domingo, 30 de agosto de 2020

Pequeños jardines, II

Proyecto de jardín urbano.


  Este proyecto fue un trabajo personal, el deseo de la propiedad era convertir un espacio inutilizado, ya que existían varias construcciones auxiliares en ruinas, en un espacio verde que se pudiera disfrutar todo el año, para ello se proyectó un diseño dividido en terrazas a distinto nivel para aprovechar al máximo la superficie resultante, ya que desde la casa hasta el almacén del fondo hay un desnivel de 1,80 mts. Con una superficie de 100 mts2. Y con una orientación norte-este. Con estos condicionantes y teniendo en cuenta la climatología de la zona, el espacio se resolvió en tres niveles.

  En el nivel superior, el mas próximo a la vivienda, disponemos de una terraza adosada a esta, una pequeña pradera de césped artificial en el centro flanqueada por dos arriates frondosos, desde la terraza discurre un sendero de lajas entre el césped y el arriate de la izquierda protegido por una pérgola ligera de madera, descendiendo por el sendero llegamos al nivel intermedio, aquí vemos arriates frondosos y muretes de piedra, por último descendemos unos escalones y llegamos al nivel inferior, en el que está ubicado un pequeño porche que aloja la barbacoa, un banco de obra y unos lechos elevados que arropan un pequeño estanque. La infraestructura fue realizada por la propiedad y se utilizaron materiales del entorno, en cuanto a la jardinería se optó por especies locales de pocas necesidades hídricas y resistentes a la climatología. (ver el art. el xerojardín)


  Cuando accedemos al patio desde el almacén y garaje, nos encontramos con los elementos antes mencionados, pero con una perspectiva ascendente y el diseño está pensado para no dejar ver todo el conjunto en su totalidad, de esta manera vemos el pequeño porche con una barbacoa de obra, en el lado opuesto tenemos un banco de obra y unos lechos elevados que arropan un pequeño estanque, la sombra en esta zona la proporcionan dos madroños, que flanquean al banco, un bambú de caña amarilla y macizos de canas índicas.


  Desde el porche de la barbacoa tenemos un sendero de lajas bordeado por aromáticas que nos lleva por unos peldaños hasta el nivel intermedio, en el que hay unos arriates formados con muretes de piedra, alojan una gran variedad de especies, entre los que destacan un hermoso limonero, una lila grande y un jerónimo en forma de arbolillo, el punto focal aquí es un arado que reposa entre lirios y rosas.


  Desde este punto, seguimos subiendo unos peldaños y llegamos a la terraza principal, aquí tenemos la pradera de césped artificial flanqueada por arriates arbustivos frondosos mencionada anteriormente, el sendero de lajas se abre paso entre el arriate derecho y la pradera de césped y éste está protegido por la pérgola que nos proporciona sombra en los calurosos veranos manchegos, en la zona mas próxima a la casa tenemos una terraza que goza de sombra durante la mañana, ya que la casa está orientada al norte, cuando por la tarde llega el sol la protección la proporciona un toldo de lona, desde esta terraza podemos disfrutar de las vistas de los olivares que rodean la localidad y como telón de fondo un cielo espectacular.

  El resultado es un jardín en el que se combinan el estilo mediterráneo y la xerojardinería, (ver el art. el jardín mediterráneo) por lo tanto, se optó por el césped artificial y el riego por goteo programado para ahorrar agua, ya que por la climatología sería muy caro el mantenimiento, las especies también fueron elegidas con el mismo criterio, por lo que abundan las especies autóctonas de la zona, habituadas a la escasez de agua y la climatología extrema.


Ramón Gijón, delineante proyectista.