viernes, 22 de febrero de 2019

Los jardines verticales.

El jardín vertical.


  Aunque parece una moda o una tendencia actual, el fenómeno de los jardines verticales es, como en otras tantas cosa, una idea tan antigua como las ciudades, un ejemplo lo tenemos en la Babilonia del 600 A.C., en la América precolombina, en la antigua India o en Japón y en épocas mas recientes ya en el el siglo XX, podemos citar en Europa a Le Corbusier en los años 20, con sus diseños de cubiertas vegetales, o en Estados unidos a Frank Lloyd Wrigth en los años 30, encabezando el movimiento de la llamada, arquitectura orgánica, por lo tanto, como decía antes, no es una idea nueva.

  Los jardines verticales son una excelente opción para espacios reducidos o para paramentos de grandes dimensiones, es otra forma de humanizar y hacer mas agradable el entorno urbano, porque no solo permiten disponer de flores y plantas verdes, además aportan enormes beneficios, entre los que podemos citar, la mejora de la calidad del aire, la reducción de la temperatura exterior y de la contaminación acústica, purifican la llamada lluvia gris y evidentemente, aumentan el valor estético.

  En un jardín vertical, las plantas que se pueden utilizar son las mismas que para otro tipo de jardín, es decir, no existen unas plantas específicas para jardines verticales, pero cabe señalar, que ciertamente no se puede usar cualquier planta alegremente, ya que las plantas se tienen que adaptar a un medio singular, esto viene dado por una serie de condicionantes como son, el soporte físico, que puede ser de celdas, de paneles, etc., o la técnica de cultivo, que puede ser de tipo hidropónica o de sustrato, esto es lo que nos limitará a la hora de elegir nuestras plantas, ya que las plantas que elijamos deben ser resistentes a las condiciones de humedad, a un pobre aporte de sustrato para su crecimiento, o a que no desarrollen un sistema radicular demasiado grande, aunque si favorezca la fijación de la planta, también habrá que tener en cuenta la posición del paramento.

  Como muestra, voy a exponer algunas plantas que cumplen estos requisitos y por lo tanto, son recomendables para instalarlas en un jardín vertical.

  Ficus repens, su nombre común es pumila, ficus trepador o enamorada del muro, pertenece a la familia de las moráceas, es originario de Japón, China o Vietnam. Es un vigoroso arbusto trepador de hoja perenne de color verde oscuro, sus flores son insignificantes y produce unos frutos de color púrpura que no son comestibles. Es muy indicada para cubrir muros, pero en este caso, preferentemente desde el suelo y también se puede usar como tapizante.

  Chorophytum comosum, pero se le conoce como cintas, pertenece a la familia de las liliáceas, y su origen se encuentra en las selvas tropicales de África del sur y actualmente existen más de doscientas especies diferentes. Esta planta perenne tiene hojas, que nacen de una roseta basal, son alargadas, péndulas, afiladas y generalmente de color verde con una banda blanca, sus flores blancas son pequeñas y de ellas se forman nuevas rosetas que son como plantas en miniatura perfectamente formadas y que, al trasplantarlas adecuadamente, se transforman en plantas adultas. Lo mejor de esta planta es, sin duda, que renueva ambientes afectados por monóxido de carbono. Es indicada para jardinería vertical, para borduras y como planta de interior.

  Plectranthus australis, comúnmente se le conoce como planta del dinero o plectranto, pertenece a la familia de las Labiáceas, es originaria de la India. Es una planta herbácea perenne que crece en forma de matas bajas, con un follaje denso muy atractivo compuesto de hojas opuestas, de 5 a 10 cm de largo, ovales o redondas, abultadas, con los márgenes festoneados, de coloración central verde intenso, mientras que los bordes destacan por ser irregularmente blancos o de color crema, de crecimiento erguido y a medida que va creciendo se vuelve colgante, cuando los tallos alcanzan unos 20 cm., en verano aparece la floración, ésta se produce sobre espigas erguidas que dan lugar a pequeñísimas flores de color blanco o lila pálido. Es indicada como planta colgante, en jardineras o como planta de interior.

  Hosta fortunei, su nombre común es Hosta, pertenece a la familia de las Agavaceae, y son originarias de Asia central, son una de las plantas de hoja más espectaculares y con mayor interés ornamental que se puede cultivar en zonas sombreadas del jardín. son de color verde intenso o azul verdoso, pero también poseen una gran diversidad de sutiles colores en su follaje que muy pocas plantas les puede igualar, sus flores forman densos racimos atrompetados o tubulares de color lavanda pálido, lila o blanco, sujetas en largos y delgados tallos que surgen por encima del gran volumen de hojas, las podemos ver a finales de junio. Son indicadas para borduras, para coberteras y para macizos.

  Aptenia cordifolia, pero comúnmente se le conoce como Rocío, Escarcha o Aptenia, pertenece a la familia de las Aizoaceae (Aizoáceas), y es originaria de Sudáfrica. Es una planta suculenta, rastrera y de rápido desarrollo, de hojas ovales, lisas y verdes, produce flores de color rosa fucsia, parecidas a las margaritas, hay dos variedades seleccionadas, una con flores rojo intenso y otra con flores púrpuras y hojas más pequeñas, la variedad 'Red Apple' es muy popular, tiene flores más grandes de color rojo, otra es la Aptenia cordifolia var. variegata, la cual presenta hojas bordeadas de blanco. Es ideal como planta colgante y para cubrir el suelo.

  Peperomia, su nombre común es ombligo de tierra o cola de rata, pertenece a la familia de las Piperáceas, es un género integrado por unas 1.000 especies de plantas anuales y vivaces, las especies más comunes son, la caperata, la magnoliifolia, la marmorata, la metallica, la hederiefolia, la scandens, o la angulata, son originarias de las regiones tropicales y subtropicales de la zona del Pacífico. Son plantas de hojas carnosas, que varían los colores de una especie a otra, pero todas son de gran vistosidad, la composición de varias especies resalta su belleza, no desarrollan tallos largos, si no que aumentan el tamaño de las hojas, las flores son insignificantes reunidas en espigas blancas. Es ideal como planta colgante, para borduras y como planta de interior.

 También dan muy buen resultado, las plantas epífitas, (musgo, líquenes, bromelias), los helechos o las suculentas en general.



Ramón Gijón, delineante proyectista.

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