viernes, 24 de julio de 2020

Flora y fauna útil, V

Flora y fauna útil en agricultura ecológica.
Rosmarinus officinalis, Romero.

 Su nombre científico es Rosmarinus officinalis pero su nombre común es Romero, pertenece a la familia de las labiadas, es originario de la región Mediterránea, donde crece en los matorrales secos y pedregosos, es un arbusto que puede alcanzar de 1 a 2 mts. de altura, si hay algo que realmente destaque de esta planta es su característico aroma balsámico, su follaje está formado por hojas de color verde intenso por el haz y blanco y lanoso por el envés, sus flores son muy pequeñas de color azulado o blancas y muy raramente rosáceas, y el fruto se encuentra encerrado en el fondo del cáliz, está formado por cuatro núculas ovoides y aplanadas, color castaño claro, (son como nueces en miniatura), es una drupa de 4mm de diámetro que cuando madura es de color negro.

Clima y suelo, le gusta el clima suave, en su hábitat natural, las temperaturas se situan entre los 38ºC y los -4ºC., es decir, tolera las heladas leves. Se encuentra agusto en los lugares donde le dé el sol de manera directa, o en semisombra. En cuanto al suelo, al ser una planta rústica, no es exigente, se encuentra bien en suelos pobres o pedregosos, siendo aquí donde ofrece los aromas mas intensos.

Cuidados y usos, se trata de una planta con muy pocos requerimientos, los riegos han de ser moderados, lo que hace que sea una especie muy interesante para xerojardines, tampoco necesita abonados, con el anual del jardín es suficiente, en cuanto a la poda, solo para dar forma a la planta y para quitar ramas dañadas. Cabe destacar sus usos mediccinales, aromáticos y melíferos.


  En jardinería y paisajismo, el Rosmarinus officinalis o Romero, es muy valorado tanto por su follaje como por sus flores, pero sobre todo por su aroma, también por su rusticidad, siendo ideal para tenerlo en nuestro jardín o huerto, tiene buena tolerancia a las plagas y es muy decorativa y muy fácil de cuidar. Se puede tener tanto en maceta como en el jardín, como ejemplar aislado o en grupos. En el jardín buscaremos los lugares más soleados y bien drenados, como por ejemplo las rocallas o grupos arbustivos, y si es en el huerto, es una de las especies autóctonas más interesante ya que alberga una gran cantidad de fauna auxiliar, como el Orius leavigatus y el Cryptolaemus montrouzieri, este arbusto es capaz de defenderse de la mariposa de la col y la mosca de la zanahoria, atrae polinizadores, ya que es una planta melífera muy apreciada, La salvia es una gran compañera del Romero.



Ramón Gijón, delineante proyectista.

martes, 14 de julio de 2020

El ciclo vital en la naturaleza.

El ciclo vital cerrado y la economía circular.


  El ciclo vital de la naturaleza, se desarrolla a lo largo del año pero especialmente durante el otoño, es cuando este proceso es mas visible, vemos que las plantas dejan caer sus hojas, ramas o frutos al suelo, obteniendo como resultado una aportación importante de materia orgánica en la base del bosque o del huerto. Pero lo mas importante es que estas aportaciones de materia orgánica al poco tiempo desaparecen, ya que toda una serie de condicionantes climatológicas (sol, frío, viento, calor, lluvia) o biológicas, ya que un gran número de organismos de todas las clases se encargarán de llevar a cabo su descomposición y de devolver al suelo lo que los árboles y las plantas han utilizado para nutrirse y formar sus frutos. Este tipo de ciclo es lo que se llama ciclo vital cerrado, donde todo material utilizado vuelve a su punto de partida después de realizar la función por el que éste fue obtenido.


  Este sistema natural existe desde hace millones de años y su exitoso resultado no es casual, en este mundo natural no hay residuos, la materia fluye y se renueva, la energía la proporciona el sol, y los seres vivos crecen, se desarrollan, se reproducen y finalmente mueren, de esta manera los nutrientes son recuperados por el suelo y serán utilizados por nuevas plantas, repitiéndose de nuevo el proceso, por lo tanto la naturaleza ha adoptado un proceso circular, es decir, hay elementos que sirven de sustento a otros mas complejos y éstos a su vez, al acabar su ciclo vital contribuyen aportando nutrientes.


  Lamentablemente el ser humano, desde hace décadas se decantó por un sistema lineal, basado en la filosofía de fabricar, usar y tirar, es un modelo nefasto a nivel económico y a nivel medio ambiental, ya que necesita de ingentes cantidades de recursos energéticos que son caros, contaminantes y con fecha de caducidad, pero lo mas penoso es que desprecia, maltrata y esquilma los recursos naturales. Esta tendencia, afortunadamente está empezando a cambiar y ya se está legislando al respecto, pero aún queda mucho camino por recorrer, ya que hay que cambiar mentalidades, medios de producción y los intereses de las multinacionales y grupos de presión.


  Como he comentado en otros artículos, la agricultura ecológica es un buen ejemplo de la viabilidad y la conveniencia de imitar este proceso circular, implantando un conjunto de prácticas encaminadas a la eliminación de los residuos, ya sean inertes o biológicos, transformando los huertos en centros de reciclaje, tan solo hay que imitar a la naturaleza, de esta forma, los residuos de los cultivos o el estiércol se pueden transformar en fertilizantes (Ver art. El compostaje casero), a fomentar la biodiversidad, que es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo sostenible, para ello se harán prácticas respetuosas con la naturaleza, mediante el uso de variedades locales, la rotación y la diversidad de cultivos, (Ver art. La rotación de los cultivos) un control de plagas mediante un uso integrado y una lucha biológica, aprovechando la flora y la fauna local en el control de plagas (Ver art. La lucha biológica), el laboreo cultural, la fertilización orgánica y el pastoreo controlado, (Ver art. Las enmiendas), a fomentar el uso de energías renovables, (eólica o solar), en general se trata de organizar sistemas para implementar la economía circular, como la gestión del agua, ya que ha de ser sostenible, no aplicando pesticidas biocídas o fertilizantes químicos y no contaminando con productos que no sean biodegradables, y aprovechar el agua de lluvia para el riego localizado (Ver art. riego localizado), y por último, un control de gastos, con todas estas medidas ahorraremos en costes y materiales, con lo que tendremos un crecimiento económico, así como una mejor calidad de vida, con alimentos mas nutritivos, y con una mejora de nuestro entorno, (fertilidad del suelo, incremento del reciclaje de nutrientes, control de la erosión, etc).

En nuestro planeta los recursos son limitados, la presión demográfica cada vez es mayor y crece exponencialmente, como consecuencia de todo esto, está siendo cada vez mas evidente la relación entre enfermedades pandémicas como el sida, ébola, sars o el covid-19, así como el cambio climático, provocado por la destrucción de ecosistemas naturales y de esta forma se degrada cada vez mas nuestra diversidad,, en consecuencia, tenemos que abandonar la filosofía dañina y perversa de usar y tirar, y es vital imitar a la naturaleza en su ciclo vital cerrado, ya que al medio natural le ha ido muy bien durante millones de años, como ya he expuesto en otros artículos, la agricultura ecológica y de proximidad es viable y sostenible, ya que respeta los ciclos naturales.



Ramón Gijón, delineante proyectista.