viernes, 5 de enero de 2018

La planificación.

Mantenimiento del jardín, la planificación.

  La idea preconcebida, en general, es que el mantenimiento de un jardín va ha requerir mucho trabajo, ahora bien, está demostrado que el cuidado del jardín o del huerto si es el caso, proporciona beneficios terapéuticos, ya que nos evadimos del ajetreo diario y nos proporciona satisfacción personal, es una forma sana de desconectar, también es un valor añadido la relajación y el contacto con la naturaleza.

 Evidentemente, si la superficie del jardín es considerable o se dispone de poco tiempo, siempre se puede recurrir a contratar profesionales para los trabajos más pesados como los movimientos de tierra, las excavaciones, el arado del huerto, o las podas, otra labor que atrapa mucho tiempo es el riego, pero en la actualidad, existen los medios técnicos necesarios para que el riego esté semi automatizado o totalmente automatizado, ya que en el mercado están disponibles programadores, sensores, aplicaciones informáticas etc, que nos regarán el jardín sin ninguna dificultad.

  Las demás tareas de nuestro jardín pueden llevarnos más o menos tiempo, en función del tipo de jardín y del tiempo y la dedicación que le queramos dedicar, siempre podemos contratar el mantenimiento a una empresa especializada, pero como he mencionado anteriormente, se trata de una actividad lúdica, que nos pone en contacto con la naturaleza y que nos permite desarrollar nuestra creatividad junto a la familia y nuestros hijos también lo disfrutarán y lo recordarán.

 Existen múltiples técnicas de jardinería que nos permiten cuidar y mantener nuestro jardín para mantenerlo bonito y en conexión con la naturaleza, ya que siempre hay que apostar por unas técnicas que sean respetuosas con la naturaleza y usar métodos sencillos y ecológicos que puedan tener una aplicación práctica en nuestro jardín, (en la sección de eco-técnicas hay varias entradas publicadas sobre este tema).

  Por lo tanto, después de haber acometido la ejecución de la infraestructura y la albañilería, (en la sección de diseño hay varias entradas publicadas sobre este tema), en una secuencia lógica de tareas en lo referente a la incorporación de las plantas, lo primero que acometeríamos, sería una planificación previa, la preparación del terreno, la adquisición de ejemplares, y después efectuar la plantación.

  1.- La planificación, es la operación previa y casi con seguridad la mas importante, es el primer paso en la ejecución de un jardín, es donde se decide que plantas vamos a incorporar, ya sea en un jardín nuevo o en un jardín ya establecido, por lo tanto, es aconsejable planificar bien cuándo, dónde y qué vamos a plantar o que elemento no vegetales vamos a incorporar.

 Para tener una visión de conjunto, elaboraremos un plano en el que se detallen todas las plantas así como su ubicación, siendo previsores y dejando el espacio necesario entre plantas para que se puedan desarrollar hasta su edad adulta, para esto contamos hoy en día con magníficas aplicaciones informáticas, en macizos y borduras, se colocarán en primer lugar las plantas protagonistas, son las que más deben destacar en la composición, después las plantas de porte medio y por último las de relleno y de decoración complementaria, es decir, las plantas de pequeña dimensión, como las plantas de temporada o las vivaces.

  Elegir el mejor momento para realizar la plantación en el exterior favorece que la planta se establezca con éxito, el momento más propicio dependerá de la zona climática y de la propia planta, en el caso del hemisferio norte, tenemos que distiguir las diferentes zonas climáticas que nos podemos encontrar, a saber, clima atlántico u oceánico, clima mediterráneo, árido o subtropical árido y clima continental o montañoso.

 Para el clima atlántico u oceánico, el principio de otoño o el principio de primavera, es el mejor momento, en el caso de árboles o arbustos de hoja caduca a raíz desnuda, sería más adecuado esperar la caída de las hojas, coincidiendo con el reposo vegetativo, desde finales del otoño a principios de la primavera, evitando así los días de fríos fuertes y las heladas.

  Para el clima mediterráneo, clima árido y clima subtropical árido, el mejor momento para realizar la plantación sería final del verano o principios de otoño, de esta manera durante el otoño y el invierno, las estaciones de más lluvias, las plantas desarrollarían sus raíces en profundidad preparándose para soportar las duras condiciones de calor y sequía del verano. En el caso de xerojardines o jardines secos, también es este el mejor momento para su implantación, eso sí, teniendo en cuenta que durante el primer año y siempre de forma moderada, tendremos que regar nosotros, ya que su sistema radicular no está suficientemente desarrollado.

  Para el clima continental y clima montañoso, el mejor momento será el principio de la primavera, una vez el período de heladas haya pasado, así las plantas podrán desarrollarse y fortalecerse aprovechando el calor y el sol hasta finales de la estación otoñal, cuando los árboles y arbustos perderán sus hojas para soportar mejor el frío y las heladas, las plantas herbáceas bulbosas perderán su parte aérea durante los meses fríos y las plantas de temporada desapareceán, (en la sección de plantas hay varias entradas publicadas sobre este tema), en los arriates donde esten arbustos y bulbosas habrá que proteger las raíces acolchando con paja o corteza de pino. En la siguiente entrada veremos como afrontar la siguiente fase, la preparación del suelo.



Ramón Gijón, delineante proyectista.


No hay comentarios:

Publicar un comentario