domingo, 18 de julio de 2021

Efectos de la actividad antrópica.

Los cambios de uso del suelo.

 

 
  En el medio natural el paisaje pude sufrir alteraciones significativas, éstas pueden ser causadas por fenómenos naturales como la acción geológica del viento o la acción gelológica del agua, de hecho, estos son los agentes que mas incidencia tienen en el modelado del paisaje en todo el planeta.


 Pero en el modelado del paisaje, también interviene y de forma determinante la actividad antrópica, esta actividad ha modificado y deteriorado el paisaje cambiando el uso del suelo, ya sea extrayendo recursos naturales, desarrollando infraestructuras faraónicas, o generando enormes urbes o centros industriales, también hay que tener en cuenta la incidencia de la presión demográfica y las alteraciones derivadas de la contaminación.

 
 Cabe reseñar que en las alteraciones de orígen geológico o climático, la evolución es lenta y gradual, salvo en casos puntuales provocados por eventos catastróficos como erupciones volcánicas, inundaciones o terremotos. Mientras que en las alteraciones de orígen antrópico, la evolución es rápida y muy agresiva.

 En la Comunidad Valenciana, desgraciadamente se han padecido en los últimos 60 años muchos episodios de este tipo, todos tienen en común que han supuesto una gran huella en el paisaje y lo han fragmentado de una manera irreversible, podemos citar "el Plan Sur", los intentos de urbanizar los ahora espacios protegidos del Saler y la Albufera, incluso el intento de construir unas autopistas por el antiguo cauce del Turia, o mas recientemente "la zal", pasando por inumerables proyectos urbanisticos en muchos municipios Valencianos, que al calor de la especulación proliferaron en la última década.

 


  Pero para ver descriptivamente los efectos y sus alteraciones, el ejemplo mas evidente es "el Plan Sur". La Confederación Hidrográfica del Júcar encargó un estudio con tres posibles alternativas con el objetivo de desviar el Turia, finalmente se escogió la más faraónica y la que minoraba al máximo las posibilidades de que volviese a ocurrir un desbordamiento.

 


 La solución costó unos 4.000 millones de pesetas de 1959 y que se tenga constancia, no existe ningún estudio sobre la obra que afectó a 280 hectáreas de huerta productiva, partió pueblos enteros, viviendas rurales, patrimonio y desplazó en su momento a cientos de personas, tampoco se sabe nada sobre sus adjudicaciones y costes.

 La Solución Sur se materializó en un nuevo cauce de unos 12 km de longitud y 175 metros de cajero, capaz de desaguar 5.000 m3/s en una nueva desembocadura, tres kilómetros al sur del existente, las obras comenzaron en 1964 y se dieron por finalizadas en 1973.

 Ya en 1966 se aprobó un nuevo plan comarcal, mucho más ambicioso en sus propuestas de crecimiento, donde el interés hidráulico del Plan Sur quedó relegado a un segundo plano, en 1999, ingenieros, arquitectos y urbanistas hicieron un estudio y la conclusión fué que se había favorecido un desarrollismo materializado en autovías, equipamientos ferroviarios, canalizaciones e infraestructuras complementarias, teniendo como principal beneficiario el Puerto de València, y todo esto en una ciudad que todavía se hallaba muy vinculada a la huerta, el Plan Sur” también dejó al viejo Túria sin agua, aunque esta parte de la historia ha tenido un final mas feliz.


 Para terminar, “el Plan Sur”, que cumplió 50 años en el 2019, es un buen ejemplo de las graves consecuencias que tiene desde el punto de vista medio ambiental una actuación al cambiar el uso del suelo, causando un gran impacto medio ambiental, y una irreversible fragmentación y huella en el territorio.

 


 En el viejo cauce del Túria, como dije antes la historia ha tenido un final mas feliz, fué inaugurado en 1986 y la solución ha sido una participación ciudadana que en los años 70 se movilizó al grito de "el Túria es nostre i el volem verd", al tiempo que las autoridades de entonces acertaron en un buen planteamiento muy Parisino, que fué llevar el tráfico mediante túneles laterales y el viejo cauce se fraccionó en sectores que acogen una gran diversidad de diseños, usos y equipamientos, hoy tenemos el parque urbano mas grande del país, se ha convertido en un atractivo turístico, otro valor añadido es que a lo largo de su recorrido, conecta con otros parques y jardines como el jardín de las Hespérides, el jardín Botánico, el jardín del Real o el jardín de Monforte entre otros.


Ramón Gijón, educador ambiental.



jueves, 8 de julio de 2021

La ganadería y el cambio climático.

La ganadería y el cambio climático.


  De acuerdo con el Panel Intergubernamental del Cambio Climático, los combustibles fósiles, el uso de tierras en la ganadería y en la agricultura, son las tres causas principales del incremento de los gases de efecto invernadero desde hace 250 años. En estos momentos ya se tiene la constancia de que el sector agropecuario es uno de los principales emisores de gases, como ya expuse en otro artículo, los efectos del uso de las tierras con una agricultura extensiva, tienen repercusión en el cambio climático. Pero la ganadería no se queda atrás y además de ser un importante usuario de tierras y un gran consumidor de combustibles fósiles, la ganadería contribuye directamente a las emisiones de gases de efecto invernadero mediante las actuales técnicas en la cría de ganado.



  Según las conclusiones de trabajos científicos y de artículos especializados de prensa, los principales inconvenientes que acarrea la ganadería en los últimos años son la emisión de metano por la fermentación de la celulosa que consumen los animales y en la emisión de dióxido de carbono debida al cambio de uso del suelo, ambas alteraciones se asocian a las prácticas extensivas y a su origen antropogénico, ya que también hay que añadir la contaminación generada de las instalaciones en el entorno inmediato y el efecto del transporte de productos para su comercialización.



  En el primer caso, la ganadería extensiva es una fuente de emisión de gases de efecto invernadero, que son gases atmosféricos que absorben y emiten radiación térmica, esto ocasiona un incremento de la temperatura de la superficie terrestre y de la atmósfera, los principales gases presentes en la atmósfera terrestre son el vapor de agua, el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), los gases fluorados y el ozono. También para su alimentación se importan piensos como maíz y soja sobre todo, que requieren la conversión de suelos naturales como pastizales o bosques en suelos agrícolas, mediante la deforestación de grandes zonas de bosque tropical, principalmente en Sudamérica, con las consecuencias negativas que esto supone, aunque todo no es negativo, ya que en otras ocasiones, gracias a su actividad se contribuye a que los pastos y dehesas naturales absorban carbono y como estos paisajes son además abiertos de forma natural, es decir, no se han deforestado artificialmente para su explotación, aquí el efecto es beneficioso, siendo este modelo de explotación el que hay que seguir. 


 Ciertamente, se deben tener en consideración sistemas ganaderos mixtos, ya que éstos consumen mucha hierba de producción ligada a su entorno y por lo tanto pueden ser climáticamente sostenibles, por consiguiente, la ganadería de producción ecológica es climáticamente beneficiosa si hace uso de recursos ligados a su territorio.

  En España existen pocos sistemas casi totalmente extensivos, en la producción porcina destaca el sistema de cerdo ibérico en extensivo, que se aproxima más a los sistemas trashumantes de rumiantes, aunque sigue teniendo la lacra del transporte. Otro caso sería el de la producción lechera en la España verde, es un modelo en el que la balanza de forraje y piensos y la producción de leche y carne, se decanta por los primeros, por consiguiente aún tiene huella de CO2 fósil. Sin embargo, la producción lechera en España tiene un fuerte porcentaje de auto abastecimiento procedente de prados de siega en fincas propias o cercanas, con fuerte implantación cooperativista, es decir, se trata una ganadería con no mucho pastoreo, pero muy ligada al territorio, por lo que tiene un mejor impacto ambiental.



  En consecuencia, ante este modelo de ganadería intensiva, con los inconvenientes de la explotación del suelo y de las emisiones de gases de efecto invernadero que ello conlleva, y los efectos nocivos para la biodiversidad, hay que plantear alternativas para poder controlar la cantidad de carbono fósil que se incorpora a la atmósfera por el conjunto de la actividad ganadera en general, teniendo en cuenta las emisiones resultantes de la producción, la fabricación y el transporte de insumos y también evaluar los impactos climáticos de las distintas especies ganaderas ya que los recursos naturales son limitados, así como la evaluación de sus modelos productivos en el entorno, y su impacto en el medio ambiente.



Ramón Gijón, delineante proyectista.

Fuente: agencia europea del medio ambiente.