sábado, 27 de octubre de 2018

Grupos de plantas, IV.

Las plantas crasas o suculentas.


  La característica principal que define a las plantas crasas o suculentas, es que están constituidas por tejidos carnosos que tienen una gran capacidad de almacenar agua en su interior, constituyendo una reserva hídrica para que la planta pueda soportar amplios períodos de sequía, este engrosamiento puede ester localizado en el tallo, la raíz o las hojas, son plantas de origen desértico como África o América, pero también se han adaptado a climas fríos con pocas precipitaciones y a las temperaturas templadas y soleadas, se han adaptado muy bien al clima Mediterráneo, siendo muy decorativas en jardines de rocalla, para el resto de climas son plantas muy atractivas para cultivo en invernadero o en interior.

  Tienen una gran aceptación y son usadas en el exterior y en el interior, su variedad es increíble, existen más de 8.000 especies, dentro de las cuales se encuentran diversas familias de plantas como, las Liliáceas (Aloe), las Agaváceas (Agave, Yuca...), las Aizoáceas (Uña de León...), las Crasuláceas (Siemprevivas, Sedum…) y las Cactáceas (Cactus).


  Su piel dura y su floración corta, hacen que la planta conserve más energía, minimizando su metabolismo, pero su espectacularidad y belleza, ha hecho que se cultiven en prácticamente cualquier lugar del mundo como plantas decorativas, aunque en sus lugares de origen además se usaban con fines medicinales o alimentarios. En algunas de ellas, sus llamativas espinas son otra consecuencia de esa necesaria protección frente a los agentes externos, los estomas que poseen, al contrario que el resto de las plantas, se abren durante la noche para evitar la pérdida de humedad.
 

  Si existe un buen clima y cuidamos un poco el sustrato, su crecimiento está garantizado, es fácil verlas crecer, simplemente cortando un esqueje de tallo o de hoja de una planta ya desarrollada, siendo la mejor época para realizar esta actividad en primavera o verano, aunque las crasas o suculentas en general son muy fáciles de cultivar, siempre es bueno comenzar con plantas que conocemos o con las que sean propias del lugar donde vivimos y que sabemos que se adaptan bien a ese clima, pero tenemos ejemplares para interior y en el exterior podemos ampliar nuestra colección si disponemos de un invernadero.
 

  Por lo tanto, siguiendo unos pasos muy sencillos, podemos disfrutar de estas plantas durante muchos años.

La ubicación, a las suculentas les gusta estar en sitios donde reciban mucha luz durante el día, así que para su correcto desarrollo necesitan recibir luz, por lo menos durante la mitad del día, por lo que de este condicionante dependerá su ubicación.
La temperatura, dependerá de las especies, pero en general, si la temperatura baja demasiado muchas suculentas pueden morir ya que no toleran las heladas, en el caso de los Cactus son más resistentes porque en su hábitat natural desértico, por las noches, las temperaturas alcanzan algunos grados bajo cero, del mismo modo, es aconsejable disponer de un sitio en el que no se mojen con la lluvia, una zona cubierta como un techo de plástico o un invernadero, con el fin de proteger aquellas plantas que en invierno requieran un sustrato completamente seco o que no aguantan la asociación de suelo húmedo y frío.
La luz, un gran número de plantas suculentas viven naturalmente en un medio marcado por un exceso de luz, una luz insuficiente implica lentitud de crecimiento, resisten menos a las enfermedades, etc. Aunque siempre será necesario ir acostumbrando a los ejemplares al sol al principio de su período vegetativo habrá que protegerlos del calor directo del sol.
El riego, no se puede seguir una pauta rígida en lo referente al riego, pues siempre dependerá del clima de la región y si del ejemplar está más o menos expuesto a los rayos del sol, por lo que la observación nos dará las pautas a seguir, en general, en la primavera y el verano cuando el sustrato se note seco al tacto, será el momento de regar, en cambio durante el otoño los riegos serán muy limitados, y en invierno muy de tarde en tarde y los cactus no se deben regar, hay que recordar que las macetas de barro se secan con mayor rapidez que las de plástico.
El sustrato, lo primordial para este tipo de plantas es que el substrato sea suelto, muy poroso y con un buen aporte de arena gruesa, para que nunca se quede encharcado y por lo tanto no retenga el agua demasiado tiempo. Los sustratos que podemos encontrar en el mercado están bien determinados para el cultivo de este tipo de plantas.
El abono, no son muy exigentes y no se debe de abonar más que en el período de primavera y verano, y solamente con fertilizantes con valores equilibrados de nitrógeno, fósforo y potasio.
El trasplante, dependiendo del crecimiento y la especie, generalmente, el cambio de planta a una maceta mas grande se realiza cada dos o tres años.
La reproducción, es muy fácil, normalmente se realiza mediante semillas, injertos o esquejes, es preferible hacerla durante la primavera y verano, siendo la temperatura ideal cuando oscile entre los 22 y 24ºC.



Ramón Gijón, delineante proyectista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario