El
huerto urbano.
Para
cultivar un huerto en plena ciudad solamente hace falta buscar un
lugar soleado en
nuestra
terraza o en nuestro
patio, donde podamos
instalar unas macetas o
unos
recipientes
específicos
para huerto urbano donde
poder
sembrar o plantar las hortalizas, es
sencillo y no requiere una gran inversión y
es que tener un huerto urbano significa conectar con el medio
natural, aunque vivamos rodeados de edificios y de
hormigón,
de
hecho, es así como habita la mayoría de la población en los países
desarrollados y no por ello hemos de renunciar a tener nuestra
pequeña cosecha, por
otra parte, tampoco se trata de una idea novedosa, ya que el en el
605 a.C., por orden del rey Nabucodonosor II de la dinastía caldea
del Imperio neobabilónico, ya se crearon y diseñaron los jardines
colgantes de Babilonia. Hoy el huerto urbano nos acerca al entorno
natural en plena ciudad, es una ventana abierta a la naturaleza y a
sus ritmos y nos invita a formar parte de ella, en lugar de vivir
ajenos a ella.
No
sabemos con certeza que les impulsó a crear estas terrazas
ajardinadas, pero hoy en día si que podemos asegurar lo que impulsa
a nuestra sociedad a tener estas terrazas ajardinadas y sobre todo
que beneficios nos aportan. El cuidado de un huerto urbano te
aportará muchos más beneficios de
los que te imaginas, además
de ser un gran entretenimiento, tu propio huerto urbano te ayudará a
mejorar tu alimentación e
inculcar a los tuyos valores de responsabilidad y de trabajo
colectivo. Un huerto urbano le dará un toque natural a tu hogar y
será un pequeño pulmón verde
en
medio de un entorno urbano, caracterizado por el cemento, el asfalto,
los vehículos y la masificación. La
producción en el huerto ecológico responde al principio de respeto
a los ciclos naturales, a los seres vivos y también a la salud y el
bienestar, y para llegar a estos fines, solo tenemos que aportar un
poco de esfuerzo, que a su vez, nos reportará una serie de
beneficios como:

Como
ya hemos comentado, tener un huerto urbano también mejorará nuestra
alimentación y la de nuestra familia, pudiendo consumir productos
sanos, sabrosos, nutritivos y controlados totalmente por nosotros, de
hecho, una vez pruebes la calidad de tu cosecha no querrás nada más
y te convertirás en un consumidor más responsable y exigente.
El
factor educativo de los huertos urbanos también es muy importante,
podrás aprender y si tienes hijos, te servirá para enseñarles el
ciclo de la vida de los vegetales, la relación entre los seres vivos
y los cuidados que requiere cada tipo de cultivo, es decir, sabiduría
y vivencias compartidas con tus seres queridos.
El
cultivo de tu propio huerto urbano reforzará en ti valores muy
positivos que puedes aplicar en otros ámbitos de la vida como, el
respeto, el cuidado por la naturaleza, el gusto por el trabajo bien
hecho, productivo y en equipo, la constancia y la paciencia.
Para
conseguir una ciudad mas sostenible y habitable, el huerto urbano
debe seguir los principios de la agricultura ecológica, por lo que
hay que ser respetuoso con la vida y el entorno que nos rodea. (ver
el artículo “técnicas de cultivo”).
Las
plantas, como cualquier ser vivo, tienen
unas necesidades básicas para adaptarse al medio que las
rodea y así, poder sobrevivir, para lo que tenemos que observar y
cuidar el entorno en el que las vamos a cultivar, por lo tanto, a
la hora de implantar nuestro huerto urbano, al igual que en un huerto
tradicional al uso, tenemos
que tener en cuenta los llamados
factores
condicionantes, que nos limitarán en el
diseño y en las especies a incorporar,
(ver
el artículo
“los factores codicionantes”),
estos
factores son entre
otros;
factores
climáticos,
factores
fisiográficos, factores edáficos, factores hídricos, solo menciono
estos porque
son limitantes en cuanto al material vegetal que va integrarse en
nuestra
terraza,
como
ya se vió en su día:

En
el factor fisiográfico, tendremos en cuenta la
altitud, la exposición o la orientación, por lo tanto, si
quieres cultivar un huerto en tu terraza, patio o balcón es
indispensable que goce de la mayor cantidad de luz posible, lo
ideal para tus hortalizas sería una exposición continuada al sol;
sin embargo, como eso no siempre es posible en los espacios al aire
libre de una vivienda urbana, deberás buscar un lugar que reciba al
menos 5-6 horas de sol directo al día; Para
la mayoría de las hortalizas, una
orientación sur o sur-oeste es ideal, no
obstante, algunas verduras de hoja, como la lechuga, espinaca,
acelga, berro, escarola, rúcula y numerosas aromáticas se adaptan,
e incluso prefieren, la semisombra y se desarrollan perfectamente con
3-4 horas de sol al día.
En
el factor edáfico, tendremos en cuenta las características
del suelo, éstas las podemos clasificar en propiedades físicas y en
propiedades químicas; las propiedades físicas serían, la textura,
la estructura, la densidad y la porosidad; y las propiedades químicas
serían, la capacidad de intercambio catiónico, el ph del suelo y la
conductividad eléctrica, por lo que tendremos que cuidar el
sustrato, ya que va ha tener un uso continuado y exigente, (ver
el artículo “las enmiendas”).
Y
por último en el factor hídrico, ya que en un
huerto urbano en una terraza
exige un riego constante, de
manera que necesitarás un punto de agua próximo a tus cultivos, ya
sea para llenar una regadera o para conectar una manguera o un
sistema de riego automático por goteo.
Por
consiguiente, habrá que realizar labores encaminadas a la mejora y
la optimización del medio físico, mediante labores mecánicas como
el laboreo, la rotación de cultivos o la incorporación y mejora
sustrato, y mediante labores biológicas como la selección de
especies compatibles, a ser
posible con especies locales, la
biodiversidad de especies, control biológico de plagas y el uso de
tratamientos naturales como compost, humus de lombriz o estiércol. Por
último, la organización de nuestro huerto urbano en terrazas o
balcones, sería básicamente mediante mesas de plantación elevadas,
jardineras y contenedores para pequeños arboles frutales y en las
paredes podemos instalar jardines verticales con aromáticas (ver
el artículo, “el jardín vertical”),
una de las ventajas de estos
elementos es que se pueden mover, por lo que la iluminación y la
humedad se pueden tener controladas, incluso si se dispone de sitio
podemos tener un semillero o un pequeño invernadero.
Ramón
Gijón, delineante proyectista.
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