lunes, 9 de julio de 2018

El jardín en el renacimiento.

El jardín en el renacimiento.

  El renacimiento tuvo su origen en Italia y mas concretamente en la región de la Toscana, el jardín renacentista supone una ruptura total con el jardín medieval, recordemos que esta tipología de jardín era un diseño cerrado, privado e intimista con un marcado carácter práctico y espiritual, mientras que en el jardín renacentista tenemos una tipología de jardín abierto al exterior en todos los sentidos, donde el concepto que predomina es la simetría y la geometría y el carácter es puramente ornamental y en el que el mecenas de turno no escatimaba en recursos para conseguir los mejores resultados en cuanto a belleza y estética, en este sentido se superó el diseño y la grandiosidad de su predecesor el jardín Romano.


  Esto supone una vuelta al jardín clásico Romano, de esta manera, durante los siglos XV y XVI, esta tipología se extenderá por toda Europa, pero en Italia es donde mas va a brillar, por lo que se levantan grandes palacios con una arquitectura que imita las antiguas construcciones Romanas, y al rededor de estos palacios se erigen estos majestuosos jardines, también se diseñan grandes paseos que se comunican entre sí, formando un entramado geométrico clásico en el que predomina la perspectiva general, siempre bordeados de grandes cipreses, se utiliza mucho el parterre, las escaleras para salvar los desniveles perfectamente aterrazados, se usan profusamente las esculturas y las fuentes o los juegos de agua, en perfecta armonía con los elementos vegetales, también se utiliza el boj y el mirto, perfectamente recortados, así como laurel, plantas aromáticas o claveles, no se abusa mucho de los macizos de flores y el tono predominante es el verde, arboles como granados, naranjos, limoneros perfectamente cuidados.


  Un ejemplo de estos bellos y aristocráticos jardines pueden ser los de villa Boboli en Florencia, la villa Romana de Médici, o la villa Lante en Bagnaia, entre otras muchas, todas ellas acomodadas en un marco incomparable y de una enorme belleza, estos jardines se adaptan al terreno, se aterrazan y le sacan mucho partido al entorno, se utiliza el “quincux”, que es un modo de plantación en el que se utilizan cinco elementos siguiendo el modelo del cinco en el dado, es decir, cuatro ejemplares en los ángulos y uno en el centro, en estos jardines se puede observar la utilización de simbolismos ocultos como, los laberintos, que representarían los destinos que escapan de los hombres, o las grutas, que representarían el origen terrestre de los hombres, es el “giardino segreto”, también se utilizan recursos “antiguos”, como praderas de césped, emparrados, los mencionados laberintos o el uso de arte topiario, los setos recortados se usan para fugar la perspectiva y de esta manera utilizan el entorno a su favor, esto refleja el ideal de apertura que representa la esencia del pensamiento humanista.


  En Valencia, tenemos un ejemplo de este tipo de jardín en el entrañable y hermoso jardín de Monforte, al que ya le dedique un artículo en junio del 2016. (ver jardín de Monforte)



Ramón Gijón, delineante proyectista.

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