La
jardinería cubierta.
El
éxito de la jardinería cubierta y mas en concreto la jardinería en
el invernadero, consiste en mantener unas condiciones óptimas y
equilibradas para los diferentes tipos de plantas y hortalizas que se
cultivan en él, esto es de vital importancia para las plantas no
resistentes. El mantenimiento de estas condiciones óptimas pasa por
tres parámetros fundamentales que son la temperatura, la humedad, y
la ventilación.
La
temperatura, para mantenerla adecuadamente, es preciso contar con
un buen aislamiento, una ventilación eficiente y equilibrada, con el
fin de evitar las corrientes de aire y un buen sistema de sombreado
en verano.
El
aislamiento, se puede reforzar en invierno con medidas sencillas pero
eficaces como colocar plástico de burbujas en los paramentos
verticales y colocar una lámina de plástico horizontalmente en los
aleros, también es útil colocar placas de poliestireno en el
basamento inferior cubriendo 40 o 50 cms.
El
sombreado, es una medida con la que regulamos la incidencia solar
mediante pintura, encalando los cristales, mallas o láminas
perforadas, que colocaremos en los paramentos verticales o persianas
que podemos poner en la cubierta.
La
humedad, habitualmente con la humedad que proporciona el riego
por goteo es suficiente, pero en otros casos necesitaremos usar
humidificadores o nebulizadores para cierto tipo de plantas.
La
ventilación, la podemos tener por viento, por efecto chimenea y
forzada, en el primer caso, por viento, instalaremos respiraderos en
la cubierta regulados normalmente con mecanismos de bisagra, el aire
circula de forma ascendente y en verano se puede reforzar este efecto
colocando una mosquitera en la puerta y mantenerla entre abierta.
En
el efecto chimenea, la circulación del aire se efectúa desde el
inferior por los respiraderos laterales regulados normalmente con
mecanismos de celosía hasta los respiraderos de la cubierta, el aire
calentado ascenderá.
En
la ventilación forzada, realizada por medio de ventiladores que
estarán instalados en la parte alta, el aire circulará desde los
respiraderos laterales inferiores.
Como
ya veremos en el art. “Los invernaderos”, podemos elegir entre
invernaderos fríos, frescos, templados y tibios, la elección estará
en función del tipo de plantas que vayamos a tratar y por
consiguiente, del coste y la dedicación que le podamos dedica, por
lo que de menor a mayor dificultad tenemos.
Los
invernaderos fríos, no hay calefacción por lo que tenemos que
contar con un aislamiento eficaz y un buen sistema de sombreado en
verano. En estos invernaderos se obtienen unos buenos resultados en
plantas de cosecha veraniega, en la propagación por esqueje, en el
cuidado de resistentes y de bulbosas de primavera, así como plantas
alpinas.
Los
invernaderos frescos, tenemos que contar con calefacción y
termostato para que nos mantenga una temperatura diurna entre 5º y
10º C. y una nocturna que no baje de 2º C., esto es vital en la
época invernal, por descontado, que necesitaremos de un buen
aislamiento, una ventilación adecuada y controlada y un buen
sombreado en verano. En estos invernaderos podemos tener las mismas
plantas que en los fríos y también plantes de flor en contenedor.
Los
invernaderos templados, tenemos que contar con calefacción y
termostato, incluso en momentos determinados de la primavera se puede
precisar de calor extra mediante lámparas o propagadores, ya que las
temperaturas diurnas las tenemos que mantener entre 10º y 13º C. y
una nocturna no inferior a 7º C., y nos apoyaremos en un buen
aislamiento, una buena ventilación y un eficaz sombreado en verano.
En estos invernaderos podemos tener plantas de flor en contenedor y
todo tipo de plantas y hortalizas.
Los
invernaderos tibios, necesitaremos de calefactor, termostato,
lámparas y nebulizadores, la gama de temperaturas es evidentemente
mas alta, teniendo que mantener unas diurnas entre 13º y 18º C. y
las nocturnas no menos de 13º C., con este rango de temperaturas es
esencial un control eficaz de la ventilación y buen sistema de
sombreado en verano. Aquí podemos tener una extensa gama de plantas,
ornamentales, frutos, hortalizas, plantas tropicales y subtropicales,
así como el cultivo y propagación de plantas y plantones.
Independientemente
del tipo que elijamos, es un elemento de jardín que aporta elegancia
y cierto romanticismo, la jardinería cubierta es laboriosa y
paciente, pero es muy gratificante y terapéutica, de hecho en los
jardines terapéuticos de las residencias se suelen instalar para que
los mayores socialicen y mantengan sus habilidades, así como en los
centros escolares para que los mas pequeños se familiaricen con el
proceso evolutivo de las plantas y adquieran una conciencia ecológica
y de sostenibilidad.
Ramón
Gijón, delineante proyectista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario