lunes, 6 de mayo de 2019

El jardín como terapia.

El jardín terapéutico.

  Se puede definir un jardín terapéutico de muchas formas, una definición sería que que es un jardín adaptado en el que se realizan terapias adaptadas a diversas patologías “Nature Assisted Therapy”, y son terapias que se hacen en el exterior, priorizando la relación entre las personas y la naturaleza, en los últimos años el interés por las terapias alternativas a los fármacos han ido en constante aumento, de esta manera, tenemos terapias con música o terapias con animales, esto es porque la farmacología en sus tratamientos es en muchas ocasiones muy agresiva, provocando efectos secundarios no deseados como ansiedad, insomnio, depresión y otros problemas neurológicos, en ocasiones también provocan pérdida de equilibrio, pérdida de apetito y empeoramiento cognitivo, teniendo especialmente mas incidencia en las personas mayores, ya que pierden mucha calidad de vida.


  En general este tipo de jardín, busca una serie de objetivos en los pacientes y sus familiares, se han creado para motivar y avivar la curiosidad, para dar una sensación de seguridad y lo mas importante, devolver las ganas de vivir, por eso se han cuidado detalles como plantas que suenan cuando son movidas por el viento, sonidos y corrientes de agua con las que se interactuá, fragancias que se desprenden cuando son pisadas o tocadas, invernaderos donde cultivan sus propias plantas y donde se socializa con otras personas o con los familiares, o pequeños recovecos donde meditar, siempre con sutiles ayudas a la movilidad, en el mobiliario adaptado o en los senderos, son un oasis para los sentidos, que va involucrando a la persona a reencontrarse y ser participativa. Esta tipología de jardín puede ser un jardín público o jardines de centros hospitalarios o residencias privadas.


  Con esta filosofía en los años 90, un matrimonio afincado en Escocia, Maggie Keswick, paisajista y Charles Jencks, arquitecto e historiador, tuvieron que pasar por un terrible trance, ya que a ella se le diagnosticó un cáncer de mama en 1993, pero tras una larga lucha la metástasis doblegó su voluntad de hierro y falleció en 1995, entonces sintieron la necesidad de mejorar y humanizar las terapias de curación del cáncer, haciendo que la arquitectura y el paisajismo fueran de la mano para crear unos espacios alegres y vitalistas, esto fué el germen de los centros “Maggies cáncer caring center” conocidos popularmente como los “Maggie’s”, el primer centro fué el que se abrió junto al hospital general occidental de Edimburgo en 1996, fué financiado por el matrimonio y el proyecto lo realizó el arquitecto Richard Murphy, siendo inaugurado un año después de su muerte.


  Esto fué la semilla de una serie de edificios-jardín que impulsados por su marido Charles Jencks, rápidamente se traspasó el Reino Unido, construyéndose muchos mas, con la ayuda desinteresada de arquitectos de la talla de Frank Ghery, Richard Rogers, Zada Hadid, o Norman Foster entre otros, cabe reseñar que el propio Norman Foster sobrevivió a un cáncer intestinal. Con unos diseños muy sugerentes y una jardinería muy cuidada, la popularidad y la acogida de estos centros ha sido extraordinaria.


  Estos centros son autónomos e independientes de los hospitales, en ellos, la atención y la información así como la estancia, está hecha para la persona, a una escala humana y en convivencia con la naturaleza, en ellos, se puede socializar e interactuar con la naturaleza en un entorno humanizado. Evidentemente esto por sí solo no cura el cáncer, pero incide de una manera muy positiva en el paciente, abordando de una manera mas positiva la convalecencia.

  Charles Jencks nació en Baltimore en 1939, es un arquitecto paisajista, teórico e historiador de la arquitectura Estadounidense. Sus obras, con una temática sobre historia y crítica del movimiento moderno y posmodernismo han sido muy leídas en en ámbito de la arquitectura y fuera de ella, es reconocido a nivel mundial por incluir temas como fractales, genética, teoría del caos y ondas, obras que provocan en el espectador un pensamiento profundo. El arquitecto estadounidense siempre procura encontrar una relación entre la ciencia y el mundo espiritual y plasmarlo en los paisajes, esto es una constante en todos sus trabajos en los que respeta e intenta integrar las leyes de la naturaleza.


  Esto lo podemos ver en su obra, el Jardín de la Especulación Cósmica, en Escocia. Un sitio que ha sido considerado uno de los jardines más originales e importantes del siglo XXI. Es de propiedad privada, pero sus propietarios lo abren una vez al año para permitir el ingreso de los visitantes. Esto último como parte del Scotland’s Gardens Scheme, un tour donde es posible admirar 40 imponentes obras de paisajismo que se relacionan de alguna forma con la ciencia o la filosofía.



Ramón Gijón, delineante proyectista.
Dedicado a los que se aferran a la vida y están luchando, y a la memoria de los que no consiguieron vencer.

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