Pérgolas y arcos.
Las sombras en el jardín nos la proporcionan los elementos vegetales
como los árboles, propios o del vecino, o los arbustos grandes, pero
hay otros elementos no vegetales que también nos proporcionan sombra
y frescura en los meses de estío, como las pérgolas, los arcos, los
cenadores, tambien nos pueden proporcionar sombra las tapias del
jardín o la propia casa. Son unos elementos que generalmente son de
madera, aunque pueden ser metálicos, pero en cualquier caso,
proporcionan al jardín un ambiente romántico y acogedor y
estéticamente son un recurso muy potente, por eso siempre se han
utilizado en casi todos los estilos de jardín desde muy antíguo.
Por lo tanto, si disponemos en nuestro jardín de algún elemento de
este tipo conviene restaurarlo y mantenerlo.
Hay que tener en cuenta que la madera es un elemento vivo, sensible
a los cambios de temperatura, al sol, o al agua, sobre todo en climas
continentales o marítimos, por lo tanto estamos hablando de unos
elementos que al estar expuestos, precisan un mantenimiento regular
aproximadamente cada cinco años a los que habrá que aplicar un
tratamiento protector. Por otra parte, con los materiales disponibles
hoy en dia, el mantenimiento es muy sencillo consitirá en realizar
una limpieza a fondo de toda la superficie para eliminar polvo y
suciedad y seguidamente aplicar el tratamiento protector y esperar a
que seque, en las maderas denominadas blancas, es decir, madera de
pino o abeto laminado, son las mas habituales y son ligeras,
resistentes a la deformación y a la intemperie, siendo el protector
que se recomienda el lasur.
Lo más importante es realizar el mantenimiento con tiempo seco y
soleado y asegurarnos de que la madera está seca antes de aplicar
cualquier producto. Aun con el mantenimiento adecuado, con el paso
del tiempo el tono de la madera cambia ligeramente y se va
oscureciendo, es el proceso natural, consecuencia de la exposición
al aire, el sol o la lluvia, pero este
envejecimiento le aportará un aspecto que la
hará aún
más atractiva y acogedora, siendo
un buen recurso estético en nuestro jardín.
Si los elementos que tenemos son metálicos, estos pueden ser de
acero o aluminio, son resistentes a la intemperie y a las
inclemencias del tiempo (lluvia, rayos ultravioleta (UV) del sol, o
humedad). El mantenimiento de los elementos metálicos es muy
sencillo, hay que limpiarlos con un paño húmedo en agua y jabón
neutro, en caso de tener levantada o deteriorada la pintura, se
puede pintar con una pintura antióxido. Hay que tener en cuenta que
esta tarea hay que realizarla con buen tiempo y con unas temperaturas
suaves.
En el caso de querer incorporar una pérgola o un arco de madera en
nuestro jardín, tenemos una infinidad de modelos y estilos donde
elegir en el centro de bricolage, el montaje es muy sencillo y
consiste en atornillar unas fijaciones metálicas en el suelo que
reciben unos postes de 10x10 cms. el resto de piezas vienen ya
manofacturadas con sus herrajes y su tornillería, así que siguiendo
los pasos del manual y teniendo paciencia conseguiremos una hermosa
pérgola en nuestro jardín, además si la arropamos con una parra de
moscatel, tendremos sombra en verano y luz en invierno, otras
opciones pueden ser una parra virgen, una glicina, una buganvilla o
una hiedra. En cuanto se encuentren bien implantadas podremos gozar
de su frescor y sus aromas.
Ramón
Gijón, delineante proyectista.
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