La
jardineria ecológica, técnicas de cultivo.
Al
utilizar técnicas ecológicas aplicadas a la jardinería o al
huerto, para evitar o minimizar el desarrollo de plagas enfermedades
y malas hierbas, tenemos que partir de unos conceptos básicos como,
no hacer nunca uso de pesticidas o herbicidas de síntesis, hay que
priorizar en la elección de especies y en variedades que sean
resistentes y hacer uso de las técnicas de cultivo adecuadas, ya que
éstas desempeñan un papel importante en la protección de las
plagas, enfermedades y malas hierbas, para ello, se emplean técnicas
como la
solarización, el
compostaje casero, lucha biológica, es decir, el uso de
enemigos naturales de las plagas, (como las mariquitas o
trichogramma), goteo
solar, o productos fitosanitarios autorizados para su uso
específico en la jardinería ecológica.
Técnicas del cultivo ecológico, como
menciono en esta introducción, las labores culturales o técnicas
agronómicas, contribuyen a evitar o minimizar el impacto de las
enfermedades que afectan a los cultivos, son siempre medios
preventivos que tienen un buen índice de eficacia, estas técnicas
se realizan antes de la plantación o durante el periodo de
crecimiento de ésta.
Técnicas preventivas previas al cultivo:
1.-Labores de preparación del suelo, (el laboreo, la escarda o la
nivelación del terreno).
2.-Uso adecuado de sustratos, estiércol o abonos adecuados y con
conocimiento de su origen.
3.-Eliminación de restos del cultivo anterior.
4.-Desinfección de las herramientas y aperos, (motoazada,
subsolador, etc.).
5.-Instalaciones de riego apropiadas al cultivo.
6.-Cubrir las balsas de riego para impedir la transmisión de
patógenos a través del agua de riego.
Técnicas preventivas durante el cultivo:
La
instalación, mantenimiento y uso correcto de los riegos, para evitar
el encharcamiento del suelo; Hacer un uso racional del abonado,
evitando los aportes excesivos; La eliminación de restos vegetales
que puedan suponer una fuente de infección; La desinfección de las
herramientas y aperos utilizados, (tijeras, azadas, etc.); Y eliminar
y quemar los órganos de la planta afectados, para evitar que la
enfermedad se propague a otros ejemplares.
1.-La Preparación del suelo, el laboreo y la escarda, (desherbado) es muy beneficioso para el jardín o el bancal de nuestro huerto, estas labores nos ofrecen una serie de ventajas como:
El
laboreo, mejora de la estructura del suelo, por lo que la
retención de la humedad en las capas superficiales dura más tiempo
y favorece el drenaje en tierras encharcadas, esta aireación del
suelo impide la proliferación de algunos patógenos, tales como
nematodos y bacterias.
Acondiciona el suelo para la siembra o el trasplante, el desterronado
y la nivelación, las labores de escarda y roturado permite el
control de las malas hierbas, así como facilita la incorporación de
materia orgánica, restos compostados de material vegetal, enmiendas
o abonos verdes, ya que los restos de los cultivos anteriores pueden
ser incorporados al suelo lo
que
permite la nutrición del terreno.
La
escarda, (desherbado) en los jardines y huertos urbanos
ecológicos, es recomendable para evitar la acción desecante del
sol, mantener el suelo con una cubierta vegetal durante todo el año,
(para que de esta manera no se reseque la tierra), también
evitaremos la presencia de hierbas no deseables en el campo, es
decir, habrá que arrancar con una herramienta ligera con lamas
afiladas, (legón o azadilla), las raíces de las hierbas, removiendo
la capa superficial y aireando el suelo, ni que decir tiene que las
herramientas deben ser de acero de calidad, afiladas y deben
mantenerse siempre en buen estado.
2.-Utilización
de nutrientes, las plantas necesitan básicamente aire, luz y
agua para poder obtener los elementos más importantes en su ciclo
vital, (energía, carbono, nitrógeno, oxígeno e hidrógeno) el
resto de elementos minoritarios, que no puede obtener por estas
fuentes, se deben incorporar desde el suelo, como ya sabemos, la
mayoría de los nutrientes que necesitan las plantas ya se encuentran
presentes en el suelo, por lo que nuestra trabajo consistirá
únicamente en reponer sólo algunos de ellos.
Los
nutrientes se encuentran en la materia viva y en la materia orgánica
en descomposición, son naturales, de muy fácil asimilación y nada
contaminantes, tenemos a nuestro alcance diferentes formas de aportar
abonos y sustratos naturales, que además, son favorables para la
propagación de la flora microbiana del subsuelo y ayudan al control
de plagas, pueden ser de origen animal o vegetal. (Ver en
esta sección la entrada 12/17,
las
enmiendas).
Entre los de origen animal tenemos, el estiércol, (vaca, caballo,
ovino, caprino o cerdo) purines, restos orgánicos de animales,
(harina de sangre, de cuernos, de pescado y de carne), excrementos de
ave como el guano o gallinácea.
Entre los de origen vegetal tenemos, residuos orgánicos vegetales
como el orujo de uva, orujo de aceitunas, compost, humus de lombriz,
abonos verdes, (se obtienen de cereales, leguminosas y crucíferas),
son cultivos realizados con la función principal de enterrarlos,
también podemos disponer de algas desalinizadas o biofertilizantes,
(bacterias o aminoácidos de origen vegetal nitrogenados).
3.-Eliminación de restos del cultivo anterior, es evidente
que para desarrollar esta práctica, el arriate o el campo de cultivo
debe estar en uso desde la temporada anterior, las razones de la
importancia de esta práctica, radica en tres principios básicos:
Sirve de abonado y aporta nutrientes al suelo, en el caso de que
enterremos los restos.
Al
enterrarlos, mejoramos la estructura del suelo, para el asentamiento
del nuevo cultivo.
En
el caso de que tuviéramos alguna enfermedad bacterial o vírica, en
la temporada anterior la única forma de que no se reproduzca en el
cultivo de este año, será procediendo a eliminarlo.
4.-Desinfección de las herramientas y aperos, la desinfección
de las herramientas utilizadas en las labores de cultivo, es una
actividad recomendable, ya que es una de las principales vías de
entrada de virus, bacterias y hongos que afectan a los cultivos,
existen varios métodos para desinfectar las herramientas de uso
cotidiano, utilizando algún método físico o químico:
Aplicar calor húmedo, puede hacerse por medio de agua hirviendo o
vapor, de los dos, el más factible es el de agua hirviendo, aunque a
la temperatura que hierve el agua pueden sobrevivir algunos virus,
podemos solucionar esto si mantenemos la herramienta durante tres
minutos en agua hirviendo y seguidamente la ponemos en agua fría, de
esta manera, el choque térmico, desnaturalizará las proteínas de
los patógenos.
Aplicar calor seco, podemos aplicarlo mediante quemadores de gas,
lámparas de alcohol, encendedores o cualquier otro aparato que
produzca una llama estable y controlada, colocando la herramienta
sobre la llama por
5.-Instalaciones de riego apropiadas, el agua es el elemento
que transporta las sustancias nutritivas del suelo hasta la planta,
que los absorberá a través de las raíces, pero además, este
elemento
favorece la proliferación de microorganismos y los hongos, que
pueden provocar enfermedades en los cultivos. Cada planta, en cada
fase de su desarrollo tiene unas necesidades hídricas diferentes,
por ello resulta muy importante la dosificación, la periodicidad y
la frecuencia de los riegos, un exceso de riego no sólo es
perjudicial en cuanto a que los nutrientes del suelo se lixivian,
tambien puede provocar la aparición de enfermedades criptogámicas
(hongos), ya que se debilita a la planta y se produce asfixia
radicular.
6.-Cubrir balsas de riego, siempre que podamos deben cubrirse
las balsas con malla de sombreado, ello mejora la calidad del agua,
ya que al disminuir la luz, disminuye la capacidad fotosintética y
evita la proliferación de algas.
Aunque esto no afecta a la presencia de sólidos suspendidos y
tampoco a los nutrientes, las aguas marrones denotan la presencia de
barro y partículas en suspensión, las aguas verdes, denotan un
exceso de nutrientes y la presencia de algas y el agotamiento de
oxígeno.
Ramón
Gijón, delineante proyectista.
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