jueves, 25 de abril de 2019

El medio ambiente.

El medio ambiente.

  Existen multitud de definiciones que tratan de transmitirnos que es el medio ambiente, yo voy a exponer solamente dos a modo de ejemplo, la primera dice:

Conjunto de circunstancias o factores físicos y biológicos que rodean a los seres vivos e influyen en su desarrollo y comportamiento”.

 La segunda, es mas precisa y dice:

El medio ambiente es un sistema formado por elementos naturales y artificiales que están interrelacionados y que son modificados por la acción humana. Se trata del entorno que condiciona la forma de vida de la sociedad y que incluye valores naturales, sociales y culturales que existen en un lugar y momento determinado”.

  Esta es la clave, para entender la situación actual del medio ambiente, la acción humana, ya que prácticamente todas las actividades humanas transforman el medio natural y provocan cierto grado de degradación, particularmente algunas resultan ciertamente dañinas:

En agricultura y ganadería, se han perdido bosques, se ha aumentado la erosión y por lo tanto, se ha disminuido la producción de oxígeno, así como han disminuido o desaparecido flora y fauna naturales, también se ha generado un gran impacto visual por la parcelación de los terrenos y los métodos intensivos, afectando a la biodiversidad.

En la pesca, se han disminuido notablemente, o incluso extinguido, diversas especies marinas, y también se han dañado los fondos marinos con prácticas agresivas y por los efectos de los vertidos.

En la extracción de recursos, se ha erosionado el terreno, se ha contaminado o agotado el suelo y en el subsuelo se han agotado o contaminado los acuíferos.

En la industria, se ha contaminado la atmósfera y las aguas superficiales y los acuíferos, provocando efectos adversos como la lluvia ácida, smog o los nocivos gases de efecto invernadero.

En la producción de energía, se han creado infraestructuras con un gran impacto visual, se ha contaminado la atmósfera con centrales térmicas, se han destruido ecosistemas terrestres con infraestructuras o con enormes presas, se han generado radiaciones y residuos muy peligrosos con las centrales nucleares.

En urbanización e infraestructuras, la transformación del paisaje ha sido agresiva, se han perdido ecosistemas, se ha erosionado el terreno con obras e infraestructuras diversas, se ha contaminado la atmósfera y el agua con vertidos incontrolados o poco respetuosos, y se han generado gran cantidad de residuos, que en su mayoría no se reciclan.

También hay que tener en cuenta los conflictos bélicos, no suelen ser considerados desde el punto de vista medioambiental, pero los conflictos bélicos provocan graves daños ecológicos, especialmente cuando se emplean armas químicas o nucleares, de hecho, hay zonas en Europa que todavía no se han recuperado desde la primera guerra mundial.

  Como tristemente se puede comprobar, es la actividad antrópica la causante del deterioro ambiental y del cambio climático, por lo tanto, hay que subsanar las principales causas que deterioran el medio ambiente, como:

  Sustituir la dependencia de los combustibles fósiles por energías renovables y limpias. Erradicar las tecnologías obsoletas y poco eficientes desarrollando tecnología eficiente y sostenible.
 
 Frenar la destrucción de los recursos naturales, teniendo en cuenta los ciclos naturales de renovación; hay que frenar los patrones de consumo actuales y desterrar la nefasta economía lineal.
 
 Enseñar y concienciar a tratar los residuos, reduciendo, reciclando y reutilizando los residuos.
 
 Evitar las diferencias sociales y económicas para evitar los flujos migratorios, posibilitando la educación y el bienestar en los países en vías de desarrollo.

  Todo esto habrá que hacerlo desde la ciudadanía, impulsando un sistema de economía circular, respetuoso con el medio ambiente y sostenible, pero esto llevará tiempo, un tiempo que no tenemos, ya que lamentablemente los gobiernos y los medios productivos no están interesados en cambiar el sistema.



Ramón Gijón, delineante proyectista.

sábado, 13 de abril de 2019

Jardinería sostenible.

La xerojardinería.


  La xerojardinería, como concepto comenzó en los Estados Unidos en los años 80 aplicándose especialmente en los estados del sur, como California, Texas, Arizona o Florida, en el estado de Colorado a finales de los 70, hubo un gran esfuerzo conjunto del Departamento de Aguas de Denver, la Universidad Estatal de Colorado y la Asociación de Paisajistas de Colorado, motivado por el fuerte crecimiento de la población urbana en este estado, lo que provocó la consiguiente escasez de agua.

 Endémicamente, los estados del oeste de los Estados Unidos reciben gran parte de la precipitación anual en primavera y otoño, sufriendo sequías periódicas durante el resto del año, si ha esto le sumamos la sequía generalizada en varios estados en 1977, tenemos los detonantes que dieron la señal de alarma.

  Ante este tipo de situación, la jardinería siempre es la principal afectada, ya sea por restricciones de agua, por adaptarse a las nuevas necesidades o bien resignarse a sufrir una merma en la calidad paisajística. Con el tiempo, el concepto del Xeriscape se extendió a lo largo de los Estados Unidos, incluso en los estados de elevada pluviosidad, como Georgia, esto se debe a que la mayor parte del agua es consumida durante los meses de verano, debido principalmente al riego del césped, los jardines privados y el uso generalizado de las piscinas.


  Durante todos estos años la xerojardinería ha ido cobrando una mayor importancia también fuera de los Estados Unidos, especialmente a raíz de los períodos de sequía, pero a diferencia de lo ocurrido en Estados Unidos en 1986, con la creación en su momento del National Xeriscape Council o con la creación y el desarrollo posterior de numerosos programas educativos, en el resto de países este concepto ha llegado con retraso. España no es una excepción y nos ha llegado, como tantas otras cosas, con bastantes años de retraso, de hecho hasta 1991 solo se hablaba de xerojardinería en algunos artículos, y el primer libro sobre el tema se publica en 1993, (5. Xerojardinería, compendios de Horticultura, de Ediciones de Horticultura), de la Dra. Silvia Burés considerada pionera de la xerojardinería en nuestro país.


  Cabe reseñar que en nuestro país, padecemos unas endémicas carencias hídricas, especialmente graves en ciertas cuencas hidrográficas y en determinadas regiones, y lamentablemente no ha habido ninguna iniciativa a nivel Estatal o Autonómica que aglutine, divulgue o canalice esta nueva filosofía o forma de entender la jardinería, hasta hoy todas las iniciativas han partido de colectivos o asociaciones de carácter privado o de algún patrocinio empresarial, que de forma responsable y ecológica trabajan en este sentido pero lamentablemente de forma aislada.

  La mayor parte de las Comunidades Autonómicas Españolas, pero especialmente las de la vertiente Mediterránea, ya tendrían que tener a estas alturas, elaborados programas educativos y una legislación adaptada a las circunstancias, para que de una vez por todas se abandonara paulatinamente esa jardinería paisajista Inglesa a base de enormes y costosas praderas de césped, habría que reconvertir y adaptar las zonas verdes existentes que lo necesiten y en los diseños de los nuevos jardines, ya sean públicos o privados, que fueran acordes con los principios y las técnicas de la xerojardinería.


  A nivel estético un xerojardín o jardín seco, no tiene necesariamente que estar lleno de cactus y chumberas, ni tampoco tiene que parecerse a un secarral, sin césped y dominado por los colores terrosos y marrones, en general, cualquier planta si se situa en el lugar idóneo y con los cuidados adecuados, se puede utilizar en xerojardinería, de hecho, se dispone de un abanico enorme de posibilidades en cuanto a especies y en cuanto a diseños y materiales, cobrarán mas protagonismo los pavimentos y los suelos, así como las rocallas y esto es así porque uno de los principios fundamentales es el uso eficiente del agua. El mencionado anteriormente National Xeriscape Council, de los Estados Unidos, estableció siete principios fundamentales en la xerojardinería, estos son:

1.- Planificación y diseño adecuados.
2.- Análisis del suelo.
3.- Selección adecuada de plantas.
4.- Reducción de las zonas de césped.
5.- Sistemas eficientes de riego.
6.- Uso de mulching o acolchados.
7.- Mantenimiento adecuado.

  En realidad, estos principios no solo deben ser aplicables a los xerojardines sino a cualquier tipo de jardín, ya que no es una cuestion de estilo, es solo de sentido común. Por otra parte, tampoco es una cosa nueva, ya que en los jardines Islámicos como los jardines de La Alhambra y el Generalife en Granada, tenemos un buen ejemplo de un jardín sostenible, enormemente bello y embaucador como cualquier jardín tradicional. 
 

  Por último, si nos decidimos por un jardín de xerófitas, tendremos un jardín eco sostenible, ya que nuestro diseño estará basado en el uso racional y eficiente del agua; Mayoritariamente usaremos especies autóctonas ya que son, de un modo natural eficientes hídricamente hablando, además, las especies autóctonas proporcionan alimento y refugio a un mayor número de especies silvestres, entre ellas numerosas aves, insectos y mariposas; Aprenderemos del paisaje natural que nos rodea, esto es fundamental, a imitación de éstos y de los jardines históricos, tenemos que disponer de una gran cantidad y variedad de árboles y arbustos y pocas praderas de césped, y utilizar en general, especies poco exigentes en cuanto a riego, esto es importante ya que al tener una elevada diversidad de plantas y ambientes (zonas de arboledas, arbustos, rocallas, zonas de plantas aromáticas, tapizantes, recubrimientos vegetales e inorgánicos, etc.) son de gran atractivo para la fauna silvestre; Aunque resulte paradójico, el xerojardín puede ser un lugar con mucha riqueza y vida, aunque, eso sí, con menos agua.



Ramón Gijón, delineante proyectista.

sábado, 6 de abril de 2019

Las plantas aromáticas.

Aromáticas, culinarias y medicinales.


  Hoy voy a tratar de describir a unas plantas (hierbas) que poseen cualidades aromáticas, condimentarias e incluso propiedades medicinales, en las hierbas, por lo general, nos encontramos con plantas anuales, plantas perennes y también hay unas pocas que son bienales, hay especies que pueden pertenecer a los 3 grupos a la vez (por ej. la Menta), o a dos de ellos, o a uno solo, también podemos ver que las hay en forma de arbusto ( por ej. el laurel o el romero), o incluso en forma de arbolillo, (por ej. el naranjo amargo). La mayoría de plantas aromáticas son originarias de la región y del clima Mediterráneo aunque la mayoría de ellas, también se han adaptado al clima continental.

  En nuestro jardín o en nuestro huerto, este tipo de plantas nos ofrecen colorido, textura y aroma en el jardín, muchas de ellas son plantas melíferas, precisan poco riego y poco espacio para crecer, lo que las hace muy útiles en xerojardinería, muchas de ellas acogen a fauna útil para nuestro huerto y pueden cultivarse en maceta protegidas de la humedad y el frío en los climas menos favorables a su hábitat original. Cabe señalar, que los seres humanos, desde el Neolítico han aprovechado sus olores, sus sabores, o sus propiedades curativas, es decir, se han usado a lo largo de toda la historia, y en la actualidad, este tipo de plantas gozan de una gran auge en la agricultura ecológica y en xerojardinería, gracias a sus cualidades y se siguen usando en ritos y ceremonias religiosas, para condimentar los alimentos o para curar algunas dolencias

  Dentro de las plantas aromáticas se encuentran distintas familias de plantas como por ejemplo las aliáceas (ajo, cebolla...), las apiáceas (anís, apio, hinojo, perejil...) o las lamiáceas (albahaca, lavanda, menta, orégano, tomillo…). Hay plantas aromáticas arbustivas (lavanda, romero, salvia) y herbáceas (perejil, rúcola…), y todas ellas son muy fácil de cultivar.


  En el grupo de las hierbas aromáticas, vemos que tienen hojas o flores que desprenden un aroma más o menos intenso, como he mencionado antes, puede ser un árbol (Naranjo amargo por sus flores), o un arbusto (rosal) o una planta herbácea (Lavanda). A modo de ilustración, voy a ofrecer unas imágenes, que representan a los tres grupos mencionados y que se encuentran en la mayoría de nuestros jardines, patios o balcones.


  En el grupo de las hierbas culinarias, usadas para para condimentar guisos, sopas, ensaladas, postres y salsas, podemos encontrar, albahaca, menta, orégano, perejil, salvia, tomillo, etc. El laurel y el romero, cabe señalar que estos dos últimos, no son hierbas, son arbustos y que la mayoría de las hierbas culinarias son también hierbas aromáticas.


  En el grupo de las hierbas medicinales, vemos que tienen propiedades curativas en alguna de sus partes, (hojas, flores, semillas, raíces, etc.) y sirven para calmar, combatir o incluso curar enfermedades, hay miles de especies que se pueden considerar medicinales, tanto árboles, arbustos como herbáceas, (manzanilla, poleo, orégano, etc.), hay quien dice, que todas las plantas tienen propiedades medicinales por alguna razón u otra, y se usan en forma de infusiones, cataplasmas, etc.




Ramón Gijón, delineante proyectista.