martes, 19 de junio de 2018

Las plantas hortícolas.

Las plantas de huerta.

  Las hortalizas no son otra cosa que plantas anuales, bianuales y vivaces para uso hortícola, es decir, estas plantas se cultivan con el fin de procurarnos alimentos, aunque se pueden combinar con ornamentales y con aromáticas, ya que esto creará unas interdependencias entre ellas, esto ya se trató en otros artículos, ver "La rotación de los cultivos" o "Técnicas de cultivo", también de esta forma bio-regularemos el control de plagas y el cansancio del terreno, pero esto ya lo comentaré mas adelante. Por lo tanto, estamos ante un grupo de plantas, que permiten disfrutar en nuestra casa de verduras y frutas ecológicas de temporada, existiendo multitud de especies y variedades de hortalizas.

  Cabe reseñar que dentro de este grupo de plantas, también tenemos y debemos plantar, plantas perennes, que sembraremos o plantaremos una vez y que cosecharemos año tras año, al contrario que las plantas anuales o de temporada que realizan todo su ciclo vital a lo largo del año y luego mueren, tanto para huertos ecológicos directamente en el suelo como para huertos urbanos o en macetas, las hortalizas y plantas perennes nos ahorrarán tiempo y esfuerzo y podremos mantenerlas durante años y disfrutando de los frutos que nos ofrecen.


 Estas plantas perennes nos reportarán al huerto una serie de beneficios, ya que no requieren de grandes labores de mantenimiento, las plantas perennes autóctonas tienen gran resistencia a las plagas, enfermedades y fenómenos meteorológicos adversos, en ocasiones las perennes nos dan cosechas en fechas distintas a las anuales, por lo que es una forma de obtener frutos durante todo el año, nos ofrecen bellas formas, flores y colores (como si fueran ornamentales), otras nos ayudan a minimizar la erosión del suelo, otras nos ayudan a delimitar y dividir zonas o caminos, pueden ofrecer sombra a otras plantas, actuar como cortavientos y ser refugio para fauna beneficiosa necesaria en la huerta, entre ellos los indispensables polinizadores.
 

  Otra ventaja es que como en la tierra en la que están sembradas no se necesita laboreo, se desarrolla una gran variedad de microorganismos beneficiosos muy importantes para la fertilidad de la tierra, siendo la tierra rica en materia orgánica, ya que imitamos el ciclo de la naturaleza al igual que en bosques y entornos naturales, cuando las raíces, hojas o incluso frutos caen y se descomponen lentamente, aportando nutrientes al tiempo que se forma un manto que proporciona cierto grado de humedad, actuando como un mulch o acolchamiento. Todas estas acciones tienen como fin prioritario, el mantenimiento de la biodiversidad, que es el pilar fundamental en el que se basa la agricultura ecológica.

  Además de los árboles frutales, estas son algunas plantas y hortalizas perennes que podemos incluir en nuestro huerto jardín, Achicoria, Alfalfa, Aloe vera, Ajos, Alcachofas, Berros, Capuchina, Cebollas, Chayote (una variedad de calabacín trepador), Chufas, Clavel, Col o repollo, Espárragos, Frutos del bosque (fresas, grosellas, frambuesas, arándanos…), Hinojo, Jengibre, Judías verdes, Lavanda, Lechuga, Madreselva, Malva, Menta, Orégano, Patatas, Puerros, Romero, Rosal, Ruibarbo, Salvia, Tomillo o Valeriana entre otras.

  En cuanto a que hortalizas podemos tener en nuestro huerto, habría que tener en cuenta la superficie con que contamos y nuestros gustos o nuestras necesidades curinarias, según la parte comestible de las hortalizas, podemos tener:

Hortalizas de hoja, como Acelgas, canónigos, cardos, diente de león, endibias, escarola, espinacas, hinojo dulce, lechugas o puerros.
Hortalizas de raíz, como Ajos, apio, cebollas, chirivías, nabos, rabanitos, remolacha o zanahorias.
Hortalizas de fruto, como Berenjenas, Calabacín, Calabaza, Fresas, Maíz, Melón, Pepinos, Pimientos, sandía o tomates.
Hortalizas de flor, como la Alcachofa o el Girasol.
Hortalizas de tubérculo, como Batatas, patatas o cacahuetes.
Leguminosas, como Guisantes, Habas, Judías, o Lentejas.
Coles, todas las variedades existentes actualmente proceden básicamente de la especie silvestre, Brassica sylvestris, son hortalizas muy antiguas originarias de Europa occidental y meridional, hoy en día se dispone de una gran variedad de coles como, Berzas, Brócoli, Col de Bruselas, Repollos, Lombardas, Coliflor, Colinabos o Colirrábanos.
Pero si tenemos en cuenta las necesidades de nutrientes que necesitan, y esto no es una cuestión baladí, ya que nos servirá para tener una rotación de cultivos racional y no agotar la tierra, según este criterio, podemos agruparlas en:

Hortalizas exigentes, son las hortalizas que para su desarrollo necesitan gran cantidad de nutrientes del suelo, especialmente de algunos elementos, por lo que precisan un buen abonado del suelo antes de su cultivo y una vez finalizado su ciclo productivo, el suelo queda pobre y con escasos nutrientes, este sería el caso de las coles, las berenjenas o los tomates.


Hortalizas semi-exigentes, son hortalizas con un consumo medio de nutrientes, y pueden mantenerse varios años en el mismo suelo, este sería el caso de las acelgas, las lechugas o las zanahorias.


Hortalizas poco exigentes, son hortalizas que necesitan pocos nutrientes para su desarrollo, pudiendo crecer en suelos donde antes se hayan cultivado plantas exigentes o semi-exigentes, en estas plantas, al final de su ciclo productivo, el suelo sigue manteniendo nutrientes, este sería el caso de los canónigos, los ajos o los rabanitos.


  Por lo tanto, aplicando técnicas de cultivo ecológicas, racionales y respetuosas con los ciclos de la naturaleza, podemos obtener una serie de ventajas como suelos mas fértiles, un menor consumo de recursos naturales, alimentos de una gran calidad y una agricultura de cercanía en la que podemos socializar con nuestros vecinos o simplemente disfrutar en familia, a la vez que resulta una terapia gratificante y enriquecedora.

  Actualmente, la horticultura con fines terapéuticos toma cada vez más fuerza, sobre todo en países desarrollados, se trata de establecer una relación directa entre el hombre y el medio natural convirtiéndose en un instrumento educativo y socializador, los resultados y la utilidad de esta terapia han ganado prestigio en las últimas décadas tanto para el cuidado de la salud como para el tratamiento de algunas enfermedades.



Ramón Gijón, delineante proyectista.

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