lunes, 10 de septiembre de 2018

El jardín barroco.

El jardín barroco Francés.

  En el jardín clásico Francés, el elemento principal es el Palacio y su inseparable jardín, ya que toda la arquitectura se articula con el paisaje, en el siglo XVIII el jardín de estilo Francés va adquiriendo peso específico sobre el modelo Italiano, fué introducido en Francia por Le Notre (1613-1700), este hombre era el jardinero del rey Luis XIV, su entusiasmo por este tipo de jardín, es porque reflejaban en el terreno el poder y el pensamiento cartesiano de la época, también fueron relevantes Le Vaux y le Bru, y su máximos exponentes son los jardines de Versalles (1661-1685), los jardines de Chantilly (1663-1700), o los jardines de Vaux le Vicomte (1656-1661).


  Como he comentado, este jardín parte del modelo renacentista Italiano siendo en general, un estilo imitador en muchas de sus características, pero en este caso, el modelo Francés es mas abierto mimetizándose mas en el entorno y evidentemente, la escala es mucho mas grande, en estos jardines los parterres son mas grandes, los setos son recortados de una forma exquisita y las fuentes y los estanques son monumentales y espectaculares, por no hablar de las esculturas que también juegan un papel importante.


  Son jardines muy estructurados y en el diseño de estos jardines, siempre encontraremos una serie de pautas o elementos característicos, uno de ellos es un eje principal potente que parece no terminar nunca, los aterrazamientos, es una técnica muy utilizada con la que a simple vista se tiene una visión de conjunto y al mismo tiempo los bosquetes de fondo con sus espacios cortesanos que actúan como limitadores del cuadro general, otro recurso omnipresente es el agua, es la que organiza y limita el espacio, o el uso de los parterres, que como sabemos, en el medievo eran usados como separadores de las hierbas medicinales o de las hortalizas, cabe reseñar que la articulación de todos estos elementos es armoniosa y proporcional con el paisaje.


  Por lo tanto, si vemos en detalle los elementos característicos del diseño, tendremos:

  La perspectiva, está siempre determinada por dos ejes, un gran eje central que marca y determina el jardín y el conjunto en general, y un eje transversal que siempre es el palacio-castillo, ambos representan y remarcan el poder absoluto. El eje longitudinal, como he descrito, parte del palacio-castillo determina el recorrido visual hacia el infinito, este eje no es uniforme, ya que se juega con efectos visuales como arboles, laminas de agua, parterres, esculturas, etc. haciendo que se ensanche o se estreche aunque manteniendo siempre el sentido longitudinal del eje.

  La simetría y la geometría, este es otro elemento heredado y característico que da la geometría y el orden, dando al conjunto su aspecto de sobriedad y de disciplina, ciertamente los diseños geométricos son una de las características más visuales, cuadrados, rectángulos, triángulos y círculos son creados usando setos bajos, recortados de arbustos y matorrales. Estas figuras geométricas se rellenan con césped, y pequeñas islas de flores, hierbas y verduras, siempre manteniendo un patrón de color predeterminado, otra característica común a todos ellos es que deben observarse desde un punto alto, la planta o un mirador al que se accede desde unas escalinatas, ya que debido a su tamaño no se pueden apreciar.

  El agua, es un recurso que se utiliza para organizar y delimitar un espacio determinado, originalmente era un recurso defensivo ya que era un canal que rodeaba al palacio-castillo, estas láminas de agua son un recurso de relevante importancia en los diseños, muy visuales y efectivos y siempre van combinados con fuentes, cascadas, puentes a través de los canales o las láminas de agua, crea un efecto romántico, y da una sensación de frescura y el murmullo del agua proporciona un suave sonido. La escala, aunque espacialmente es gigantesca no produce estridencias y todos los elementos parecen tener sentido y armonía adaptándose a la escala humana y al entorno.

  Los parterres, son siempre rectangulares, forman figuras geométricas hexagonales, suelen ser muy recargados y barrocos, parecen tapices o alfombras, otros en cambio son más sencillos, y están constituidos por césped, líneas sin césped y especies arbóreas, es el recurso más decorativo junto al palacio y su función es rellenar el vacío que dejan los árboles cortados alrededor del mismo.

  La topiaria (la taille), es una disciplina que consiste en recortar y podar los árboles y arbustos para que adquieran formas singulares, imitando figuras geométricas como pirámides, prismas, etc., de esta manera se logran elementos estructurales del jardín que enfatizan la verticalidad, el recurso de los topiarios en el jardín Francés refuerza la consolidación del eje central con los trazados horizontales de los parterres geométricos y simétricos, sus setos bajos, son tallados de diferentes formas geométricas, así como los árboles formados y tallados en cortina, siendo un recurso muy utilizado.

  Los bosquetes, son un tipo de bosque de jardín que se suele podar y acondicionar para albergar espacios destinados a la reunión o al recreo, pueden ser irregulares o en “quincunx”, es decir, grupos de cinco árboles dispuestos como en el dibujo del número cinco de los dados, y que repetido sucesivamente genera unas arboledas alineadas en ángulo recto o diagonal, son un sistema de avenidas en diagonal que se flanquean con bosquetes que a su vez, enmarcan la zona de los parterres, de esta manera la vista no se pierde en los laterales y se fija en la lejanía, lo que acentúa el efecto de amplitud y perspectiva del jardín. Esto nos lleva a la subdivisión lateral, que como acabo de mencionar adoptan diferentes formas ubicándose en estos lugares los parterres, los laberintos de setos, los bosquetes, las arboledas y otros espacios mas o menos singulares. Los paseos, son siempre rectilíneos, generalmente se disponen uno o varios paseos transversales que cortan el eje principal y delimitan los parterres y bosquetes.

  Las terrazas, es otro elemento importante y muy característico, el palacio-castillo generalmente está ubicado en una pequeña colina o promontorio, con lo que se aterraza la superficie para ofrecer una vista completa del jardín, donde los visitantes pueden disfrutar de una visión de conjunto y ver la belleza del mismo, este sistema de aterrazamientos también se aplica a las láminas de agua. Y por último, mencionar la ornamentación, en el jardín Francés este recurso es vital, se usan mucho las pérgolas, los bancos, las esculturas que emergen de los paseos o de las láminas de agua, lámparas, escaleras, pajareras, zoológicos, templetes, en todo caso enfatizan zonas determinadas del jardín, siendo un recurso muy efectivo.

  Un ejemplo en España de este tipo de jardín lo tenemos en el Palacio real de la granja de San Ildefonso, en Segovia, con una extensión de 146 hectáreas, de las cuales 67 son de bosque, los jardines que rodean el palacio son uno de los mejores ejemplos del diseño de los jardines de la Europa del siglo XVIII. Su creación, en el año 1720, se debe a Felipe V, se concibieron con la idea de que tuvieran más importancia que el propio Palacio, fué el primer Borbón Español que, conocedor de los grandes jardines Franceses en que había discurrido su infancia y primera juventud, quiso emularlos en un paraje singular muy próximo a Segovia. Estos jardines fueron proyectados por el ingeniero Merchán, la jardinería fué diseñada y realizada por Carlier y Boutelou, Carlier falleció en 1722, y su trabajo fue continuado por su compatriota Esteban Boutelou.


  Son unos jardines excepcionales fieles a este estilo, están adornados ricamente con estatuas, jarrones y bancos, son especialmente conocidos por sus juegos de agua, cascadas y fuentes, que componen con sus surtidores y sus estatuas maravillosos y asombrosos espectáculos, entre las fuentes hay que destacar la de la Fama, con un altísimo surtidor, o la barroca de los Baños de Diana, la de Latona, la del Abanico, con sus finísimos surtidores, la magnífica Carrera de Caballos, o la impresionante Cascada frente a la fachada de palacio, sin olvidar su restaurado laberinto. Frente a Palacio se dispuso un jardín con tres ejes paralelos delimitados por las Fuentes de la Cascada Nueva, la Carrera de Caballos y La Ría. Los jardines se desarrollaron con parterres y bosquetes marcados por setos, así como con alineaciones de tilos y castaños de Indias. Delante de la Colegiata destacan las magníficas sequoias en los llamados Jardines del Medio Punto. Hay que destacar sus espectaculares fuentes, sus grupos escultóricos y las estatuas de Thierry, Demandré, Pitué, Fremin y Bousseau.


  Pasear por los Jardines de La Granja es pasear por el ambiente palaciego de tres siglos atrás, allí nos esperan las impresionantes fuentes de influencia mitológica y respiraremos el aire puro de la sierra combinado con el aire fresco de la centenaria vegetación del lugar. Sin darnos cuenta, dejamos atrás las ordenadas plantaciones del jardín y nos adentramos en la zona boscosa del Palacio. Si seguimos los caminos que ascienden a la parte alta llegamos al denominadoel Mar”, es un depósito en forma de lago que no nos dejará indiferentes y cuya agua, canalizada, nutre a todas fuentes, usando inteligentemente las pendientes naturales de las colinas que circundan el palacio como ayuda para la perspectiva visual y como fuente de energía para hacer brotar el agua de cada una de las veintiuna fuentes monumentales que decoran el parque. Al contrario que en Versalles, donde tenían muchos problemas para conseguir la presión del agua para las fuentes, en el Palacio de la Granja se utilizó la propia pendiente natural del terreno para conseguir una presión no vista hasta entonces en la época lo que permite que algunas fuentes superen los 40 metros de altura.



Ramón Gijón, delineante proyectista.
Fuentes: jardinfrances.wordpress.com, segoviaunbuenplan.com y botanical-online.com

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