El
jardín en el renacimiento.
El
renacimiento tuvo su origen en Italia y mas concretamente en la
región de la Toscana, el jardín renacentista supone una ruptura
total con el jardín medieval, recordemos que esta tipología de
jardín era un diseño cerrado, privado e intimista con un marcado
carácter práctico y espiritual, mientras que en el jardín
renacentista tenemos una tipología de jardín abierto al exterior
en todos los sentidos, donde el concepto que predomina es la simetría
y la geometría y el carácter es puramente ornamental y en el que el
mecenas de turno no escatimaba en recursos para conseguir los mejores
resultados en cuanto a belleza y estética, en este sentido se superó
el diseño y la grandiosidad de su predecesor el jardín Romano.
Esto
supone una vuelta al jardín clásico Romano, de esta manera, durante
los siglos XV y XVI, esta tipología se extenderá por toda Europa,
pero en Italia es donde mas va a brillar, por lo que se levantan
grandes palacios con una arquitectura que imita las antiguas
construcciones Romanas, y al rededor de estos palacios se erigen
estos majestuosos jardines, también se diseñan grandes paseos que
se comunican entre sí, formando un entramado geométrico clásico en
el que predomina la perspectiva general, siempre bordeados de grandes
cipreses, se utiliza mucho el parterre, las escaleras para salvar los
desniveles perfectamente aterrazados, se usan profusamente las
esculturas y las fuentes o los juegos de agua, en perfecta armonía
con los elementos vegetales, también se utiliza el boj y el mirto,
perfectamente recortados, así como laurel, plantas aromáticas o
claveles, no se abusa mucho de los macizos de flores y el tono
predominante es el verde, arboles como granados, naranjos, limoneros
perfectamente cuidados.
Un
ejemplo de estos bellos y aristocráticos jardines pueden ser los de
villa Boboli en Florencia, la villa Romana de Médici, o la villa
Lante en Bagnaia, entre otras muchas, todas ellas acomodadas en un
marco incomparable y de una enorme belleza, estos jardines se adaptan
al terreno, se aterrazan y le sacan mucho partido al entorno, se
utiliza el “quincux”, que es un modo de plantación en el que se
utilizan cinco elementos siguiendo el modelo del cinco en el dado, es
decir, cuatro ejemplares en los ángulos y uno en el centro, en estos
jardines se puede observar la utilización de simbolismos ocultos
como, los laberintos, que representarían los destinos que escapan de
los hombres, o las grutas, que representarían el origen terrestre de
los hombres, es el “giardino segreto”, también se utilizan
recursos “antiguos”, como praderas de césped, emparrados, los
mencionados laberintos o el uso de arte topiario, los setos
recortados se usan para fugar la perspectiva y de esta manera
utilizan el entorno a su favor, esto refleja el ideal de apertura
que representa la esencia del pensamiento humanista.
En
Valencia, tenemos un ejemplo de este tipo de jardín en el entrañable
y hermoso jardín de Monforte, al que ya le dedique un artículo en
junio del 2016. (ver
jardín
de Monforte)
Ramón
Gijón, delineante proyectista.
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