sábado, 2 de diciembre de 2017

La vivienda popular manchega.

La vivienda popular Manchega.


  En la vivienda popular Manchega, si tuviéramos que destacar alguna característica o definirla con una palabra, sin ninguna duda la palabra clave sería, la austeridad; Esto viene dado por el carácter Castellano, noble, sencillo, austero y volcado en sus labores agrícolas, y esto sin ninguna duda, se vé reflejado en su arquitectura.

  La región Castellana, que en la actualidad la ocupa La Comunidad Castellano Manchega, es la tierra llana por excelencia de la meseta Española, es una zona muy extensa que desde las sierras Madrileñas se extienden hacia el sur hasta las estribaciones de sierra Morena, en este extenso territorio están comprendidas total o parcialmente las provincias de Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Albacete.

  Aquí la orografía es fundamentalmente llana, con amplias dehesas y páramos, en las que predominan encinas, alcornoques, quejidos, etc. predomina el matorral bajo con romeros, jaras, retama o esparto entre otras, el suelo es terciario y salino, las estepas de color rojizo, el clima es bronco, con temperaturas muy extremas, la solaridad es muy alta y la sequedad está siempre presente, ya que las lluvias son escasas, por lo que las huertas y vegas son espacios reducidos rodeados por extensos olivares, viñedos y grandes extensiones de cereales y azafrán.

  La casa Manchega tiene una personalidad totalmente rural, su fisonomía, es la misma que los pueblos que conforman, es decir, está extendida en horizontal con volúmenes blancos que contrastan con el color pardo de sus cubiertas a dos aguas de teja árabe, otra característica bien definida son sus muros irregulares, ondulantes y llenos de carácter, que con el paso del tiempo, se han ido blanqueando con capas y capas de cal, estos muros están asentados sobre un zócalo de piedra de unos sesenta centímetros también suele estar pintado, de azul, carmesí o amarillo, según la orden militar a la que perteneció la villa en la reconquista, las esquinas suelen estar reforzadas por sillares o ladrillos. Ya en el interior, nos encontramos con materiales tradicionales y nobles que saben envejecer muy bien como el barro, la cal, la piedra, los ladrillos y la madera, el característico muro de tapial de la casa manchega popular, está construido a base de adobe, que hoy por hoy es uno de los mejores aislantes térmicos que existen, funcionan bien, tanto en verano como en invierno, el mantenimiento de estas casas es económico y sencillo.

  La tipología espacial de la casa Manchega, suele ser de una planta con una cámara superior que se utilizaba como trastero y como almacén de los productos agrícolas como mazorcas, patatas, aceite, vino, azafrán o jamones, los huecos para las ventanas son pequeños y la cubierta se resuelve con unas cerchas de madera, que sostienen un cielo raso de cañizo y por último la cubierta de teja árabe a dos aguas y el suelo suele ser de cemento en vasto. Cabe destacar que fuera del ámbito urbano, en las casas de labor o ventas, la casa es mas grande y en esta planta es habitual una galería cubierta alrededor del patio y en la planta baja, el corral está rodeado de huerta con arboles frutales y alguna noria para la extracción del agua para el riego.

  En cuanto a la planta baja, el suelo está embaldosado con baldosa de barro cocido, tenemos un amplio zaguán central al que se accede desde una puerta no muy amplia de una sola hoja, flanqueado por una cocina, comedor y sala de estar, presidido con una gran chimenea, y al otro lado un dormitorio, si continuamos por este pasillo accederemos al resto de habitaciones, generalmente a una cueva-bodega y a un patio empedrado que funciona como una habitación al aire libre, es un espacio concebido para la relajación de la vida cotidiana, a esto siempre ayuda algún níspero o algún albarillo o la omnipresente parra que nos aportarán sombra, también vemos pequeños arriates con malvas, hortensias o rosales, la frescura generalmente nos la dará un pozo o un pilón.

  Manteniendo la tradicional tipología, normalmente este patio se encuentra delimitado al fondo con un establo o pequeños cobertizos dedicados al ganado y los animales domésticos que accedían por otro patio o corral posterior, generalmente mas grande, al que se accede por un gran portalón de dos hojas cubierto por un porche que generalmente daba a otra calle.




Ramón Gijón, delineante proyectista.

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