Jardín
del antiguo convento del Carmen.
Callejeando por el casco viejo de la
ciudad, en la calle museo del entrañable barrio del Carmen, nos
encontramos con un conjunto arquitectónico monumental y emblemático,
cargado de siglos de historia y que forma parte de nuestros orígenes
y memoria como Valencianos. Este conjunto arquitectónico fue declarado
Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1983, mas tarde, se
realizaron unos estudios previos, para proceder a una larga
rehabilitación realizada en varias fases, iniciada en 1989 y
concluida en 2011, en la actualidad la Generalitat lo ha convertido
en un centro de cultura contemporánea, que acoge distintas
manifestaciones artísticas, siendo además sede del "Consorci
de Museus de la Comunitat Valenciana".
Un poco de historia, el
Real Monasterio de Nuestra Señora del Carmen se estableció en el
año 1281 en el barrio de Roteros de Valencia, estaba situado fuera
de las murallas árabes de la ciudad, en ese momento era habitual, ya
que otros conventos fundados tras la conquista cristiana, como los de
Santo Domingo (1239), San Agustín (1250) y Zaidía (1268), tambien
se encontraban fuera de las murallas. Mas tarde, en 1356, con la
nueva muralla tardomedieval quedó
dentro del perímetro urbano. Su huella
en la ciudad sigue con nosotros ya que le ha dado
su nombre a uno
de los barrios más castizos y populares, el barrio del Carmen. Tras
la Desamortización de Mendizábal (1835-37), se inicia un periodo de
cambios en el edificio, que coinciden históricamente con la
progresiva transformación urbana de Valencia hacia una ciudad
moderna.
El conjunto arquitectónico del
antiguo convento desamortizado, y su iglesia, que pasó a ser
parroquia de la Santa Cruz a partir de 1842, rebasa los límites de
la historia de la ciudad y puede ser utilizado como eje para dar una
amplia visión panorámica de la arquitectura Valenciana
y aún Mediterránea.
Ciertamente es
un conjunto arquitectónico
de una gran
complejidad arquitectónica, debido a las numerosas modificaciones
sufridas desde su fundación a fines del siglo XIII. A la lógica
dinámica de reformas operada en un monasterio activo durante varios
siglos,
como se puede observar
en sus diferentes espacios, hay
que añadir las trasformaciones
subsiguientes a la desamortización,
ya que sus funcionalidad tuvo
adaptarse a Museo de Bellas Artes, como albergue de las obras de arte
de los conventos suprimidos y
siendo sede de la Real Academia
de Bellas Artes de San Carlos desde 1848 y Escuelas de Bellas Artes y
de Artes y Oficios, hasta 1986, posteriormente
se acometió el estudio previo para su restauración y habilitación
actual.
La
arquitectura, en el conjunto monumental destacan importantes puntos
de referencia arquitectónica, como el refectorio, la sala capitular,
el dormitorio, el claustro
gótico o la primitiva
iglesia en el centro de la actual, estos elementos medievales estan
datados en los siglos XIV y XV, el
claustro renacentista es
del siglo XVI, la innovadora reforma del interior de la iglesia es de
la primera mitad del siglo XVII, junto con la portada retablo de la
misma.
La jardinería, en el claustro gótico
originalmente tuvo que ser la típica de la época, es decir dos ejes
perpendiculares que convergerían en un elemento de agua, fuente o
pozo, según se desprende de los grabados de la época, hoy se limita
a una bordura de aligustre que delimita una triste explanada de
albero. Aun así, cuando nos sentamos en un banco y admiramos sus
severos arcos apuntados cubiertos
con bóvedas de crucería simples y sus ménsulas con animales
monstruosos, o sus figuras antropomorfas y escudos heráldicos
sostenidos por angeles, nos podemos imaginar lo impresionante que
sería estando ajardinado, al igual que en otros conventos
cistercienses en los que se ha mantenido la tipología original.
La jardinería, en el claustro
renacentista, si que la vemos con esta típica configuración de
aspecto monacal, vemos los dos ejes perpendiculares y en el centro
una peana octogonal que alberga un pozo con dos bebederos convertidos
en maceteros, en los cuadrantes resultantes hay grandes arboles que
proporcionan sombra y frescura y en el perfil bajo tenemos una
bordura de aligustre que arropa, acantos y aspidistras, hay tambien
dos escudos de piedra, todo el conjunto tiene un aspecto de desorden
melancolico.
El
claustro de planta ligeramente irregular, está
compuesto de cuatro galerías sustentadas por arcos de medio punto
con columnas toscanas de capitel estriado, también presentes en el
Palau de Scala o el antiguo Hospital General de Valencia, que se
levantan sobre un banco corrido. El
sobreclaustro, al que se accede por una escalera barroca de mediados
del siglo XVII, con barandas de madera, peldaños de barro cocido
rojo, contrahuellas de azulejos policromados y mamperlanes de
madera en los bordes, la
caja de la escalera se cubre por una cúpula sobre pechinas, estas
últimas decoradas con medallones con tarjas, también está formado
por arcos de medio punto, pero estos más pequeños, pues dispone de
dieciséis arcos de medio punto sobre columnas toscanas por panda
(dos arcos por cada arco del claustro inferior). Se cubre con vigas
de madera y revoltones o bovedillas de yeso entre ellas. Se
trata de un pequeño jardín, pero aun se puede palpar el
recogimiento, la tranquilidad y el sosiego, el marco es incomparable,
un lugar para visitar.
Ramón
Gijón,
delineante proyectista.
Fuente:
Consorcimuseus.es y jdiezarnal.com
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