos la expresiónShima(isla), que se usa para designar a las rocas del jardín o al recinto que las contiene, y finalmente por extensión a todo el jardín, la expresión “Iwakura”, que significa el lugar que ocupan las rocas, en ocasiones se atan las rocas con una cuerda como si delimitaran el lugar que ocupan, esta práctica es una influencia procedente del jardín Chino, que usa rocas mucho más plásticas y redondeadas, las rocas Japonesas, por el contrario, son escarpadas, por lo general se escogen en función de su forma y se trasladan y colocan tal cual se encuentran en la naturaleza, evitando las manipulaciones y protegiendo las rocas de los daños que puedan sufrir durante el transporte. “El Monte Shumi”, es la montaña del eje del mundo para la religión budista, se representa como una roca solitaria en el jardín, es un lugar místico heredado del Monte Penglai de la mitología China, en cierto modo simboliza una especie de paraíso; Otras veces esta roca, representan la “Isla de los Bienaventurados”, o la Isla de las Grullas e Isla de las Tortugas, son representadas como piedras rodeadas por agua, estas piedras no se distinguen las unas de las otras, se dan forma a unas ideas que se transmiten por tradición oral, dando finalmente lugar a un modelo, por lo que podemos afirmar que el jardín Japonés es un jardín de iniciados.

 Aparte de las rocas, un jardín típico Japonés puede contener, de forma real o simbólica, otros elementos como, el agua, una isla de verdad, un puente a la isla, una linterna, típicamente de piedra o una casa de té ó pabellón; En estos jardines, la topografía imita la realidad pero en pequeña escala, es decir, es un micropaisaje. 

 En cuanto a los elementos vegetales, los más característicos son, el bambú, plantas de hoja perenne, como el Pino negro Japonés, árboles de hoja caduca como los arces que siempre están alfombrados por helechos y musgos.
 
 Cabe destacar el arte o la práctica de los bonsái, es sin duda un gran artificio, controlando el crecimiento del árbol, logran el mismo desarrollo que el árbol en estado natural, siguiendo patrones como el tronco inclinado por el empuje del viento; También tenemos al “Komatsu”, árbol de pequeño porte que siempre permanece joven (entre otras cosas, porque cuando comienzan a envejecer se cambian), simboliza la idea de la eterna juventud, para este cometido se usan pinos jóvenes, que tienen un color azulado como la mañana.

 La simbología, hay elementos del jardín, que aún siendo objetos naturales, simbolizan otra cosa distinta, de esta manera, tenemos la arena, puede simbolizar una montaña, o si está rastrillada el mar, y si está amontonada y ondulada en su parte superior representa la niebla (el viento va cambiando su forma, de manera que cada día puede tener una forma distinta). Las rocas, pueden simbolizar islas o montañas, o incluso representar agua (cascada seca), corrientes o también representan el oleaje.

 Otro aspecto importante es el tratamiento del espacio, siempre se configuran como una superposición de fondos, en primer plano los elementos principales, en segundo plano los elementos secundarios, en un tercer plano nos encontramos con el recinto del jardín (los jardines Japoneses son siempre jardines cerrados), en un cuarto plano, tenemos el llamado “Shakkei”, viene a significar escena prestada, se usa para incorporar algunos elementos del paisaje exterior relacionados con el genio del lugar para incluirlos en la percepción del jardín (por ejemplo, las copas de los árboles que sobresalen tras la tapia del jardín), por lo que la composición del interior del jardín se puede organizar o condicionar en función de estos elementos, a través de relaciones visuales; En este tipo de jardines, al igual que en los jardines Chinos, la sensibilidad, el respeto a la naturaleza y el mimo por el detalle, son pilares fundamentales en su diseño, aunque son mas intimistas.


Ramón Gijón, delineante proyectista.