viernes, 23 de junio de 2017

Rehabilitar una casa rural

Rehabilitación de una vivienda rural.

 

 Cuando se acomete una rehabilitación en una casa de campo hay que partir de un estudio exhaustivo de los materiales y las patologías, así como de una planificación de los nuevos espacios en el edificio, con el fin de saber qué conservar, que reutilizar o que descartar.

  La reforma de una casa de campo requiere de una buena planificación y de paciencia, una de las claves es no tener prisa, ya que tenemos que “hablar con la casa”. El primer paso, es hacer un levantamiento de planos minucioso, y no escatimar en fotos de apoyo, es decir, hacer un estudio completo y en profundidad del estado de la construcción, observando el estado de los materiales empleados, las tipologías constructivas o las patologías, hoy en día, nos podemos ayudar de herramientas que nos digitalizan en 3D el estado actual de la edificación, y así tendremos una visión de conjunto que nos facilitará la toma de decisiones.

 

  Estos pasos constituirán un punto de partida esencial para encontrar la idea que mejor se adapte a lo que la casa puede ofrecer, entonces tendremos un guión para saber qué conservar, qué derribar, o que podríamos aportar. Esto es muy importante, ya que tenemos que conseguir una conexión con lo antiguo empleando materiales y elementos compatibles con los existentes para lo tendremos que contar con artesanos y profesionales de la zona.

  Rehabilitar una vivienda rústica nos ofrece muchas ventajas, en primer lugar dispondremos de una casa con unas características y una personalidad únicas, es decir, con rasgos bien diferenciados y personales. Otra ventaja es que está adaptada al medio donde se encuentra, por lo que contribuimos a respetar y mantener el patrimonio rural y a ser más sostenibles y ecológicos.
  Pero no todo va a ser idílico, hay también inconvenientes, ya que habrá que resolver muchos problemas ocultos y utilizar mano de obra especializada y cara, como es el caso de la cantería, los herrajes o la carpintería de madera. Otro inconveniente es que la rehabilitación se sabe cuando se comienza, pero no cuando se termina y hay que tener en cuenta que también tendremos que rehabilitar el entorno, seguramente tendremos un hermoso patio, que habrá vivido tiempos mejores y que tendremos que convertir en un oasis para el ocio y el disfrute de la naturaleza, de hecho, se pueden ver varios post de patios ajardinados, en el apartado de “Diseño”, pero de paisajismo ya hablaremos otro día.

  Aún así, si nos decantamos por la rehabilitación, tendremos que seguir unas pautas generales, que consistirán en conservar o reparar todos los elementos constructivos, así como reciclar materiales o mobiliario que puedan servir para distintos usos. Los trabajos tendrán una jerarquía, ya que primero tendremos que acometer tareas de refuerzos en la cimentación, recalzando los muros que lo precisen, consolidación de éstos, reparación o sustitución de las estructuras existentes con materiales procedentes de derribos. 
 Por último habrá que hacer intervenciones en las que tendremos que incorporar elementos nuevos como perfiles de acero, losas de hormigón armado, viguerías de madera laminada, bloques termoarcilla, sustitución de la cubierta, (pero teniendo cuidado en ajustarse a la forma existente para que se mantenga la proporcionalidad de las partes), hacer mas eficientes las carpinterías y los paramentos exteriores, la idea general, es reparar sin desfigurar.
  En el caso de haber zonas derruidas, para no caer en imitaciones de mal gusto, es preferible optar por otro acabado que delimite la zona ampliada o sustituida. Si el muro existente fuera de piedra, por ejemplo, podría combinarse con un acabado revocado o un revestimiento de madera al natural.




Ramón Gijón, delineante proyectista.

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