lunes, 8 de noviembre de 2021

El Feng Shui en la vivienda.

El Feng Shui y la vivienda.




 El Feng Shui es un arte, una filosofía y una ciencia milenaria que nació en China a partir del taoísmo, filosofía fundada por Lao-Tsé en el siglo V a. C., y hasta la fecha ha formado parte y ha influido de una manera vital en la cultura de este pueblo, esto es así, porque los eruditos Chinos observaron el comportamiento de la naturaleza y se percataron de una serie de corrientes energéticas que influyen significativamente en nuestra salud física y mental, mediante el Feng Shui, (viento y agua), se controlan estas energías para aprovechar sus efectos beneficiosos y contrarrestar los que no lo son, también nos pone en sintonía con nuestro entorno y con el medio ambiente para poder vivir en armonía con el. Esto es, el medio que nos rodea nos transmite energías que inciden en nuestro estado emocional, mediante colores, olores, formas, objetos y espacios, por lo que el Feng Shui, nos ayudará en nuestras casas y en nuestros lugares de trabajo a conseguir una armonía con el entorno que nos rodea y conseguir una vida saludable.



 Los conceptos básicos, El Chi o energía vital, en la filosofía oriental todo lo que compone el entorno físico está dotado de una energía vital; El Ying y el Yang, todo lo que nos rodea tiene dos caras, son elementos opuestos pero complementarios, por lo tanto el Chi también tiene dos caras una positiva y una negativa.



 El mapa bagua, es un dibujo de 8 lados, y básicamente indica la correspondencia entre los puntos cardinales y los diferentes circuitos por los que se mueve la energía. Por lo tanto, para conseguir un buen diseño armonioso deberíamos tener una correcta distribución y decoración, teniendo en cuenta los colores y las formas que influirán en nuestro estado de ánimo, también habrá que tener en cuenta la presencia de postes eléctricos, antenas o grúas, ya que proyectan energías negativas, sobre todo si están encaradas a las entradas de la casa, es decir, puertas y ventanas.



 En general se ha de conseguir una estructura armónica, esto se consigue mediante una distribución cuadrada y un pasillo recto y sin ventanas, de esta manera la energía vital positiva fluirá de forma adecuada en todas sus estancias. Por lo tanto, lo ideal es que las estancias formen un cuadrado, tenemos que tener en cuenta que las ventanas y las puertas nunca estén encaradas, para evitar que la energía salga de una forma demasiado rápida, si contamos con un pasillo, este debe ser recto y que no termine con una ventana, habrá que evitar colores chillones y olores fuertes, es decir, tenemos que elegir tonos suaves y aromas suaves que inviten a la relajación y tener siempre el hogar limpio y bien ventilado.

 El hogar ideal debería tener una puerta amplia, bien asentada para evitar chirridos o roces y una cerradura suave, con un ángulo de apertura de 90º o superior, de esta forma enfatizaríamos la bienvenida a los visitantes, así como el sonido del timbre que tiene que ser suave para evitar sobresaltos.

 A continuación se accedería al vestíbulo, tendría que estar ligeramente perfumado, ya que los olores también son importantes, este debería tener un perchero a la derecha, el mobiliario no debe tener aristas vivas, deben predominar los cantos romos y torneados redondeados, de esta manera se percibirá la sensación de acogida. Siempre hay que cuidar que la energía fluya de manera suave sin interrupciones.

  Del vestíbulo se debe acceder al salón comedor, habrá que cuidar el mobiliario con respaldos contra la pared en ángulo de 90º para favorecer la comunicación, un centro adornado con motivos florales o velas perfumadas, si hay un televisor, tendrá que estar e un lugar discreto, es mejor tener equipo de música, libros, plantas o un acceso a una terraza o balcón con plantas que ayuden al bienestar.

 Los pasillos no deben tener una ventana al final del mismo, así como la circulación por el mismo se debe ralentizar colocando pequeño mobiliario y plantas para que la energía fluya mas despacio, en cuanto a los colores deben ser con tonos terrosos.

  Las escaleras no tiene que situarse en la parte central de la casa y no deben ser de una tramada o de caracol y menos aún con escalones exentos, el material preferiblemente de madera, las habitaciones no deben estar cerca.

  En cuanto a las habitaciones, no tienen que tener las puertas y las ventanas enfrentadas, por lo que habrá que cuidar el diseño, las ventanas tendrían que tener plantas, y si tenemos una mesa de trabajo no debe dar la espalda a la puerta y las camas deben situarse transversalmente a las puertas y ventanas, en espacios diáfanos, habrá que usar biombos o celosías para que la energía no fluya con rapidez.



Ramón Gijón, delineante proyectista.

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