La
rocalla.

Fue
un recurso muy utilizado en los jardines Barrocos Franceses, hoy en
día es muy utilizado dada su versatilidad, ya que nos permite
adaptarlo a muchos tipos de estilos, alpino, rústico con aromáticas,
con coníferas o con xerófitas y es que podemos utilizar mucha
variedad de especies, a modo de ejemplo, se pueden combinar en
perfecta armonía con la rocalla,
ya
que
se adaptan muy bien a ella, plantas y arbustos como
el tomillo, el
romero, los
tulipanes, las clavelinas, el brezo, el rododendro, o
coníferas enanas, entre
otras tantas especies. (ver
art. Las
plantas aromáticas)
El
mantenimiento de una rocalla es sencillo, ya que las plantas
rastreras o de porte bajo se encargarán de que no haya competencia,
por lo que nos ahorrarán mucho trabajo, las plantas mas grandes y
los arbustos situados en la parte alta del roquero aportarán algo de
protección en invierno contra el viento y el frío, habrá
que cuidar en las juntas el afloramiento de las hierbas no deseadas,
pequeñas escardas en primavera y poco mas, además, tenemos que
tener en cuenta que la rocalla es un espacio sostenible, ya que
mayoritariamente las especies son autóctonas de la zona y xerófitas.
(ver
art. Jardinería
sostenible)
Si
no disponemos de una rocalla
natural
y nos hace ilusión tener una, la podemos crear nosotros, su
construcción es laboriosa pero no es complicada. Lo primero será
replantear en el terreno su situación, forma y orientación,
teniendo
en cuenta que los árboles no estén cerca, un
truco de los jardineros es hacer una especie de maqueta con piedras
pequeñas al
lado del emplazamiento. Un
buen momento para comenzar esta tarea es en el otoño, de esta forma,
la tierra y las piedras estarán asentadas en la primavera y podremos
comenzar la plantación. Añadir
que si realmente estamos inspirados, la rocalla se puede complementar
con un pequeño estanque adosado
con
el agua fluyendo desde una pequeña oquedad de la rocalla como
podemos ver abajo.
El
tipo de rocas tiene que ser la que se dé en el entorno, esto es
importante, ya que el resultado estará mas
naturalizado, hay que tener en cuenta que si usamos rocas planas y
alargadas como la pizarra tendremos una rocalla poco alta, mientras
que si usamos rocas graníticas
de
tipo cuadrado obtendremos una rocalla de mas altura, en cualquier
caso siempre las colocaremos con los estratos en la misma dirección
y siempre
que
predomine la horizontalidad, otro
detalle importante, siempre
habrá que desechar la piedra blanda, ya que las raíces
y las heladas
acabarán rompiéndolas.
Ramón
Gijón, delineante proyectista.
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