Plantas para el jardín en otoño.
Combinando con sabiduría los colores del otoño; rojo, amarillo y verde, tienes aseguradas las estampas más impresionantes que pueda ofrecer un jardín antes de que llegue el duro invierno. Descubre qué plantas son imprescindibles para que tu jardín se convierta en el centro de atención.
ARÁNDANO
De
huerto y de jardín, cuenta
con estos arbustos pequeños tanto en el jardín como si tienes una
zona de huerto porque, además de ofrecer sus ricos frutos en
septiembre, ideales para hacer confituras y mermeladas, contarás
con un delicioso tono rojizo en noviembre. No soporta las altas
temperaturas, y tampoco crece bien en zonas con viento.
BERGENIA
La
hortensia de invierno, tiene
una característica que la convierte en una planta realmente
ventajosa frente a otras: puedes plantarla en cualquier rincón por
ingrato que sea y siempre te ofrecerá sus grandes hojas coriáceas
y sus flores de colores vinosos. Es importante que limpies la
hojarasca que se acumula en la base de sus tallos para que no
adquiera
enfermedades.
enfermedades.
GAULTERIA
Un
tesoro para las aves, sus
pequeños frutos escarlata, que surgen arracimados de las axilas de
las hojas de la gaulteria (Gaultheria
procumbens),
hacen las delicias de urogallos y perdices, que los buscan en
invierno como alimento. Y no es difícil, pues son muy aromáticos y
de sabor picante. No es difícil mantener este arbusto así de
bonito en el jardín, si permanece en suelo ácido y húmedo y con
sombra ligera.
CORNEJO
Estrella
del otoño,
como
arbusto o como árbol, sus hojas en otoño se vuelven de un intenso
rojo o púrpura en algunas variedades, como (Cornus
florida).
No es un árbol muy grande, crece entre 5-6 mts, por lo que es
idóneo para cualquier jardín que lo quiera como estrella del otoño
gracias a su porte escalonado, o a capas, y a su color.
ANÉMONA
DEL JAPÓN
Un
toque de luz, aunque
su floración comienza en septiembre, se prolonga hasta muy tarde,
siempre y cuando se vayan eliminando regularmente las flores
marchitas para que reflorezca y se alimente bien a la planta. Le
gusta los ambientes frescos y la sombra, pero que no sea muy densa.
Plántalas desde ahora, en un suelo ligero y un poco ácido.
PARRA
VIRGEN
La
de hojas carmesí, cuando
los otoños son cálidos, la parra virgen (Parthenocissus
tricuspidata)
cambia su vestimenta verde a otra carmesí intenso. Cultívala en
cualquier tierra vegetal húmeda, preferiblemente no ácida, y
recuerda que durante los primeros meses después de la plantación
debes sostenerla con algún tipo de atadura hasta que empiece a
agarrarse por sí misma.
CAMELIA
Siempre
alfombrada, en
este tiempo es fácil ver a las camelias con un manto de hojas y
pétalos de sus mismas flores a sus pies. Tiene una explicación:
esta alfombra orgánica es un complemento idóneo para su nutrición,
al tiempo que mantiene en el suelo el nivel de acidez que estas
plantas necesitan. Si las pones en tu jardín, mejor que las compres
cuando están en flor. En los viveros encontrarás los híbridos
(Camellia
williamsii),
pero las (sasanqua)
son las más precoces en florecer, ya que lo hacen a partir de
octubre.
KIKUYO
Amigo
de las rocas, plantado
en un jardín de rocas, junto a unas escaleras de piedra o
flanqueando un camino de gravilla, el penisetum (Pennisetum
villosum)
otorga vitalidad y relevancia. Se trata de una hierba muy longeva,
cuyas hojas finas y verdes resultan casi tan decorativas como las
plumas purpúreas con las que se cubre al final del verano,
parecidas a los limpia-tubos. Plántalos en suelo bien drenado y a
resguardo de los vientos más fríos. Durante los primeros inviernos
le vendrá bien un recebo superficial de hojas o helechos a sus
pies.
EVONIMO
El
seto resistente, su
aguante en exposiciones umbrías, situaciones costeras y una buena
tolerancia a los recortes hace del evónimus (Evonymus
fortunei)
una planta especialmente adecuada para seto. La variedad (Emerald
y Gold)
proporciona, además, en otoño una tonalidad amarillo vivo en la
hoja panacheada y frutos rosa en forma de bonete. Como es muy
sensible a la cochinilla y a ciertos hongos como el oídio, te
conviene tratarlo desde ahora con aceite invernal, para que se libre
de estos males al comienzo de la primavera.
HELECHO
Del
verde intenso al dorado,
muchos
helechos de hoja caduca pasan por tonalidades rosas o doradas muy
bellas antes de apagarse. Pero disfrutar de ellos no es fácil, ya
que requieren climas muy húmedos y suelos ácidos. Plántalos en
los bordes de fuentes y estanques, que son las zonas más frescas
del jardín, en una zona poco soleada.
ÁSTER
En
cualquier suelo,
sin
el áster, el otoño no sería la estación de la dulzura. También
sin sus corolas estrelladas es difícil imaginar un jardín bello y
cuidado. Todas las variedades lucen vistosas y, sobre todo, destaca
en ellas cierta robustez que les permite acomodarse a cualquier tipo
de suelo. Como es muy rápido en crecer, lo esencial en su cultivo
es respetar un marco de plantación suficiente, de unos 30 cm en
todos los sentidos.
CANA
Elegante
y vistosa, junto
a otras gigantes de bonitos plumeros como la cortadeira o el
miscantus, aporta al jardín otoñal un foco, casi escultural, que
contrasta con lo que crece a su alrededor. Puede adornar los márgenes
de un sendero o dividir ambientes. No tendrás problemas de plagas y
enfermedades con ella y puede durante muchos años, si en tu zona no
hay heladas muy fuertes, pero aún así te aconsejamos que cortes los
tallos y los cubras, por ejemplo con paja, para protegerlos durante
el invierno.
Fuente:
www.infojardín.es
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