lunes, 26 de agosto de 2019

Flora y fauna útil, 1.

Flora y fauna útil en agricultura ecológica.
Anthyllis cytisoides, Albaida.

  Voy a publicar una serie de artículos sobre flora y fauna útil en la agricultura y jardinería ecológica, afortunadamente es una práctica en expansión y es un medio para hacer mas sostenible nuestro entorno y favorecer la biodiversidad mejorando el medio ambiente.

  Su nombre científico es Anthyllis cytisoides, pero su nombre común es Albaida o mata blanca, pertenece a la familia de las leguminosas, es originaria de la región Mediterránea, siendo su hábitat toda la costa Mediterránea, Baleares, norte de África y Sudáfrica. Es un arbusto que puede alcanzar los 90 cm de altura, es de estructura leñosa con numerosas ramas de un tono grisáceo, con hojas son trifoliadas de color verde grisáceo y sus flores aparecen agrupadas a lo largo de las ramas y son de color amarillo pálido con un cáliz cubierto de pelo que dará paso al fruto que es una legumbre ovalada y puntiaguda con una sola semilla.

Clima y suelo, le gusta el clima cálido y tolera las heladas suaves, hay que resaltar que hablamos de una planta melífera, de la que se obtiene una miel monofloral, de consistencia ligera, considerada de primera calidad después de la de Azahar y Romero. En cuanto al suelo, suele estar en suelos ricos en cal aunque se desarrolla sobre cualquier tipo de sustrato, en colinas áridas, secas y pedregosas, suele formar colonias vegetales estables de tipo xerófilo, (ver el art. “el xerojardín”) cabe reseñar que es capaz tanto de germinar como de rebrotar después de los incendios y en su forma silvestre, junto con el romero y el esparto constituye una buena defensa del suelo contra la erosión y que gracias a su capacidad para acumular materia orgánica, ayuda a aumentar el contenido de la misma en el suelo dónde se encuentre.

Cuidados y usos, se trata de una planta con pocos requerimientos, ya que con pocos requerimientos, ya que tolera la sequía prolongada, lo que hace que sea una especie muy interesante para xerojardines, también tolera los suelos pobres. Por lo tanto, los riegos serán escasos, solo durante el primer año necesitará uno o dos riegos semanales, pero a partir del segundo no será necesario regarla salvo cuando la pluviometría sea escasa, en cuanto al abono, siempre con abonos orgánicos, como guano o estiércol cada dos meses, esparciendo un puñado alrededor de la planta, removiendo con la capa más superficial de la tierra y regando seguidamente.


  En jardinería y paisajismo, la Anthyllis cytisoides o Albaida, es muy valorada tanto por su follaje como por sus flores a nivel ornamental, como por su rusticidad, siendo ideal para crear manchas de color arbustivas que florecerán en primavera, bien como especie única o combinada con otras especies xerófitas (ver el art.“el jardín sostenible”) como siemprevivas, matagallos, o el hinojo marítimo entre otras. En el jardín buscaremos los lugares más soleados y arenosos, como por ejemplo las rocallas o grupos arbustivos, y si es en el huerto, es una planta benéfica que alberga a la fauna auxiliar autóctona que nos ayudará al control ecológico de plagas, recordemos que se trata de una planta melífera, y que las bayas que produce sirven de alimento a muchas especies de pequeñas aves, en caso de que falte el alimento en nuestros cultivos, además favorece la presencia de nectarios, dando alimento al Anagyrus pseudococci, avispa parasitoide del cotonet.



Ramón Gijón, delineante proyectista.



miércoles, 14 de agosto de 2019

El riego localizado.

El riego por goteo.

  Como ya he comentado en diferentes artículos, el agua es un bien escaso y caro por lo que es fundamental aprovechar muy bien ésta y hacer un uso sostenible de la misma a la hora de planificar y gestionar la huerta ecológica, el huerto urbano o un xerojardín. El agua va a condicionar el desarrollo de los cultivos, las cosechas, las plagas o las enfermedades, y la optimización de su uso ayudará a poder aprovechar mejor este recurso y si se opta por un sistema de riego por goteo, veremos que es un método de riego cómodo, sostenible y fácil de instalar tanto en huertas como en jardines, además se podrá conseguir una mayor fertilidad de la tierra, evitar que se erosione o fomentar la biodiversidad, sin olvidar que este sistema nos permitirá que ahorremos entre un 40% y un 60% de agua. Por lo tanto, el riego por goteo es una eficaz herramienta para poder manejar el agua de una manera sostenible y responsable.


  El riego por goteo, es una forma de riego que evita en gran medida que el agua se evapore, la erosión que provoca en el suelo es muy pequeña y nos permite controlar las cantidades de agua que aportamos. Su instalación es muy sencilla, consiste en colocar tubos en hilera cerca de los tallos de las plantas y a través de los goteros insertados o que se insertan en los tubos o tuberías, el agua va fluyendo de forma continua, uniforme y lenta gota a gota, o por un tiempo limitado según cómo lo programemos, así evitamos encharcar el terreno y mantenemos un cierto grado de humedad necesaria en la tierra.


  Las tuberías pueden estar enterradas ligeramente o colocadas de manera superficial sobre la tierra y para reducir la pérdida de agua por calor o por viento también podemos cubrirlas con un acolchado, se instala una vez que tenemos los bancales o el terreno preparado para el cultivo y después sembramos o trasplantamos nuestras plantas. Este tipo de riego puede ir desde el más sencillo y casero hecho con una manguera con agujeros finos y poco más, hasta los más sofisticados con cabezales de riego, programadores, fertirrigación etc. Es un sistema muy adaptable, ya que se instala en todo tipo de huertos y jardines, en grandes superficies en el suelo, en huertos urbanos en macetas y jardineras, en mesas de cultivo, o en jardines verticales.


También tenemos que tener en cuenta el clima, ya que que el calor y el viento aumentan la evaporación del agua, esto hace que parte del agua de riego se pierda, por lo tanto, durante los meses más calurosos del año hay que procurar regar a última hora de la tarde, ya que si lo hacemos a lo largo del día el sol puede producir quemaduras en las plantas y gran parte del agua se evaporará y se perderá; En cambio, durante los meses más fríos del año es preferible regar entre última hora de la mañana y primera hora de la tarde.


  Así mismo tenemos que observar la estructura del suelo, ya que los suelos pobres en materia orgánica retendrán peor el agua, con lo que habrá que enmendar con compost o humus de lombriz, (Ver el art. Las enmiendas) con lo que además de incorporar nutrientes y de mejorar la estructura del suelo va a mejorar la capacidad de retención del agua de riego de la tierra. Los suelos con tendencia a ser arenosos tendrán mayor facilidad para drenar el agua que los suelos con tendencia arcillosa, por lo tanto,necesitará riegos más frecuentes que si es arcilloso.

  Otra opción ha tener en cuenta, es el riego por exudación, o riego exudante, consiste en una manguera porosa que exuda agua a lo largo de toda su superficie, genera un caudal continuo de agua alrededor de toda su circunferencia, generalmente las mangueras están fabricadas con poliéster tejido, el riego por exudación funciona gracias a la fuerza de la capilaridad y a las diferencias de presión entre el interior de la manguera y el suelo. Estos factores están determinados por la composición, textura (proporción de arena, limo y arcilla) y estructura del suelo, así como de su contenido en agua en sus poros.

  En resumen, si optamos por el riego por goteo, obtendremos una serie de ventajas que a nivel personal serían:

Un ahorro de tiempo y esfuerzo en el riego, ya que éstos se pueden dedicar a otras labores en el huerto o el jardín al tener la opción de automatizar los riegos.

Un ahorro de agua ya que se hace un uso más sostenible y eficiente de ésta al ser un método de riego de bajo consumo de este bien tan preciado y limitado.

Como podemos programar y automatizar los riegos, este sistema es ideal para cuando no se puede atender el huerto o el jardín al estar de vacaciones ya que nuestras plantas seguirán recibiendo agua.

El riego por goteo permite llevar a cabo la fertirrigación a la vez que se riega, es decir, aportar al agua los preparados con nutrientes para mejorar la fertilidad de la tierra o para prevenir y combatir plagas y enfermedades.

  Y a nivel práctico serían:

El mantenimiento de un nivel óptimo de humedad en la tierra, ya que las plantas reciben la cantidad de agua que necesitan, sin excesos ni carencias.

No se produce erosión en el suelo ni pérdida de macro y micronutrientes de la tierra debido a la lixivación o la escorrentía superficial.

Las raíces de las plantas con riego por goteo tienden a crecer de manera vertical o profunda en lugar de horizontal o paralela al suelo, llegando a acceder a los nutrientes de las capas más profundas del suelo y a almacenar más agua.

Al no mojarse las partes aéreas de las plantas (hojas, flores, frutos, etc.) no hay problemas de que éstas se quemen por el sol una vez mojadas o que aparezcan plagas y enfermedades, al tiempo que se reduce la incidencia de enfermedades causadas por exceso de humedad (hongos) y problemas de raíces. (asfixia radicular)



Ramón Gijón, delineante proyectista.


miércoles, 7 de agosto de 2019

El xerojardín.

Plantas xerófitas.

  La palabra xerófita proviene del Griego, que significa xero-seco y fita-planta. Su hábitat natural son la cuenca Mediterránea, regiones continentales del interior, desiertos, estepas y roquedales áridos. Son un grupo de plantas que se han adaptado a la escasez de agua, modificando sus raíces, sus hojas y sus tallos, esta adaptación tan extraordinaria de las xerófitas, las ha llevado a tener raíces largas, hojas muy pequeñas, o cubiertas con pelos o cera o incluso pueden tener espinas o aguijones. Esto les permite captar cada gota del preciado líquido que se pose en la planta o que se encuentre alrededor de la misma, en condiciones desfavorables que otro tipo de plantas no resistirían, esto las hace plantas muy apreciadas en la jardinería actual, poniendo en práctica el concepto “xeroscape”, que se desarrolló en el oeste de Estados Unidos en la década de los 80, (ver el art. “El jardín sostenible”), creando jardines sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.

 Las xerófitas mediante ingeniosas adaptaciones que han desarrollado con el tiempo, han resuelto la escasez de agua y la climatología extrema, así nos encontramos con las freatófitas, que han desarrollado raíces profundas para absorber cantidades suficientes de agua del suelo casi seco, para ello cuentan con un xilema muy desarrollado, que contiene vasos de gran diámetro que permiten la circulación rápida de los fluidos, como ejemplos tenemos al Eucaliptus, el Adenium obesum (rosa del desierto) o el Prosopis.


 Las esclerófilas, han desarrollado hojas pequeñas, verdes todo el año, coriáceas, es decir, con limbo es duro y espeso, poco jugosas y con una baja relación entre superficie externa y volumen; el tejido vascular de las hojas, frecuentemente está reforzado por lignificaciones. Muchas plantas siempre-verdes tienen hojas revolutas para poder reducir la superficie de transpiración, otras las tienen escuamiformes o erectas, el excesivo calentamiento del limbo se evita mediante la posición de perfil, como ejemplos tenemos al Madroño, la Azalea o el Arrayán.


 La reducción, es otra ingeniosa adaptación, aquí las hojas han evolucionado en la formación de órganos aplanados, estos órganos aplanados, foliiformes, se forman para compensar la disminución de la fotosíntesis por la reducción de las hojas, algunas plantas presentan hojas con filodios, es decir, pecíolos aplanados de aspecto laminar, que frecuentemente persisten después que la lámina ha caído, como ejemplos tenemos a las Acacias.


  Espinas y aguijones, las espinas son formaciones agudas, aleznadas, en ocasiones ramificadas, provistas de tejido vascular, rígidas por ser ricas en tejidos de sostén,
ésta pueden tener un origen foliar como en la Acacia aroma (Espinillo), con espinas simples, en la Berberis vulgaris (Agracejo), con espinas trifurcadas o en la Euphorbia splendens (Corona de cristo), con las espinas que son estípulas modificadas. Las espinas pueden tener un origen caulinar, es decir que son ramas reducidas a espinas, como sucede en la Prunus spinosa (Endrino), en otras especies, el tejido vascular de la espina es una continuación del leño del tallo como en la Gleditsia triacanthos (Acacia negra), en otras ocasiones presentan espinas caulinares que a veces llevan hojas diminutas como en la Hydrolea spinosa (Abrojo), que es una planta palustre de nuestros humedales.
En cambio los aguijones carecen de tejido vascular y por ello son fáciles de arrancar, los aguijones de la Ceiba speciosa (el palo borracho), o de la Fagara rhoifolia (Tembetarí), son emergencias formadas por tejidos corticales del tallo.


  La suculencia, en muchos casos, la planta xerófita guarda su reserva de agua durante los cortos períodos de lluvia y la almacenan para la estación seca en los tallos, los cuales se engrosan, es el caso de las cactáceas o las caudiciformes, el agua la pueden almacenar en diferentes tejidos, en la epidermis, como ocurre en las hojas de las Piperaceae y los ficus; en el parénquima acuífero, donde las células parenquimáticas que almacenan agua son grandes, de paredes delgadas y con una gran vacuola donde se acumula el agua, en estos casos, cuando este tejido alcanza gran desarrollo y los órganos adquieren consistencia carnoso-jugosa, las plantas se denominan suculentas, son ejemplo de este tipo el Agave, el Aloe y el Mesembryanthemum (uña de león).


  En los tallos suculentos de las Cactaceae y en ciertas Euphorbias o Asclepiadaceae, la reducción de las hojas se extrema y las plantas son áfilas, es decir, carecen de hojas, en estos casos la función asimiladora de éstas es realizada por los tallos, en esta adaptación, se reducen las ramas laterales y las hojas son reemplazadas por espinas, aumentando la corteza para almacenar agua. Algunas Cactaceae presentan tallos aplanados con yemas axilares reducidas en los nudos y estrechamientos en los puntos de ramificación.


 El caso extremo de esta adaptación es el tallo esférico, con profundos pliegues y costillas que siguen las hojas que se insertan a lo largo de dos líneas opuestas en el tallo, estos tallos plegados pueden extenderse o contraerse en función de que el parénquima acuífero esté más o menos repleto de agua, las ramas que tienen un crecimiento limitado, es decir son ramas cortas, con ejes de crecimiento internodal reducido y por lo tanto hojas muy próximas entre sí, dispuestas muchas veces en roseta, a este tipo de plantas se les denomina brevicaules, en roseta o rosuladas, son ejemplos de este tipo los Kalanchoes, la Trasdescantia y otras muchas endémicas en localizaciones concretas.


  Con lo expuesto en este artículo, si nos decidimos por un jardín de xerófitas, está claro que disponemos de una enorme variedad de especies, muchas de ellas autóctonas, con lo que conseguiremos un mejor aprovechamiento hídrico, proporcionaremos alimento y refugio a un mayor número de especies silvestres, entre ellas numerosas aves, insectos y mariposas, en la medida de lo posible tenemos que imitar a la naturaleza disponiendo de una gran diversidad de plantas y ambientes (zonas de arboledas, arbustos, rocallas, zonas de plantas aromáticas, tapizantes, recubrimientos vegetales e inorgánicos, etc.) que son de gran atractivo para la fauna silvestre y tendremos un jardín eco sostenible, ya que nuestro diseño estará basado en el uso racional y eficiente del agua; Aunque resulte paradójico, el xerojardín puede ser un lugar de gran belleza con mucha riqueza y vida.



Ramón Gijón, delineante proyectista.
Dedicado a mis amigos con los que comparto el respeto por el medio ambiente.