El
jardín Mediterráneo.
El
jardín Mediterráneo es la herencia y la evolución de los jardines
Islámicos, (ver
el art.), estos jardines se implantaron a lo largo de
la cuenca Mediterránea, y todavía hoy en día hay muchos lugares en
España en donde podemos disfrutar de su belleza, (ver
art. los jardines en el antiguo Islam), con el tiempo también
han recibido influencias del paisajismo Inglés, (ver
el art.), esto es así, porque se pueden conjugar los
dos conceptos, es decir, mantener recintos cerrados y al mismo tiempo
mantener una recreación natural de la naturaleza, mimetizándose con
el entorno al hacer uso de plantas autóctonas o muy bien adaptadas,
como se verá mas adelante.
Estamos
ante unos jardines que ofrecen una gran belleza, ya que en ellos se
alternan las zonas de sombra y las zonas de agua con otras donde el
sol es el protagonista, son respetuosos
con el medio ambiente, ya
que
se
adaptan
muy bien
a la climatología de buena parte de España,
ya
sea en la costa o en su interior, en
el que los inviernos
no son
demasiado
rigurosos y los
veranos padecen de una fuerte
y
prolongada
sequía estival, en
estos jardines se aprovecha muy bien el agua, un recurso fundamental,
por lo que siempre están presentes albercas, canalillos de agua
serpenteando y pequeños surtidores que aportan frescura y un
aire
romántico, y
además
son
eco-sostenibles,
ya que su mantenimiento
es
fácil y requieren
poco
riego, por
lo tanto, las
plantas son capaces de soportar varias semanas sin riego
en caso necesario, se
trata de especies autóctonas o perfectamente adaptadas a la baja
pluviosidad durante varios meses al año,
esta
es la razón de
que este
tipo de jardín
predominara
antes de que se
impusiera la moda de
tener
grandes praderas de césped, al
estilo Anglosajón, insostenibles
desde
el punto de vista económico y medio
ambiental atendiendo a
nuestra climatología Mediterránea.
Las
especies vegetales que siempre, en mayor o menor medida están
presentes en estos jardines son, árboles de sombra como pinos,
moreras, cipreses o laureles, también tenemos frutales autóctonos
como limoneros, naranjos, higueras, caquis, olivos, almendros,
madroños, o granados, que además de proporcionar sombra
proporcionan frutos y aromas, en las rocallas y en los muros de
contención, podemos ver una variedad enorme de plantas aromáticas,
curinarias y medicinales como, lavandas, tomillos, romeros,
albahacas, santolinas, menta, hierbabuena, melisas salvia, ajedrea,
etc., como telón de fondo en paredes y separaciones, siempre
tendremos parededes encaladas de blanco o de color albero, allí
podremos ver parras, hiedras, buganvillas, jazmínes, bignonias,
etc., también se aporta mucho colorido en los detalles, esto lo
vemos reflejado en los maceteros que contienen pequeñas plantas de
flor como claveles, geranios, tagetes, gazanias, verbenas,
antirrinos, alisos, Margaritas, aves del paraíso, rosales, brezos,
lantanas o esparragueras entre otras, así como en los pavimentos de
cerámica, en los mosaicos, en las tejas y en los azulejos que
aportan color y armonía al jardín, aquí es donde más se aprecia
la herencia y la sabiduría Andalusí.
También
encontraremos gran variedad de arbustos como, adelfas, galanes de
noche, mirtos, retamas, hibiscos, viburnos, cotoneasters, o
lentiscos.
En
cuanto a crasas, podemos ver, aloe vera, kalanchoes, sedum, o agaves.
Por
último, la nota exótica la tendremos con, palmitos, datileras, o
whasintonias.
En
el jardín Mediterráneo,
y después de lo expuesto hasta ahora, es de sentido común que su
diseño y planificación, se harán en base a unos criterios
de consumo de agua ecoeficientes y sostenibles,
es decir, se trata fundamentalmente de hacer un uso racional del agua
de riego cuando llega el verano, precisamente la estación de mayor
sequía y en la que el incremento del consumo hídrico de las plantas
es mas acuciante.
Curiosamente
en la década de los 80, las
pautas tradicionales del jardín Mediterráneo
fueron copiadas en los
Estados Unidos, inspirados
en el uso racional que aquí se hacía del agua y ante
la creciente demanda de agua per cápita en sus
medios urbanos, así como
la imposibilidad de mantener los jardines urbanos en periodos de
sequías, nació
y se desarrolló
en el Estado
de Colorado el término Xeriscape (Xerojardinería o Seco-jardinería
en Español),
(ver
el art. El
Xerojardín)
que aglutina un conjunto de
principios y técnicas para hacer más eficaz y sostenible el consumo
del agua en la jardinería, y que hoy en día son plenamente
aceptadas por la gran
mayoría de urbanistas,
paisajistas y jardineros, conscientes
de que hay que crear jardines bonitos, pero sostenibles y respetuosos
con la diversidad local.
Ramón
Gijón, delineante proyectista.
Gracias!!!!
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