domingo, 10 de junio de 2018

El trasplante.

Mantenimiento del jardín, la plantación, (III).

6.- El trasplante.

  Esta técnica sobre el papel es sencilla, y los pasos a seguir para plantar nuevos ejemplares ya se expusieron en una entrada anterior, (ver la entrada, la plantación de plantas) lo primero que habría que señalar, es que las plantas no están habituadas al trasplante, ya que en su medio natural no se van de un sitio a otro, por lo tanto es una técnica artificial y mas o menos agresiva para la planta, ahora bien, si tenemos un contenedor pequeño y la planta alojada en él ya no tiene sitio, tendremos que mudarla a otro contenedor mas grande o la situaremos en el exterior, en un emplazamiento definitivo en el suelo.
 
  Por lo tanto, tendremos que valernos de la observación para saber cuándo disminuye su actividad, es decir, cuándo entra en parada vegetativa, porque este será el momento idóneo para trasplantarla, siempre tendremos más éxito cuanto más joven sea la planta a trasplantar y menor sea su desarrollo y dimensión, hay que tener en cuenta que hay especies que aceptan mejor que otras el trasplante, por ejemplo, las especies de crecimiento lento que desarrollan un sistema radicular amplio y profundo, son más reacias al trasplante, de todas formas si nos vemos en la necesidad de trasplantar una planta fuera de época, especialmente si se trata de una planta que quieres pasar de maceta a tierra o viceversa, hay que tener mucho cuidado en no desmoronar el cepellón y no dañar las raíces.

Como regla general, y a modo orientativo, habrá que seguir su calendario genético para saber cuándo podemos intervenir y cuándo no, así pues:

En las plantas de huerto, que estén sembradas en semillero se deberán de pasar a macetas más grandes o al suelo en cuanto tengan un mínimo de dos pares de hojas verdaderas, si fuese en otoño y la zona tiene inviernos fríos, no se deberán de trasplantar hasta que no llegue primavera, a no ser que dispongamos de un invernadero con calefacción.
En las plantas vivaces, las anuales y las bianuales, con estas plantas se seguirá el mismo consejo que con las de huerto, es decir, trasplantar cuando tenga un par de hojas verdaderas, poniéndolas a pleno sol o a semisombra.
En los árboles, tanto caducos como perennes, se deben de trasplantar a finales de invierno, antes de que la primavera se establezca y empiecen a crecer, en el caso de los caducos se pueden trasplantar en otoño, cuando ya han perdido todas las hojas.
En los arbustos, se trasplantarán antes de primavera.
En los Cactus y suculentas, por lo general se pueden trasplantar en primavera y en verano, siempre y cuando se tenga especial cuidado en sacar el cepellón sin que se desmorone.
En las plantas carnívoras, es conveniente trasplantarlas en primavera antes de que despierten de la hibernación, pero también se puede hacer en verano.
En las palmeras, la mejor época de trasplante sería la primavera.

  Por lo tanto, hay momentos del año que resultan más adecuados para realizar el trasplante, aunque siempre, se deben evitar a toda costa los días de fríos fuertes y las heladas, para las plantas herbáceas y para los arbustos y los árboles de hoja perenne, la mejor época para el trasplante es finales de invierno o principios de la primavera, antes de que la planta inicie su explosión vegetativa primaveral; Para los arbustos y los árboles de hoja caduca, la época más acertada para realizar el trasplante es mediados o finales de otoño, una que vez la planta ha perdido sus hojas e iniciado su período de reposo vegetativo, cabe reseñar que el otoño es una buena época para plantar en general, en un clima benigno, incluso mejor que la primavera, ya que plantando a principios de otoño posibilitas que las lluvias de invierno se ocupen del riego y se establezcan para cuando llegue la primavera.

  Por último, antes de iniciar el trasplante de la planta, la prepararemos podando la planta hasta un tercio de su tamaño aproximadamente, esta poda es para compensar el recorte y la pérdida de raíces que sufrirá la planta en el momento del trasplante, esto no es un paso baladí, ya que si no se realiza la poda, las raíces que queden no serán capaces de alimentar toda la parte aérea de la planta y ésta no sobrevivirá; Lo siguiente será ubicarla en su lugar definitivo siguiendo los paso descritos en la entrada, (La plantación de plantas).




Ramón Gijón, delineante proyectista.

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