lunes, 13 de noviembre de 2017

El goteo solar.

El goteo solar.

 Si tuviera que buscar una palabra para definir esta técnica de riego, que es conocida como goteo solar, aunque también se le denomina como Kondenskompressor, la palabra que emplearía es, “simple”, es una técnica de riego que permite lograr un aprovechamiento óptimo del agua empleando la energía del sol como elemento motor del proceso del destilado y movimiento del agua. Se trata de un sistema de sorprendente simpleza y eficacia mediante el cual es posible reducir la cantidad de agua de riego en hasta 10 veces con respecto a los sistemas tradicionales de riego. Este sistema, presenta además la enorme ventaja de hacer posible el empleo de aguas salobres o incluso de agua de mar para el riego ya que transforma cualquier tipo de agua, incluso agua salada, en agua dulce (destilada). 

Esquema de instalación.
 Otra ventaja añadida, es que para la fabricación del condensador pueden emplearse unos materiales muy abundantes y sencillos de obtener como son las botellas de plástico PET, por lo que estamos reciclando material desechable, su fabricación e instalación es muy sencilla y esta al alcance de cualquier agricultor ya sea en un ámbito doméstico o uno  profesional. Requiere asimismo muy poco mantenimiento siendo solamente necesario reabastecer de agua el depósito cuando sea necesario y arrancar las plantas que hayan podido crecer en el interior del condensador. Con la aplicación de esta técnica, las plantas se desarrollan plenamente empleando exclusivamente la cantidad necesaria de agua y evitando que se evapore aquella que no es aprovechada.
 Como he mencionado antes, al requerir materiales que son desechos tan abundantes y al ser su fabricación e instalación tan extremadamente sencilla, esta técnica puede ser muy fácilmente empleada en zonas de clima continental con prolongadas y calurosas estaciones secas e incluso en zonas desérticas con acceso a alguna fuente de agua dulce o salada. 

Efecto de evaporación y condensación.
Para fabricar un condensador solar, solo es necesario disponer de dos botellas de plástico PET (las botellas de plástico para agua) con su tapa, una de tamaño más grande que la otra (Por ejemplo una de 5 u 8 litros y otra de litro y medio). Es también posible emplear dos botellas de vidrio que reúnan estas mismas características siempre que dispongamos de algún método para cortarlas. La botella grande ha de ser cortada para quitarle la base, mientras que la pequeña se debe cortar aproximadamente a la mitad siéndonos útil solamente la parte inferior. La base de la botella pequeña se sitúa sobre la tierra o semienterrada, llena de agua, y sobre ella se coloca la botella grande, la posición relativa entre ambas ha de permitirnos que al abrir la tapa de la botella grande podamos verter agua sobre la pequeña. Con las botellas así dispuestas, se han de colocar junto a la planta que queramos regar, a su alrededor, de la planta y de las botellas, se pone heno, paja u hojas secas. 

 Para funcionar, el goteo solar, aplica la misma técnica que usan y con la que funcionan los destiladores solares, es decir, empleando la energía del sol para evaporar el agua de una zona y mediante una forma sencilla e ingeniosa, dirigirla hacia donde nos interesa. De esta manera, cuando sobre nuestro condensador inciden los rayos del sol, en su interior se produce el efecto invernadero elevándose la temperatura del aire y provocando que el agua del depósito se evapore, el aire del interior de la campana se satura de humedad con lo que se producen condensaciones en forma de gotas en la pared, así, mientras el condensador siga estando expuesto al sol, la evaporación continuará y se formaran cada vez gotas más grandes que terminaran por deslizarse por las paredes y caerán sobre la tierra regándola. De esta manera se reproduce el ciclo natural del agua en pequeña escala.

Disposición en el bancal.
 La ventaja de los sistemas de riego por goteo, tanto solar como el convencional, radica en que se suministra el agua estrictamente suficiente y necesaria para el desarrollo de la planta evitándose el gasto de agua en zonas donde no va a ser útil a la planta y donde finalmente se va a evaporar o filtrar, perdiéndose irremediablemente.
Al no haber conexión directa con la atmósfera exterior el agua no se pierde por la campana, ya que para evitar que exista evaporación en las áreas alrededor de la planta y del condensador, se dispone el heno o paja, para que mantenga la humedad en el suelo, de esta manera la única forma en la que el agua se evapora es a través de las hojas de la planta, una vez ya ha sido utilizada en su desarrollo. 







Fuente: www.sitiosolar.com

Plantas para el jardín en Otoño.

Plantas para el jardín en otoño.

Combinando con sabiduría los colores del otoño; rojo, amarillo y verde, tienes aseguradas las estampas más impresionantes que pueda ofrecer un jardín antes de que llegue el duro invierno. Descubre qué plantas son imprescindibles para que tu jardín se convierta en el centro de atención.


ARÁNDANO
De huerto y de jardín, cuenta con estos arbustos pequeños tanto en el jardín como si tienes una zona de huerto porque, además de ofrecer sus ricos frutos en septiembre, ideales para hacer confituras y mermeladas, contarás con un delicioso tono rojizo en noviembre. No soporta las altas temperaturas, y tampoco crece bien en zonas con viento.


BERGENIA
La hortensia de invierno, tiene una característica que la convierte en una planta realmente ventajosa frente a otras: puedes plantarla en cualquier rincón por ingrato que sea y siempre te ofrecerá sus grandes hojas coriáceas y sus flores de colores vinosos. Es importante que limpies la hojarasca que se acumula en la base de sus tallos para que no adquiera
enfermedades.


GAULTERIA
Un tesoro para las aves, sus pequeños frutos escarlata, que surgen arracimados de las axilas de las hojas de la gaulteria (Gaultheria procumbens), hacen las delicias de urogallos y perdices, que los buscan en invierno como alimento. Y no es difícil, pues son muy aromáticos y de sabor picante. No es difícil mantener este arbusto así de bonito en el jardín, si permanece en suelo ácido y húmedo y con sombra ligera.


CORNEJO
Estrella del otoño, como arbusto o como árbol, sus hojas en otoño se vuelven de un intenso rojo o púrpura en algunas variedades, como (Cornus florida). No es un árbol muy grande, crece entre 5-6 mts, por lo que es idóneo para cualquier jardín que lo quiera como estrella del otoño gracias a su porte escalonado, o a capas, y a su color.


ANÉMONA DEL JAPÓN
Un toque de luz, aunque su floración comienza en septiembre, se prolonga hasta muy tarde, siempre y cuando se vayan eliminando regularmente las flores marchitas para que reflorezca y se alimente bien a la planta. Le gusta los ambientes frescos y la sombra, pero que no sea muy densa. Plántalas desde ahora, en un suelo ligero y un poco ácido.


PARRA VIRGEN
La de hojas carmesí, cuando los otoños son cálidos, la parra virgen (Parthenocissus tricuspidata) cambia su vestimenta verde a otra carmesí intenso. Cultívala en cualquier tierra vegetal húmeda, preferiblemente no ácida, y recuerda que durante los primeros meses después de la plantación debes sostenerla con algún tipo de atadura hasta que empiece a agarrarse por sí misma.


CAMELIA
Siempre alfombrada, en este tiempo es fácil ver a las camelias con un manto de hojas y pétalos de sus mismas flores a sus pies. Tiene una explicación: esta alfombra orgánica es un complemento idóneo para su nutrición, al tiempo que mantiene en el suelo el nivel de acidez que estas plantas necesitan. Si las pones en tu jardín, mejor que las compres cuando están en flor. En los viveros encontrarás los híbridos (Camellia williamsii), pero las (sasanqua) son las más precoces en florecer, ya que lo hacen a partir de octubre.



KIKUYO
Amigo de las rocas, plantado en un jardín de rocas, junto a unas escaleras de piedra o flanqueando un camino de gravilla, el penisetum (Pennisetum villosum) otorga vitalidad y relevancia. Se trata de una hierba muy longeva, cuyas hojas finas y verdes resultan casi tan decorativas como las plumas purpúreas con las que se cubre al final del verano, parecidas a los limpia-tubos. Plántalos en suelo bien drenado y a resguardo de los vientos más fríos. Durante los primeros inviernos le vendrá bien un recebo superficial de hojas o helechos a sus pies.


EVONIMO
El seto resistente, su aguante en exposiciones umbrías, situaciones costeras y una buena tolerancia a los recortes hace del evónimus (Evonymus fortunei) una planta especialmente adecuada para seto. La variedad (Emerald y Gold) proporciona, además, en otoño una tonalidad amarillo vivo en la hoja panacheada y frutos rosa en forma de bonete. Como es muy sensible a la cochinilla y a ciertos hongos como el oídio, te conviene tratarlo desde ahora con aceite invernal, para que se libre de estos males al comienzo de la primavera.


HELECHO
Del verde intenso al dorado, muchos helechos de hoja caduca pasan por tonalidades rosas o doradas muy bellas antes de apagarse. Pero disfrutar de ellos no es fácil, ya que requieren climas muy húmedos y suelos ácidos. Plántalos en los bordes de fuentes y estanques, que son las zonas más frescas del jardín, en una zona poco soleada.


ÁSTER
En cualquier suelo, sin el áster, el otoño no sería la estación de la dulzura. También sin sus corolas estrelladas es difícil imaginar un jardín bello y cuidado. Todas las variedades lucen vistosas y, sobre todo, destaca en ellas cierta robustez que les permite acomodarse a cualquier tipo de suelo. Como es muy rápido en crecer, lo esencial en su cultivo es respetar un marco de plantación suficiente, de unos 30 cm en todos los sentidos. 

CANA

Elegante y vistosa, junto a otras gigantes de bonitos plumeros como la cortadeira o el miscantus, aporta al jardín otoñal un foco, casi escultural, que contrasta con lo que crece a su alrededor. Puede adornar los márgenes de un sendero o dividir ambientes. No tendrás problemas de plagas y enfermedades con ella y puede durante muchos años, si en tu zona no hay heladas muy fuertes, pero aún así te aconsejamos que cortes los tallos y los cubras, por ejemplo con paja, para protegerlos durante el invierno.


Fuente: www.infojardín.es

martes, 7 de noviembre de 2017

El jardín del Parterre.

El jardín del Parterre.

I.- Cronología histórica.

  El Jardín del Parterre en uno de los primeros espacios públicos de la ciudad, contiene una fuente dedicada al dios Neptuno (el resto desaparecieron con la riada de 1957). Presidiendo el Parterre se encuentra la figura ecuestre del Rey Jaime I. De su arbolado destacan sus pinos canarios, washingtonias y el enorme ficus. Son también notables el conjunto de pinos canarios y el fragante espinillo (Acacia farnesiana), plantada en el seto perimetral. En otra zona, cerca del estanque del Neptuno, hay un conjunto de magnolios que tiene el interés de mostrar como en la parte más honda de la ciudad la galopante deshidratación del suelo está alterando la vida de los grandes ejemplares arbóreos de siglos pasados.

Ficus centenario.
  El Jardín del Parterre fue construido sobre unos solares existentes en la antigua plaza de la Aduana, es el lugar considerado por el historiador Martínez Aloy como el más bajo de Valencia. La fecha aproximada de construcción de estos jardines es el año 1850, ya en 1852 se plantaron ya cuarenta y siete magnolias y dos araucarias. La organización definitiva del Jardín del Parterre tiene lugar bastante después, al ser inaugurado el monumento al Rey Jaime I. Según el bibliógrafo Nebot Pérez, este jardín estaba provisto de cuatro estanques circulares, otros tantos grupos de pinos de canarias, dos pisántropos, metrosidros y araucarias. Es posible que los citados metrosidros que Martínez Aloy considera como únicos ejemplares en Valencia, procedieran del jardín del Palacio Arzobispal de Valencia, pues esta rara especie de arbolado fue traída a España por el arzobispo de Valencia y patriarca de las indias Don Francisco Fabián y Fuero. Según un acuerdo de la Corporación Municipal, el 18 de marzo de 1901 se coloca en el banco corrido de piedra que rodea el parterre la verja de hierro que servía anteriormente de respaldo a los bancos de la Glorieta.

Monumento a Jaime I.
 Un aspecto fundamental del Parterre lo constituye la monumental estatua dedicada a Jaime I. La idea de erigir la estatua surgió de la tertulia que se organiza en 1875 en torno a Teodoro Llorente, director de “Las Provincias”. Los contertulios pensaron que Valencia debía de solemnizar el sexto centenario de la muerte del Rey conquistador y presentaron un escrito al Ayuntamiento pidiendo la erección del monumento, y firmado por Teodoro Llorente, Vicente W. Querol, Eduardo Attard, Juan Reig y García, Feliciano Llorente, José Fernández Olmos, Vicente Graus, Aurelio Querol, Bernardo Ferrandis, Juan Navarro Reverter, Rafael Ferrer y Bigne y José Brel. Aceptada la propuesta por el Ayuntamiento se nombra una junta rectora del monumento el 13 de junio de 1876 dividida en dos secciones, una que atendía al estudio de la estatua y otra que procuraría recaudar fondos para la misma. La Junta presidida por el alcalde accidental Don F. Llorente y Ferrando decide que el monumento consista en una estatua ecuestre fundida en bronce de tamaño vez y media mayor que el natural y que se sufragaría por suscripción pública. La fecha del centenario pasó sin poderse erigir la estatua por falta de recursos económicos. Para que el entusiasmo popular no decayese se acordó en 1878 construir el pedestal que fue proyectado y realizado por el arquitecto municipal Don Vicente Constantino Marzo, con una altura de siete metros y medio.
 

Al año siguiente aparece en el “Boletín Oficial” la convocatoria dirigida a los escultores valencianos para realizar la estatua. Se presentaron Molto, Yerro, Gilabert, Santigosa y Aixa, pero el concurso fue declarado desierto, por lo que se iniciaron las gestiones para encargar la estatua a los hermanos Vallmitjana de Barcelona. La firma del contrato se realiza en 21 de octubre de 1882 siendo alcalde Don José María Sales. La estatua fue tallada en madera por Agapito Vallmitjana y aprobada por la Junta en abril de 1886. Para poder fundir la obra, la Junta del monumento se dirigió al Ministerio de la Guerra, solicitando le fueran suministradas quince toneladas de bronce, lo que fue concedido, por Real Orden, en julio de 1886, mediante el envío desde la fortaleza de Peñíscola de cinco cañones y un obús que sumaban la cantidad solicitada.
 La fundición de la estatua fue concedida mediante concurso a “La maquinista valenciana” que se comprometió a realizarla en un plazo de ocho meses. El contrato se firma el 31 de julio de 1888 y en él se especifica que la fundición había de ser una aleación en la que se entrasen novecientas milésimas de cobre, cincuenta y cuatro de cinc, diecisiete de estaño y quince de plomo. La plancha metálica había de tener un espesor mínimo de diez milímetros y la colocación de la estatua en el pedestal corría de cuenta de la empresa fundidora.
 Por una serie de problemas técnicos la Maquinista Valenciana no pudo terminar el monumento hasta diez años y medio después de firmado el contrato, por fin el 12 de enero de 1891 fue emplazada la estatua en el pedestal, inaugurándose oficialmente el día 20 de julio del mismo años. Posteriormente se colocó en la cara delantera el escudo de armas del conquistador y en la parte trasera el escudo de la ciudad de Valencia modelados por el escultor Aixa y a un lado y otro las leyendas ofreciendo el monumento al Rey Jaime I El Conquistador. La obra ecuestre es quizás aquella en que más se aprecia el pictoricismo de un escultor cuya nota más destacada es la severidad, resultado posiblemente de su especialización en imaginería religiosa, representa al caballo al paso, y al jinete con traje de guerrero y yelmo en actitud de dirigir la tropa, todo ello dentro de un estilo fácilmente identificable con el historicismo romántico.
 
Fuente de Neptuno.
  Desde su creación el jardín ha sufrido muy pocas variaciones. En el lugar donde primeramente se sitúa el llamado Teatro-circo fue instalada después una pequeña construcción para servicio del jardín, más tarde destinada a Tribunal Tutelar de Menores, sucesivamente ampliada; hoy destinada a otros usos, al trasladarse el Tribunal a otro edificio.

En 1932 el Ayuntamiento reservó el jardín, durante algún tiempo, exclusivamente a los niños que serían atendidos por personal especializado, para lo cual se cerraron las puertas con unos dispositivos de alambres y varillas férreas. La instalación de luz eléctrica fluorescente se realizó al mismo tiempo que la de la Glorieta, añadiéndose alrededor de los macizos macetas con geranios.
  La riada de 1957 dañó este jardín, al igual que el de la Glorieta siendo necesaria su reconstrucción, con lo que cambió algo su morfología, de los cuatro estanques sólo se conserva en la actualidad uno al que se ha eliminado la verja de hierro decorándolo con losas de piedra y plantas acuáticas, algunas de loto; asimismo, se varió el exterior del pedestal del conquistador, suprimiendo los grandes peldaños.


II.- Arquitectura.
Antigua casa del jardinero.
 En la parte recayente a la calle de la Paz, destaca un pequeño edificio que data de 1935, dedicado al cuidado del jardín, ya que era la vivienda del jardinero mayor, posteriormente fué Tribunal Tutelar de Menores y mas terde, Oficina del Consumidor, en la actualidad su uso es para dependencias munipales.






Fuente: jardinesvalencia.es

domingo, 5 de noviembre de 2017

Construcción de un semillero.

Construcción de un semillero.


  Cuando tenemos un clima continental con temperaturas extremas, ya sea en verano como en invierno, la formación de plántulas para la siembra, ya sea para el cultivo de hortalizas y verduras o bien para la reproducción de plantas ornamentales, el disponer de un semillero es la mejor forma de poder adelantar la siembra de muchos de nuestros cultivos, así como de proteger del frío a las semillas y monitorizar su germinación y los primeros momentos de desarrollo de las plantas.


  Es de vital importancia que se den dos requisitos para que las plántulas se desarrollen perfectamente, es decir, necesitamos bastante luz y buena temperatura, (entre los 15 y 20 grados centígrados), evitando que incidan los rayos de sol directamente, por lo tanto, en algún lugar de nuestro hogar o en el exterior si disponemos de un jardín o de un huerto, son el sitio idóneo para tener un semillero. 

 Se puede conseguir un semillero en cualquier almacén o tienda de jardinería, o bien podemos decidir realizar un semillero casero, esta opción puede ser una buena idea, ya que en mi caso, opté por la recuperación de material desechable para construir uno en el exterior, ubicándolo en un pequeño huerto con frutales.

  En cuanto a los recipientes, existen muchos tipos en el mercado, pero de nuevo podemos usar la imaginación y reciclar otro tipo de recipientes como envases de plástico, hueveras, de yogures, etc. 

  A continuación, voy ha mostrar gráficamente como se hizo el semillero, para así conseguir tener unas plantas con un buen desarrollo para su posterior cultivo en el jardín o en el huerto.

  En cuanto a las plantas, una vez que disponemos del semillero, es importante trabajar con un buen sustrato para el buen desarrollo de las plántulas, para ello, es recomendable una mezcla de arena con compost. 

 Se puede comprar la mezcla preparada en una tienda o centro de jardinería, ya que vendrá provista de lo necesario, pero la podemos hacer mezclando una parte de arena con tres de turba o compost, este tipo de sustrato aporta unas buenas condiciones para que la semilla germine y pueda desarrollar las raíces con total fiabilidad. 

  Posteriormente se cubrirán los alvéolos del semillero con el sustrato, y una vez cubiertos se coloca 1 o 2 semillas, dependiendo de la especie de cultivo, en cada alvéolo y respetando la profundidad de siembra. 

 Después de sembrar, se realizará el primer riego que hará que las semillas se asienten bien en el sustrato, este quedará húmedo pero no encharcado, y siempre habrá que mantenerlo en ese estado, es conveniente etiquetar los alvéolos para saber donde está cada planta. 

 Ya solo queda seguir regando el semillero, y procurar que siempre esté humedecido el sustrato, esperar a que germinen las semillas y dejar que crezcan las plántulas.

  Una vez que éstas cogen un tamaño considerable, normalmente cuando tienen entre 4-6 hojas (dependerá de cada especie), entonces habrá que trasplantarlas en el terreno o lugar donde se vayan a cultivar definitivamente, ya sea en el jardín o en bancal, par ello, se cavará un hoyo, se introducirá la plántula con su cepellón, apretando la tierra de alrededor y se regará.

  Como dije anteriormente, los materiales son todos reciclados, en la estructura utilicé tablas de palets, la cubierta de cristal es de un viejo aparador, y la cobertura es film de pvc del que se usa para tender. 

 Se pueden usar ortos materiales, en este caso, se puede utilizar también pvc rígido, es barato y mucho mas eficaz, también para superficies mas grandes se puede utilizar tablero de policarbonato.

























Ramón Gijón, delineante proyectista.

viernes, 3 de noviembre de 2017

Mantenimiento del jardín y el huerto en Noviembre

Mantenimiento del jardín y el huerto, Noviembre.


  Estamos en Otoño, pasó el calor intenso del verano y las plantas disfrutan de una segunda época de crecimiento, las labores en este mes son una continuación de las iniciadas en el mes de Octubre.
  Plantaciónes, En este mes se plantan árboles, arbustos y frutales.Algunas variedades de Manzanos, Perales, Cerezos y Ciruelos deben plantarse en parejas o combinados con variedades de la misma especie, ya que no se polinizan por sí solos.
  Plantar bulbos de floración primaveral como Narcisos, Tulipanes, Crocus, Jacintos, Escillas, etc.
  Las Plantas bienales, tales como el Pensamiento, Miosotis, Clavel de los poetas o Alhelí, procedentes de las siembras de julio o compradas, pueden plantarse y en primavera serán las primeras en florecer.
  Siembras, Haz semilleros de Aquilegia, Arabis, Aubrietia, Dianthus plumarius, Heuchera, Iberis, Salvia, Pensamiento, etc.
  Cubrir las cajoneras con un vidrio o plástico para adelantar la germinación y proteger de las bajas temperaturas a las plántulas.
Se siembran Anuales en bandejas como Agerato, Caléndula o Cavel de China, para disponer de retoños a punto para ser plantados a finales del invierno.
  Riegos, Los riegos se van espaciando, las temperaturas son más frescas y las necesidades de agua son menores.
  Disminuir o incluso suprimir el riego dependiendo de la lluvia.
  Cambiar los cactus de sitio (si están en maceta) para que no reciban demasiada agua lluvia, si están en tierra procura que no se formen charcos duraderos. Incluso puedes ponerle un plástico cubriendo la tierra para que no le llegue agua de lluvia.
  Abonos, hay que abonar las macetas que aún tengan plantas con flor.
  Podas, corta sólo las ramas secas y deja la poda más general para el invierno.
  Cortar los rebrotes de raíz de los Rosales y los que aparecen por debajo del punto de injerto; agotan la planta y no dan flores.
  Recortar por debajo las Plantas perennes de flor como Flox perenne, Astilbe, Aster, Valeriana, Achillea filipendulina, Coreopsis, Delphinium..
  Multiplicación, Practica esquejes, acodos y estacas en arbustos, las Perennes en general se dividen sin problemas.
  También se pueden tomar esquejes, divide las plantas con rizomas, como los Lirios, para después replantarlos, sus hojas se cortan a la mitad.
  Limpia y divide las plantas tapizantes de los taludes y terraplenes, las plantas marginales del estanque se pueden cortar y dividir.
  Césped, a principios del otoño se puede sembrar césped y reparar las zonas dañadas resembrando o bien con tepes.
  Se recomienda escarificar en otoño, es decir, "arañar" el suelo con máquina escarificadora y extraer la materia muerta.
  Después de escarificar se recomienda abonar con un fertilizante de acción lenta. Un abonado del césped en otoño avanzado es importante, por ejemplo, haciéndolo tras el escarificado.


Fuente: infojardin.com