domingo, 18 de febrero de 2018

Técnicas de cultivo.

La jardineria ecológica, técnicas de cultivo.

  Al utilizar técnicas ecológicas aplicadas a la jardinería o al huerto, para evitar o minimizar el desarrollo de plagas enfermedades y malas hierbas, tenemos que partir de unos conceptos básicos como, no hacer nunca uso de pesticidas o herbicidas de síntesis, hay que priorizar en la elección de especies y en variedades que sean resistentes y hacer uso de las técnicas de cultivo adecuadas, ya que éstas desempeñan un papel importante en la protección de las plagas, enfermedades y malas hierbas, para ello, se emplean técnicas como la solarización, el compostaje casero, lucha biológica, es decir, el uso de enemigos naturales de las plagas, (como las mariquitas o trichogramma), goteo solar, o productos fitosanitarios autorizados para su uso específico en la jardinería ecológica.

  Técnicas del cultivo ecológico, como menciono en esta introducción, las labores culturales o técnicas agronómicas, contribuyen a evitar o minimizar el impacto de las enfermedades que afectan a los cultivos, son siempre medios preventivos que tienen un buen índice de eficacia, estas técnicas se realizan antes de la plantación o durante el periodo de crecimiento de ésta.

  Técnicas preventivas previas al cultivo:

1.-Labores de preparación del suelo, (el laboreo, la escarda o la nivelación del terreno).
2.-Uso adecuado de sustratos, estiércol o abonos adecuados y con conocimiento de su origen.
3.-Eliminación de restos del cultivo anterior.
4.-Desinfección de las herramientas y aperos, (motoazada, subsolador, etc.).
5.-Instalaciones de riego apropiadas al cultivo.
6.-Cubrir las balsas de riego para impedir la transmisión de patógenos a través del agua de riego.

  Técnicas preventivas durante el cultivo:

  La instalación, mantenimiento y uso correcto de los riegos, para evitar el encharcamiento del suelo; Hacer un uso racional del abonado, evitando los aportes excesivos; La eliminación de restos vegetales que puedan suponer una fuente de infección; La desinfección de las herramientas y aperos utilizados, (tijeras, azadas, etc.); Y eliminar y quemar los órganos de la planta afectados, para evitar que la enfermedad se propague a otros ejemplares.

1.-La Preparación del suelo, el laboreo y la escarda, (desherbado) es muy beneficioso para el jardín o el bancal de nuestro huerto, estas labores nos ofrecen una serie de ventajas como:

  El laboreo, mejora de la estructura del suelo, por lo que la retención de la humedad en las capas superficiales dura más tiempo y favorece el drenaje en tierras encharcadas, esta aireación del suelo impide la proliferación de algunos patógenos, tales como nematodos y bacterias.
Acondiciona el suelo para la siembra o el trasplante, el desterronado y la nivelación, las labores de escarda y roturado permite el control de las malas hierbas, así como facilita la incorporación de materia orgánica, restos compostados de material vegetal, enmiendas o abonos verdes, ya que los restos de los cultivos anteriores pueden ser incorporados al suelo lo
que permite la nutrición del terreno.

  La escarda, (desherbado) en los jardines y huertos urbanos ecológicos, es recomendable para evitar la acción desecante del sol, mantener el suelo con una cubierta vegetal durante todo el año, (para que de esta manera no se reseque la tierra), también evitaremos la presencia de hierbas no deseables en el campo, es decir, habrá que arrancar con una herramienta ligera con lamas afiladas, (legón o azadilla), las raíces de las hierbas, removiendo la capa superficial y aireando el suelo, ni que decir tiene que las herramientas deben ser de acero de calidad, afiladas y deben mantenerse siempre en buen estado.

  2.-Utilización de nutrientes, las plantas necesitan básicamente aire, luz y agua para poder obtener los elementos más importantes en su ciclo vital, (energía, carbono, nitrógeno, oxígeno e hidrógeno) el resto de elementos minoritarios, que no puede obtener por estas fuentes, se deben incorporar desde el suelo, como ya sabemos, la mayoría de los nutrientes que necesitan las plantas ya se encuentran presentes en el suelo, por lo que nuestra trabajo consistirá únicamente en reponer sólo algunos de ellos.
Los nutrientes se encuentran en la materia viva y en la materia orgánica en descomposición, son naturales, de muy fácil asimilación y nada contaminantes, tenemos a nuestro alcance diferentes formas de aportar abonos y sustratos naturales, que además, son favorables para la propagación de la flora microbiana del subsuelo y ayudan al control de plagas, pueden ser de origen animal o vegetal. (Ver en esta sección la entrada 12/17, las enmiendas).

Entre los de origen animal tenemos, el estiércol, (vaca, caballo, ovino, caprino o cerdo) purines, restos orgánicos de animales, (harina de sangre, de cuernos, de pescado y de carne), excrementos de ave como el guano o gallinácea.
Entre los de origen vegetal tenemos, residuos orgánicos vegetales como el orujo de uva, orujo de aceitunas, compost, humus de lombriz, abonos verdes, (se obtienen de cereales, leguminosas y crucíferas), son cultivos realizados con la función principal de enterrarlos, también podemos disponer de algas desalinizadas o biofertilizantes, (bacterias o aminoácidos de origen vegetal nitrogenados).

  3.-Eliminación de restos del cultivo anterior, es evidente que para desarrollar esta práctica, el arriate o el campo de cultivo debe estar en uso desde la temporada anterior, las razones de la importancia de esta práctica, radica en tres principios básicos:
Sirve de abonado y aporta nutrientes al suelo, en el caso de que enterremos los restos.
Al enterrarlos, mejoramos la estructura del suelo, para el asentamiento del nuevo cultivo.
En el caso de que tuviéramos alguna enfermedad bacterial o vírica, en la temporada anterior la única forma de que no se reproduzca en el cultivo de este año, será procediendo a eliminarlo.

  4.-Desinfección de las herramientas y aperos, la desinfección de las herramientas utilizadas en las labores de cultivo, es una actividad recomendable, ya que es una de las principales vías de entrada de virus, bacterias y hongos que afectan a los cultivos, existen varios métodos para desinfectar las herramientas de uso cotidiano, utilizando algún método físico o químico:
Aplicar calor húmedo, puede hacerse por medio de agua hirviendo o vapor, de los dos, el más factible es el de agua hirviendo, aunque a la temperatura que hierve el agua pueden sobrevivir algunos virus, podemos solucionar esto si mantenemos la herramienta durante tres minutos en agua hirviendo y seguidamente la ponemos en agua fría, de esta manera, el choque térmico, desnaturalizará las proteínas de los patógenos.
Aplicar calor seco, podemos aplicarlo mediante quemadores de gas, lámparas de alcohol, encendedores o cualquier otro aparato que produzca una llama estable y controlada, colocando la herramienta sobre la llama por

 5.-Instalaciones de riego apropiadas, el agua es el elemento que transporta las sustancias nutritivas del suelo hasta la planta, que los absorberá a través de las raíces, pero además, este
elemento favorece la proliferación de microorganismos y los hongos, que pueden provocar enfermedades en los cultivos. Cada planta, en cada fase de su desarrollo tiene unas necesidades hídricas diferentes, por ello resulta muy importante la dosificación, la periodicidad y la frecuencia de los riegos, un exceso de riego no sólo es perjudicial en cuanto a que los nutrientes del suelo se lixivian, tambien puede provocar la aparición de enfermedades criptogámicas (hongos), ya que se debilita a la planta y se produce asfixia radicular.

 6.-Cubrir balsas de riego, siempre que podamos deben cubrirse las balsas con malla de sombreado, ello mejora la calidad del agua, ya que al disminuir la luz, disminuye la capacidad fotosintética y evita la proliferación de algas.
Aunque esto no afecta a la presencia de sólidos suspendidos y tampoco a los nutrientes, las aguas marrones denotan la presencia de barro y partículas en suspensión, las aguas verdes, denotan un exceso de nutrientes y la presencia de algas y el agotamiento de oxígeno.





Ramón Gijón, delineante proyectista.

jueves, 8 de febrero de 2018

Morfología de las plantas, (II).

Morfología de las plantas, flores, frutos y semillas.


 La flor, es el órgano reproductor de la planta, la mayoría de las flores son hermafroditas o perfectas, es decir, poseen órganos masculinos, (androceo) y femeninos, (gineceo), sin embargo, hay especies de plantas con flores dioicas, solamente masculinas o flores solamente femeninas, (necesitando dos plantas de ambos sexos próximas si se desea conseguir la polinización), y especies de plantas monoicas, con flores masculinas y flores femeninas en la misma planta. Para que una flor de frutos, ésta debe ser previamente polinizada, la polinización se puede realizar gracias al viento o a través de insectos u otros animales que se posan en la flor atrapando entre sus patas el polen y transportándolo de unas flores a otras.

  Las flores se componen de cuatro partes principales, el perianto, el androceo, el gineceo y el eje floral.

  El perianto, es la parte no reproductiva de la flor, lo forman la corola, (formada por los pétalos coloreados) y el cáliz, formado por los sépalos, son los que acogen el capullo de la flor durante su formación, una vez crece ésta, suelen ir abriéndose y doblándose hacia atrás para favorecer la brotación de los pétalos de la flor.

  El androceo, es la parte masculina de la flor, la conforman los estambres formados con filamentos, (fragmento alargado) y anteras, (bolsa con grano de polen).

  El gineceo, es la parte femenina de la flor, en el carpelo, que está constituido por uno o varios pistilos, en cada pistilo tenemos un estigma, (receptáculo para recoger el polen), un estilo (tubo conductor hacia el ovario) y un ovario, (donde se encuentran los óvulos que han de ser fecundados por el polen masculino).
 
  El eje floral, es la estructura que soporta la flor y está formado por el tálamo y el pedúnculo.

El fruto, una vez que la flor ha sido polinizada y fecundada, el ovario de ésta se transforma en fruto, y su misión principal será proteger la semilla y reservar el alimento hasta que acabe de madurar, ya que una vez maduras darán lugar a una nueva planta, algunas semillas son expulsadas de forma natural por los frutos y otras necesitan ser extraídas o comidas por los animales.
 
  En los frutos podemos encontrar la semilla y el pericarpio, en el pericarpio distinguimos tres partes formadas por el epicarpio, el mesocarpio y el endocarpio, siendo el epicarpio la parte mas externa del fruto.

Epicarpio, o exocarpo, es la parte que protege al resto del fruto, (pericarpio) del exterior, es la epidermis protectora del fruto, es frecuente que contenga pigmentos, es lo que comúnmente llamamos piel.

Mesocarpio, es la parte mas voluminosa, suculenta y comestible de las frutas, comúnmente llamada pulpa.

Endocarpio, es la capa interna del pericarpio, es la parte del fruto que rodea a la semilla; En el caso de las las bayas, (arándano) el endocarpio es muy blando y contiene gran cantidad de pequeñas semillas; En los hesperidios, (cítricos) el endocarpio se modifica y son gajos jugosos que contienen las pepitas y es la única parte consumida, el mesocarpio cítrico es una fibra blanca; En las drupas, (durazno) es un hueso duro que rodea a una única semilla; En los pomos, (la manzana) el endocarpio es coriáceo.
 
  Atendiendo a los diferentes tipos de pericarpios, estos se clasifican en, frutos secos y frutos carnosos, los frutos secos no suelen tener un crecimiento largo y no acumulan grandes cantidades de azúcares, pueden ser dehiscentes, es decir, se abren en la madurez para liberar las semillas, o pueden ser indehiscentes, esto es, no se abren, para liberar las semillas, en este caso, los tegumentos del óvulo generalmente desaparecen o se fusionan con el pericarpio.
Los frutos carnosos, tienen un crecimiento conforma van madurando y en este proceso acumulan azúcares, pueden tener cáscara como los cítricos, (naranjas, pomelos, limones, mandarinas) o no tenerla como el tomate, los frutos carnosos pueden adoptar formas diferentes como, bayas, drupas, pepónideso pomos.

 Como curiosidad, la clasificación de los frutos está basada en una clasificación realizada por Weberling y Schwantes en 1987.

 
La semilla, es el final de un ciclo para la planta, ya que es el envoltorio del que se sirve la planta para poder perpetuarse, cuando hicieron su aparición las plantas en tierra firme éstas evolucionaron hacia el desarrollo de semillas, de esta manera, el óvulo permanece dentro de la planta madre, para ser fecundado como vimos anteriormente, por un espermatozoide que puede proceder de esa misma planta o de otra. El óvulo fecundado, (cigoto) permanece en la planta madre hasta que se desarrolla en una semilla, generalmente con una envoltura dura, entonces es liberada para que con las condiciones adecuadas pueda producir una nueva planta, en ningun momento de este proceso el espermatozoide requiere el agua como vehículo.
 
  En la reproducción sexual, la planta para perpetuarse, tiene que hacer llegar el polen al ovario, siendo la forma más sencilla la autopolinización, (el polen se traslada del estambre al pistilo sin abandonar la flor), en la polinización cruzada, es el polen de otra planta distinta el que fecunda su óvulo, estos granos de polen son los que transportan el espermatozoide para las plantas de semilla, de esta manera, si el polen se posa cerca del óvulo de la planta adecuada, fecundarán el óvulo y harán que la semilla empiece a desarrollarse, este polen puede ser llevado de una a otra planta a través del viento o por medio de animales tales como las abejas o los colibríes, de manera que esta polinización da como resultado la producción de frutos. 
 
  Cabe destacar, que las plantas han desarrollado diferentes formas de reproducción según su especie para asegurarse la perpetuidad y además de reproducirse sexualmente, se valen de la reproducción asexual o vegetativa, (ver la entrada, la reproducción vegetativa), en este caso, a través de una única planta se produce otra exactamente igual, este tipo de reproducción puede realizarse por división natural de rizomas, tubérculos, bulbos o estolones, también pueden tener lugar acodos o injertos de forma espontánea que den como resultado nuevas plantas.

  En una semilla, podemos distinguir, el embrión, que es la planta muy pequeña, contenida en la semilla, se encuentra aletargada, dentro del embrión se distinguen cuatro partes.

Radícula, es una primera raíz rudimentaria que tiene el embrión, a partir de esta raíz se desarrollarán raíces secundarias y pelillos para mejorar la absorción de nutrientes.

Plúmula,es una yema que se encuentra en el lado opuesto a la radícula.

Hipocotilo,es el espacio entre la radícula y la plúmula, esta parte se convertirá en un tallo.

Cotiledón, es la primera o dos primeras hojas del embrión de una planta fanerógama, según el número de cotiledones que tiene la semilla se divide en monocotiledóneas, que tendrán una sola hoja, mientras que las dicotiledóneas desarrollan dos cotiledones.

  Tambien podemos observar el Endospermo o albúmen, que es la reserva de alimento que tiene la semilla, normalmente almidón; El Epispermo, es la capa exterior, garantiza su protección y tambien regulan la absorción de agua para que comience la germinación, en las gimnosperma está formado por una sola capa denominada testa, mientras que en las angioesperma está formado por dos capas, la testa y el tegumen que está por debajo.




Ramón Gijón, delineante proyectista.

Parque de Cabercera.

Parque de cabecera.

  Después de publicar un par de entradas dedicadas a unos jardines singulares, que tienen en común el haber sido inaugurados hace poco tiempo y en los que se han cuidado los detalles y la temática, voy a publicar unas entradas en las que describiré los principales parques urbanos de Valencia, estos parques tienen en común una construcción cercana en el tiempo y en cuanto a diseño, salvo algunos guiños a otros estilos, son parques urbanos contemporáneos, sin mas pretensiones que servir de solaz y esparcimiento al ciudadano urbanita.

  Como habrá que empezar por uno, hoy empezaré por el Parque de Cabecera, su diseño responde a la voluntad expresa de recuperar el paisaje histórico del río y su cauce, está ubicado en el lecho histórico del río Turia y prolonga el cinturón verde del antiguo cauce, cumpliéndose así, en parte el proyecto que unificará el brazo natural del Turia con el artificial.
En este parque metropolitano, su singularidad radica en que recrea el paisaje original del Túria dando el protagonismo al agua, que con su discurso nos va presentando la topografía, la vegetación, lo recorridos y los diferentes equipamientos del parque, fue inaugurado en julio de 2014, y ofrece a la ciudad y su área metropolitana un espacio verde, que por su extensión y configuración, actúa como marco para la realización de numerosas actividades, ya que dispone de un auditorio al aire libre, un embarcadero, bar y áreas de juegos para niños.

  Consta de cuatro grandes áreas: la Colina Mirador, el Bosque de Ribera, el Bioparc y el Parque zoológico. El lago, la vegetación, la topografía y los recorridos son los elementos articuladores y unificadores del parque, la topografía, con las diferentes cotas del terreno, consigue crear ambientes íntimos con amplias vistas, recreando con gran acierto el origen aluvial del lecho del río que favorece la formación de islotes de sedimentación por el paso del agua, muy característico de nuestra geografía, la disposición de estos islotes y la vegetación enriquece la secuencia visual de los recorridos peatonales y ciclistas.

  Desde el extremo occidental del Jardín del Túria parten los dos recorridos principales del parque, el Paseo del Molí del Sol y la Senda de Ribera, situados uno a cada lado del lago, la Colina Mirador, es un hito visual desde donde poder detenerse a contemplar la naturaleza, la ciudad y el propio Parque de Cabecera, esta colina tiene una diferencia de cota respecto a la calle de 15 metros, actúa como rótula entre los Jardines del Túria y el Parque de cabecera, desde este mirador, se pueden disfrutar unas vistas
panorámicas espectaculares, del propio Parque de Cabecera y del Parque Natural de la Sierra Calderona, además actuá como el soporte del auditorio al aire libre que queda enmarcado con el lago de telón de fondo.

 El Bosque de Ribera hace de nexo de unión entre el medio terrestre y el acuático, el lago artificial y los brazos, en las zonas húmedas, encontramos árboles caducifolios como fresnos (Fraxinus angustifolia), chopos (Populusnigra, Populus alba), arbustos, gramíneas, plantas acuáticas y semiacuáticas, en los bancales más altos, una vez que desaparece la humedad, los pinos, (Pinuspinea, Pinushalepensis) y arbustos como el lentisco (Pistacialentiscus) muestran un paisaje típicamente Mediterráneo, en los paseos mas limítrofes a la ciudad y en algunos puntos emblemáticos encontramos alineaciones de árboles mas propios de jardinería urbana, como jacarandas (Jacaranda mimosifolia), tipuanas (Tipuanatipu), y parquinsonias (Parkinsoniaaculeata).

Dentro del parque de Cabecera y formando una simbiosis con éste, nos encontramos con el Bioparc, aunque este sector es de explotación privada, se trata del mayor parque zoológico de la ciudad, es una cita indiscutible para el público infantil y no tan infantil, este parque tiene la peculiaridad de llevar al visitante totalmente al hábitat de los animales y no al contrario, como ocurre con los zoológicos tradicionales, es el concepto llamado zoo-inmersión.

El Bioparc tiene como objetivo, fomentar el respeto por los animales y concienciar al ciudadano sobre el cuidado del medioambiente, comprometiéndose con la educación y la conservación de los animales, algunos en peligro de extinción, como Leopardos, lémures, hienas, leones, jirafas, gorilas, rinocerontes, hipopótamos, puercoespines, avestruces, elefantes, y nutrias entre otros, todos ellos conviven entre sí en este mundo zoológico, que ofrece experiencias emocionantes en cada recodo del parque y en el que podemos encontrar “Un pedazo de África en Valencia”.

  En este zoológico, las barreras son prácticamente invisibles y los animales campan a sus anchas, consta de una extensión de 100.000 mts2, dispone de un espacio de acogida y bienvenida en un área de fácil acceso desde la ciudad y otra área integrada en el Parque de Cabecera que recrea los diferentes biomas y hábitats como la Sabana, los bosques de Madagascar y África Ecuatorial, reproduciendo las zonas bioclimáticas con la vegetación original de cada área con acacias africanas y vegetación autóctona compatible, como algarrobos, y reproducciones artificiales de grandes rocas, cuevas o baobabs, arquitectónicamente, una espectacular pasarela peatonal de 145 m de longitud, dispuesta sobre el antiguo cauce, conecta el área de la entrada con este pedazo de África en Valencia, en los próximos años está previsto su ampliación en 20.000 mts2 mas para dedicar parte del Parque al Sudeste Asiático y América del Sur.

  En cuanto a equipamientos, como he comentado anteriormente, el parque dispone de un auditorio al aire libre, un embarcadero, bar, dos áreas de juegos de niños y el Molí del Sol, (1860), construcción rehabilitada que es sede de un retén policial y de exposiciones temporales y está previsto que sea museo del Turia, sub-sede del Museo de Historia, ubicado a 500 mts. del parque en el vecino barrio de Arniches de Valencia, que reflejará la simbiosis entre el río y la ciudad.




Ramón Gijón, delineante proyectista.
Fuente: jardinesvalencia.es

sábado, 3 de febrero de 2018

La preparación del suelo.

Mantenimiento del jardín, la preparación del suelo.


  2.- La preparación del suelo, una vez realizada la planificación, ha llegado el momento de preparar el suelo antes de proceder a la plantación o siembra, esta fase es importante porque hará que la futura planta se desarrolle mejor reduciendo sus necesidades de mantenimiento y riego, normalmente la preparación del suelo se debe iniciar uno o varios meses antes, y tendremos que tener en cuenta los factores condicionantes del terreno, (ver la entrada, Los factores condicionantes en la sección de eco técnicas), para lo que haremos catas aleatorias en varios puntos del jardín y en función de los resultados, y si es el caso, procederemos a efectuar las enmiendas que sean necesarias en el suelo, con el fin de corregir sus características físicas o químicas, esto se realizará en mayor o menor profundidad, dependiendo de las plantas, su dimensión y sus necesidades:

  En el caso de las plantas de temporada, plantas bulbosas o para la siembra de semillas, tendremos que comenzar por eliminar las hierbas adventicias de raíz, habrá que airear bien la superficie con una horca o con una motoazada, una vez tengamos marcadas las posiciones de las futuras plantas, procederemos también a enriquecer el suelo con un acolchado de compost, mantillo o estiércol bien maduro.

  En el caso de árboles, arbustos o plantas herbáceas, éstas son mucho mas exigentes en cuanto a las necesidades de nutrientes, y la preparación es mas laboriosa, por lo que comenzaremos abriendo un hoyo que cuente con la suficiente amplitud y profundidad como para acoger buena parte del futuro sistema radicular de la planta adulta, excavaremos el hoyo de forma que retiramos primero la capa fértil, es decir, los primeros 30-40 cm y después las capas de tierra inferiores, situándolas extendidas en lugares separados.

  Posteriormente, procederemos a la eliminación de las hierbas adventicias o malas hierbas, que habitualmente tienen la mala costumbre de estar donde mas molestan, son aquellas que nacen de forma espontánea en cualquier espacio libre del jardín, generalmente son plantas autóctonas y resistentes que aportan biodiversidad al jardín, aunque competirán por el agua y los nutrientes con las nuevas plantas por lo que, mientras la nueva planta crece y se hace más fuerte, es conveniente eliminar a las hierbas competidoras, La eliminación de hierbas adventicias se hace cribando la capa fértil del suelo retirada del hoyo y extrayendo las raíces de las mismas, en caso contrario, la hierba rebrotará rápidamente.


 
 Por último, enriqueceremos el suelo para favorecer el que las raíces se desarrollen en profundidad, se puede añadir estiércol bien maduro, mantillo o compost sobre la capa de tierra inferior a los 30-40 cm, mezclándola con un rastillo o motoazada en el caso de que se trate una superficie de tierra muy extensa, para asegurarnos de que se hace un buen trabajo, previamente tendríamos que haber añadido una capa de compost o mantillo mezclado con arena en el fondo del hoyo. (ver la entrada Las enmiendas, en la sección de eco técnicas)





Ramón Gijón, delineante proyectista.

Los jardines en la antigua Mesopotamia.

Los jardines en la antigua Mesopotamia.


 En la antigua Persia hubo unos jardines-paraíso, de solaz y recreo, de superficie cuadrada, y cerrados con muros, empleando unas sofisticadas redes de riego, la representación de la cruz filar correspondía a los 4 ríos, Tigris, Eúfrates, Guijón y Pisón, de carácter sacro dado que eran los responsables de la fertilidad de la región, los diferentes soberanos del valle del Éufrates construyeron jardines en los patios de sus palacios en los que crecían diferentes tipos de árboles, flores, estanques y habitualmente una especie de kiosco o pabellones de reposo, e incluso parece existir algún ejemplo anterior de jardines colgantes situados en las terrazas de los zigurats, pero sin duda el paradigma de jardines colgantes fueron los de Babilonia y aunque la leyenda atribuye su construcción a la reina Semíramis, la realidad según Claudio Josefo es que fueron obra de Nabucodonosor II o de alguno de los reyes aqueménidas posteriores si seguimos a Diodoro Sículo.

 Según otra leyenda, menos creíble, en cambio, los jardines habrían sido creados en el siglo IX a.C. Cerca de 810 a. C., reinaba Sammuramat en Asiria y Babilonia, llamada Semíramis por los griegos, viuda de Shamshiadad V, y regente de su hijo Adad-nirari III, fue una reina valiente, se dice que conquistó India y Egipto, pero no resistió que su hijo conspirara para derrotarla, y se suicidó, en cualquier caso, los Jardines Colgantes de Babilonia fueron considerados una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, y como he mencionado antes, fueron construidos en el siglo VI a.C. durante el reinado de Nabucodonosor II en la ciudad de Babilonia (la Babel de los textos bíblicos), a orillas del río Éufrates (Mesopotamia), las aguas para regar las plantas eran traídas desde las orillas del río Éufrates, que se encontraba en las faldas de la montaña, en los jardines se plantaban palmeras y árboles frutales, como el dátil y los cocos.

 Se cree que sus diseños y las construcciones se iniciaron en 605 a.C., por orden del rey Nabucodonosor II de la dinastía caldea del Imperio neobabilónico, como muestra de amor hacia su esposa Amytis, hija de rey Ciáxares del Imperio medo (Media o "Umman Manda"), para recordarle a las montañas de su tierra, de cualquier forma el arquitecto que los proyectó tuvo, ya entonces, una gran visión urbanística en su concepción y grandes conocimientos hidráulicos, pues cualquiera de las situaciones requiere la organización de una red de aguas subterránea y su posterior elevación e irrigación a los diferentes niveles para posibilitar el riego de la variada vegetación que fue situada en cada una las terrazas, la arqueología ha demostrado que los pozos se hundían hasta el nivel del río y cadenas de cangilones subían el agua por las columnas mediante sistemas movidos por animales o esclavos.

 El efecto conseguido era como una cuidada escenificación mediante la cual el palacio emergía entre la vegetación situada en el conjunto de terrazas que descendían formando una especie de plaza bastante amplia, de esta forma las palmeras, álamos y pinos se constituían en murallas verdes que vistas desde el río se recortaban sobre las murallas, dicho de otra manera, fueron los precursores del jardín vertical actual, Claudio Josefo en su obra “Antigüedades judías” nos habla de ellos: En este palacio hizo alzar grandes terrazas de piedra, les dio el aspecto de montañas y las cultivó y, plantando en ellas árboles de toda especie, dispuso lo que se llama el parque colgante porque su esposa, criada en el país medo, echaba de menos los lugares montañosos“.

  Los jardines estaban junto al palacio del Rey, contiguo al río, para que los viajeros los pudieran contemplar, ya que el acceso al pueblo estaba prohibido, en la más alta de las terrazas se situaba un depósito de agua desde el cual corrían varios arroyos, los Jardines Colgantes de Babilonia, realmente no "colgaban" en el sentido literal de estar suspendidos por cables o cuerdas, el nombre proviene de una traducción incorrecta de la palabra griega “kremastos” o del término en latín “pensilis”, que no significa precisamente "colgar" pero si "sobresalir", como en el caso de una terraza o de un balcón, el geógrafo griego Estrabón, quién describió los jardines en el siglo I a.C., escribió:
Éste consta de terrazas abovedadas alzadas unas sobre otras, que descansan sobre pilares cúbicos. Estas son ahuecadas y rellenas con tierra para permitir la plantación de árboles de gran tamaño. Los pilares, las bóvedas, y las terrazas están construidas con ladrillo cocido y asfalto.”

 Las excavaciones arqueológicas más recientes en la antigua ciudad de Babilonia, en el actual territorio de Irak destaparon el asentamiento del palacio, y entre otros hallazgos incluyen la construcción abovedada con paredes gruesas y una irrigación cerca del palacio meridional.
Un grupo de arqueólogos examinó el área meridional del palacio y recreó la construcción abovedada como los Jardines Colgantes, sin embargo, el historiador griego Estrabón había indicado que los jardines estaban situados en el río Éufrates, mientras que la construcción abovedada está alejada varios cientos de metros, los arqueólogos reconstruyeron el lugar del palacio y localizaron los jardines en el área que se extendía desde río al palacio.
En la orilla del río, las paredes recientemente descubiertas de 25 metros de espesor pudieron estar escalonadas en forma de terrazas, tal como las describen las referencias griegas, sin embargo, hay pocas pruebas para cualquiera de estas teorías, pues no se menciona nada en los numerosos documentos babilónicos de la época.

  Pero no acaba aquí el interés por los jardines en Mesopotamia ya que sabemos que los reyes asirios Asurnasirpal (883-859 a. C.), Sargón II (721-705 a. C.) y Senaquerib (704-681 a. C.) tenían para su recreo una especie de parques de caza en los que además de la fauna autóctona mantenían una serie de animales exóticos traídos desde lejanos países como leones, avestruces o monos cuya finalidad era impresionar a los visitantes, en ellos organizaban también redes de irrigación para el mantenimiento de una fauna foránea entre los que encontramos, cipreses, cedros, almendros, palmeras, ébanos, robles y álamos, también contenían una zona de huertas con membrillos, perales, higueras, palmeras, manzanos y granados.

 Este tipo de parque o jardín se mantuvo a lo largo del tiempo y una prueba de ellos es el relieve conocido como Estela de Asurbanipal (685-627 a. C.) en la que vemos al rey bebiendo relajadamente bajo los árboles y escuchando música, mientras de uno de los árboles cuelga la cabeza de Tiunman, uno de sus grandes enemigos añadiendo a su reposo la satisfacción de la victoria, los jardines de este tipo serán frecuentes en los años sucesivos, siendo famosos los del imperio persa, descritos por Jenofonte en la Ciropedia relatando las cacerías del Gran Rey, siendo un ejemplo de ellos lo que el rey Astiages le dice a Ciro su hijo respecto a su jardín: Además, los animales que están en este momento en mi parque te los doy, y reuniré otros de todas las especies; cuando hayas aprendido a montar a caballo, los perseguirás y los abatirás con flechas o jabalinas, como los hombres mayores” .

Con la previsible decadencia de Babilonia y el fin del Imperio neobabilónico, los jardines fueron abandonados progresivamente, ya que cuando Alejandro Magno llegó a la ciudad en el siglo IV a.C., los jardines ya estaban parcialmente en ruinas y totalmente abandonados, finalmente los jardines fueron destruidos por el rey Evemero en el año 126 a.C.



Ramón Gijón delineante proyectista.
Fuente: Portal de arquitectura y construcciones.