lunes, 13 de noviembre de 2017

Plantas para el jardín en Otoño.

Plantas para el jardín en otoño.

Combinando con sabiduría los colores del otoño; rojo, amarillo y verde, tienes aseguradas las estampas más impresionantes que pueda ofrecer un jardín antes de que llegue el duro invierno. Descubre qué plantas son imprescindibles para que tu jardín se convierta en el centro de atención.


ARÁNDANO
De huerto y de jardín, cuenta con estos arbustos pequeños tanto en el jardín como si tienes una zona de huerto porque, además de ofrecer sus ricos frutos en septiembre, ideales para hacer confituras y mermeladas, contarás con un delicioso tono rojizo en noviembre. No soporta las altas temperaturas, y tampoco crece bien en zonas con viento.


BERGENIA
La hortensia de invierno, tiene una característica que la convierte en una planta realmente ventajosa frente a otras: puedes plantarla en cualquier rincón por ingrato que sea y siempre te ofrecerá sus grandes hojas coriáceas y sus flores de colores vinosos. Es importante que limpies la hojarasca que se acumula en la base de sus tallos para que no adquiera
enfermedades.


GAULTERIA
Un tesoro para las aves, sus pequeños frutos escarlata, que surgen arracimados de las axilas de las hojas de la gaulteria (Gaultheria procumbens), hacen las delicias de urogallos y perdices, que los buscan en invierno como alimento. Y no es difícil, pues son muy aromáticos y de sabor picante. No es difícil mantener este arbusto así de bonito en el jardín, si permanece en suelo ácido y húmedo y con sombra ligera.


CORNEJO
Estrella del otoño, como arbusto o como árbol, sus hojas en otoño se vuelven de un intenso rojo o púrpura en algunas variedades, como (Cornus florida). No es un árbol muy grande, crece entre 5-6 mts, por lo que es idóneo para cualquier jardín que lo quiera como estrella del otoño gracias a su porte escalonado, o a capas, y a su color.


ANÉMONA DEL JAPÓN
Un toque de luz, aunque su floración comienza en septiembre, se prolonga hasta muy tarde, siempre y cuando se vayan eliminando regularmente las flores marchitas para que reflorezca y se alimente bien a la planta. Le gusta los ambientes frescos y la sombra, pero que no sea muy densa. Plántalas desde ahora, en un suelo ligero y un poco ácido.


PARRA VIRGEN
La de hojas carmesí, cuando los otoños son cálidos, la parra virgen (Parthenocissus tricuspidata) cambia su vestimenta verde a otra carmesí intenso. Cultívala en cualquier tierra vegetal húmeda, preferiblemente no ácida, y recuerda que durante los primeros meses después de la plantación debes sostenerla con algún tipo de atadura hasta que empiece a agarrarse por sí misma.


CAMELIA
Siempre alfombrada, en este tiempo es fácil ver a las camelias con un manto de hojas y pétalos de sus mismas flores a sus pies. Tiene una explicación: esta alfombra orgánica es un complemento idóneo para su nutrición, al tiempo que mantiene en el suelo el nivel de acidez que estas plantas necesitan. Si las pones en tu jardín, mejor que las compres cuando están en flor. En los viveros encontrarás los híbridos (Camellia williamsii), pero las (sasanqua) son las más precoces en florecer, ya que lo hacen a partir de octubre.



KIKUYO
Amigo de las rocas, plantado en un jardín de rocas, junto a unas escaleras de piedra o flanqueando un camino de gravilla, el penisetum (Pennisetum villosum) otorga vitalidad y relevancia. Se trata de una hierba muy longeva, cuyas hojas finas y verdes resultan casi tan decorativas como las plumas purpúreas con las que se cubre al final del verano, parecidas a los limpia-tubos. Plántalos en suelo bien drenado y a resguardo de los vientos más fríos. Durante los primeros inviernos le vendrá bien un recebo superficial de hojas o helechos a sus pies.


EVONIMO
El seto resistente, su aguante en exposiciones umbrías, situaciones costeras y una buena tolerancia a los recortes hace del evónimus (Evonymus fortunei) una planta especialmente adecuada para seto. La variedad (Emerald y Gold) proporciona, además, en otoño una tonalidad amarillo vivo en la hoja panacheada y frutos rosa en forma de bonete. Como es muy sensible a la cochinilla y a ciertos hongos como el oídio, te conviene tratarlo desde ahora con aceite invernal, para que se libre de estos males al comienzo de la primavera.


HELECHO
Del verde intenso al dorado, muchos helechos de hoja caduca pasan por tonalidades rosas o doradas muy bellas antes de apagarse. Pero disfrutar de ellos no es fácil, ya que requieren climas muy húmedos y suelos ácidos. Plántalos en los bordes de fuentes y estanques, que son las zonas más frescas del jardín, en una zona poco soleada.


ÁSTER
En cualquier suelo, sin el áster, el otoño no sería la estación de la dulzura. También sin sus corolas estrelladas es difícil imaginar un jardín bello y cuidado. Todas las variedades lucen vistosas y, sobre todo, destaca en ellas cierta robustez que les permite acomodarse a cualquier tipo de suelo. Como es muy rápido en crecer, lo esencial en su cultivo es respetar un marco de plantación suficiente, de unos 30 cm en todos los sentidos. 

CANA

Elegante y vistosa, junto a otras gigantes de bonitos plumeros como la cortadeira o el miscantus, aporta al jardín otoñal un foco, casi escultural, que contrasta con lo que crece a su alrededor. Puede adornar los márgenes de un sendero o dividir ambientes. No tendrás problemas de plagas y enfermedades con ella y puede durante muchos años, si en tu zona no hay heladas muy fuertes, pero aún así te aconsejamos que cortes los tallos y los cubras, por ejemplo con paja, para protegerlos durante el invierno.


Fuente: www.infojardín.es

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