sábado, 3 de febrero de 2018

Los jardines en la antigua Mesopotamia.

Los jardines en la antigua Mesopotamia.


 En la antigua Persia hubo unos jardines-paraíso, de solaz y recreo, de superficie cuadrada, y cerrados con muros, empleando unas sofisticadas redes de riego, la representación de la cruz filar correspondía a los 4 ríos, Tigris, Eúfrates, Guijón y Pisón, de carácter sacro dado que eran los responsables de la fertilidad de la región, los diferentes soberanos del valle del Éufrates construyeron jardines en los patios de sus palacios en los que crecían diferentes tipos de árboles, flores, estanques y habitualmente una especie de kiosco o pabellones de reposo, e incluso parece existir algún ejemplo anterior de jardines colgantes situados en las terrazas de los zigurats, pero sin duda el paradigma de jardines colgantes fueron los de Babilonia y aunque la leyenda atribuye su construcción a la reina Semíramis, la realidad según Claudio Josefo es que fueron obra de Nabucodonosor II o de alguno de los reyes aqueménidas posteriores si seguimos a Diodoro Sículo.

 Según otra leyenda, menos creíble, en cambio, los jardines habrían sido creados en el siglo IX a.C. Cerca de 810 a. C., reinaba Sammuramat en Asiria y Babilonia, llamada Semíramis por los griegos, viuda de Shamshiadad V, y regente de su hijo Adad-nirari III, fue una reina valiente, se dice que conquistó India y Egipto, pero no resistió que su hijo conspirara para derrotarla, y se suicidó, en cualquier caso, los Jardines Colgantes de Babilonia fueron considerados una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, y como he mencionado antes, fueron construidos en el siglo VI a.C. durante el reinado de Nabucodonosor II en la ciudad de Babilonia (la Babel de los textos bíblicos), a orillas del río Éufrates (Mesopotamia), las aguas para regar las plantas eran traídas desde las orillas del río Éufrates, que se encontraba en las faldas de la montaña, en los jardines se plantaban palmeras y árboles frutales, como el dátil y los cocos.

 Se cree que sus diseños y las construcciones se iniciaron en 605 a.C., por orden del rey Nabucodonosor II de la dinastía caldea del Imperio neobabilónico, como muestra de amor hacia su esposa Amytis, hija de rey Ciáxares del Imperio medo (Media o "Umman Manda"), para recordarle a las montañas de su tierra, de cualquier forma el arquitecto que los proyectó tuvo, ya entonces, una gran visión urbanística en su concepción y grandes conocimientos hidráulicos, pues cualquiera de las situaciones requiere la organización de una red de aguas subterránea y su posterior elevación e irrigación a los diferentes niveles para posibilitar el riego de la variada vegetación que fue situada en cada una las terrazas, la arqueología ha demostrado que los pozos se hundían hasta el nivel del río y cadenas de cangilones subían el agua por las columnas mediante sistemas movidos por animales o esclavos.

 El efecto conseguido era como una cuidada escenificación mediante la cual el palacio emergía entre la vegetación situada en el conjunto de terrazas que descendían formando una especie de plaza bastante amplia, de esta forma las palmeras, álamos y pinos se constituían en murallas verdes que vistas desde el río se recortaban sobre las murallas, dicho de otra manera, fueron los precursores del jardín vertical actual, Claudio Josefo en su obra “Antigüedades judías” nos habla de ellos: En este palacio hizo alzar grandes terrazas de piedra, les dio el aspecto de montañas y las cultivó y, plantando en ellas árboles de toda especie, dispuso lo que se llama el parque colgante porque su esposa, criada en el país medo, echaba de menos los lugares montañosos“.

  Los jardines estaban junto al palacio del Rey, contiguo al río, para que los viajeros los pudieran contemplar, ya que el acceso al pueblo estaba prohibido, en la más alta de las terrazas se situaba un depósito de agua desde el cual corrían varios arroyos, los Jardines Colgantes de Babilonia, realmente no "colgaban" en el sentido literal de estar suspendidos por cables o cuerdas, el nombre proviene de una traducción incorrecta de la palabra griega “kremastos” o del término en latín “pensilis”, que no significa precisamente "colgar" pero si "sobresalir", como en el caso de una terraza o de un balcón, el geógrafo griego Estrabón, quién describió los jardines en el siglo I a.C., escribió:
Éste consta de terrazas abovedadas alzadas unas sobre otras, que descansan sobre pilares cúbicos. Estas son ahuecadas y rellenas con tierra para permitir la plantación de árboles de gran tamaño. Los pilares, las bóvedas, y las terrazas están construidas con ladrillo cocido y asfalto.”

 Las excavaciones arqueológicas más recientes en la antigua ciudad de Babilonia, en el actual territorio de Irak destaparon el asentamiento del palacio, y entre otros hallazgos incluyen la construcción abovedada con paredes gruesas y una irrigación cerca del palacio meridional.
Un grupo de arqueólogos examinó el área meridional del palacio y recreó la construcción abovedada como los Jardines Colgantes, sin embargo, el historiador griego Estrabón había indicado que los jardines estaban situados en el río Éufrates, mientras que la construcción abovedada está alejada varios cientos de metros, los arqueólogos reconstruyeron el lugar del palacio y localizaron los jardines en el área que se extendía desde río al palacio.
En la orilla del río, las paredes recientemente descubiertas de 25 metros de espesor pudieron estar escalonadas en forma de terrazas, tal como las describen las referencias griegas, sin embargo, hay pocas pruebas para cualquiera de estas teorías, pues no se menciona nada en los numerosos documentos babilónicos de la época.

  Pero no acaba aquí el interés por los jardines en Mesopotamia ya que sabemos que los reyes asirios Asurnasirpal (883-859 a. C.), Sargón II (721-705 a. C.) y Senaquerib (704-681 a. C.) tenían para su recreo una especie de parques de caza en los que además de la fauna autóctona mantenían una serie de animales exóticos traídos desde lejanos países como leones, avestruces o monos cuya finalidad era impresionar a los visitantes, en ellos organizaban también redes de irrigación para el mantenimiento de una fauna foránea entre los que encontramos, cipreses, cedros, almendros, palmeras, ébanos, robles y álamos, también contenían una zona de huertas con membrillos, perales, higueras, palmeras, manzanos y granados.

 Este tipo de parque o jardín se mantuvo a lo largo del tiempo y una prueba de ellos es el relieve conocido como Estela de Asurbanipal (685-627 a. C.) en la que vemos al rey bebiendo relajadamente bajo los árboles y escuchando música, mientras de uno de los árboles cuelga la cabeza de Tiunman, uno de sus grandes enemigos añadiendo a su reposo la satisfacción de la victoria, los jardines de este tipo serán frecuentes en los años sucesivos, siendo famosos los del imperio persa, descritos por Jenofonte en la Ciropedia relatando las cacerías del Gran Rey, siendo un ejemplo de ellos lo que el rey Astiages le dice a Ciro su hijo respecto a su jardín: Además, los animales que están en este momento en mi parque te los doy, y reuniré otros de todas las especies; cuando hayas aprendido a montar a caballo, los perseguirás y los abatirás con flechas o jabalinas, como los hombres mayores” .

Con la previsible decadencia de Babilonia y el fin del Imperio neobabilónico, los jardines fueron abandonados progresivamente, ya que cuando Alejandro Magno llegó a la ciudad en el siglo IV a.C., los jardines ya estaban parcialmente en ruinas y totalmente abandonados, finalmente los jardines fueron destruidos por el rey Evemero en el año 126 a.C.



Ramón Gijón delineante proyectista.
Fuente: Portal de arquitectura y construcciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario